‘Hater’, la ‘app’ para encontrar el amor a través del odio

Cada día aparecen aplicaciones móviles para todos los gustos, y las que sirven para encontrar pareja abundan. Sin embargo, una nueva ‘app’ anunciada la semana pasada causó sensación puesto que hace énfasis en las cosas que los interesados odian en lugar de las que aman para buscar una cita.

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Se trata de Hater, un sustantivo que en inglés que denota a quien odia algo. En ese sentido la aplicación conecta a la gente por sus odios y no por su aficiones como lo hacen eHarmony o MatchAffinity.

Aunque todavía se encuentra en fase de prueba y está disponible solo para sistema iOS en inglés, seguramente tendrá su versión en español y en Android. El único requisito para usarla es ser mayor de 17 años.

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Hater funciona con una dinámica similar a Tinder, en el que el usuario desliza de izquierda a derecha según la persona que aparezca en la pantalla y la localiza por GPS. Además permite enlazar la cuenta directamente con el perfil de Facebook o abrir una nueva cuenta, según la preferencia de cada usuario y sus regímenes de privacidad.

Su creador, Brendan Alper, cree que algunas personas se juntan con otras para discutir sobre lo que detestan y, de hecho, algunos estudios recientes confirman esta tendencia. “Comenzó como un chiste, como un ‘no sería chistoso si’ y así continuamos jugando con esa idea y pensamos que podíamos crear una aplicación.

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Aunque suene irónico, mucha gente se junta para hablar de las cosas que detestan y se vuelven más honestos y abiertos por esa razón. Pensamos que era un buen contraste con el típico ‘me gusta el arte, me gusta nadar’, porque a quién carajos le importa?”, señaló Alper al portal behindtheapp.co.

Entre los temas más populares de la aplicación en sus primeros días de funcionamiento están Donald Trump, los matoneadores, las resacas, la renta tan alta, los conductores lentos, la doble moral y los mosquitos.

La idea es que el porcentaje de compatibilidad se mida por cosas cotidianas que la gente odia como por ejemplo tener que dejar propinas, tender la cama, que otros mastiquen chicle con la boca abierta o salir con compañeros del trabajo.