Tecnología
Igual que Wolverine, científicos encuentran a una mujer que no puede sentir dolor y se cura más rápido
El estudio científico utilizó la tecnología de edición genética CRISPR-Cas9 para imitar el efecto de la mutación en otros genes.
Estudio genético reveló por qué una mujer escocesa, que había vivido toda su vida sin sentir dolor pensando que era lo normal, casi no siente dolor, miedo o ansiedad, además, cicatriza sus heridas más rápido de lo normal.
Esta mujer se dio cuenta de que no sentía ningún tipo de dolor casi que a sus 60 años, después de someterse a dos cirugías importantes y sorprender a sus médicos al informarles que no había sentido ninguna dolencia.
Jo Cameron es la protagonista de esta increíble historia y cuenta con unas mutaciones genéticas que le impiden sentir dolor como el resto de los humanos. Tanto así, que la mujer se había lastimado sin darse cuenta, pues los médicos repasaron su historial y descubrieron que solía hacerse cortes y raspaduras, y ella ni por enterada.
Asimismo, se hizo algunas quemaduras, pero como no sentía el dolor se daba cuenta era por el olor a carne chamuscada. Tampoco había necesitado analgésicos después de someterse a cirugías menores.
Caso de Jo Cameron
Esta particular situación fue estudiada por genetistas del dolor en Oxford y la University College of London.
- Tras arduas investigaciones, los científicos identificaron dos mutaciones genéticas como raíz su condición: El gen FAAH, que controla el dolor, el estado de ánimo y la memoria.
- Un gen que se pensaba que no funcionaba, pero que ahora se ha descubierto que media en la expresión de FAAH. Ha sido bautizado como FAAH-OUT.
Este nuevo estudio utilizó la tecnología de edición genética CRISPR-Cas9 para imitar el efecto de la mutación en otros genes. Por medio de la cual, los investigadores analizaron la expresión de genes para ver cuáles estaban activos en las vías moleculares relacionadas con el dolor, el estado de ánimo y la cicatrización, y descubrieron que FAAH-OUT regula la expresión de FAAH.
En ese orden, los científicos observaron entonces fibroblastos de otros pacientes para estudiar los efectos de FAAH-OUT en otras vías moleculares y encontraron que las mutaciones que lleva Jo Cameron rechazan FAAH, sin embargo, otros 797 genes se activan y 348 se rechazan. Esto incluye alteraciones en la vía WNT, asociada con la cicatrización de heridas, y una mayor actividad en el gen WNT16, que se ha relacionado con la regeneración ósea.
Por su parte, el Dr. Andrei Okorokov, autor principal del estudio, indicó que “El gen FAAH-OUT es solo un pequeño rincón de un vasto continente que este estudio ha comenzado a mapear. Además de la base molecular para la ausencia de dolor, estas exploraciones identificaron vías moleculares que afectan a la cicatrización de heridas y el estado de ánimo, todas influenciadas por la mutación FAAH-OUT. Como científicos, es nuestro deber explorar y creo que estos hallazgos tendrán implicaciones importantes para áreas de investigación como la cicatrización de heridas, la depresión y otras”.
Mientras que Jo Cameron expresó estar emocionada al ser parte de esta investigación, “estaré encantada si alguna investigación sobre mi propia genética puede ayudar a otras personas que están sufriendo. Hasta hace unos años, no tenía idea de que había algo tan inusual en el poco dolor que siento; simplemente pensaba que era lo normal. Descubrir esto ahora me fascina tanto como a cualquier otra persona”.
El descubrimiento en la Vía Láctea que tiene ‘estupefacta’ a la comunidad científica
Una investigación científica que recién salió a la luz este viernes 2 de junio ha causado un remezón en la comunidad científica internacional. Se trata de un estudio que fue realizado por un grupo internacional de astrofísicos que fue publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters y se refiere a unos nuevos hallazgos que hicieron en la Vía Láctea, la galaxia en la cual se encuentra nuestro sistema solar.
De acuerdo con un comunicado de prensa publicado por la Universidad Northwestern, ubicada en Estados Unidos, los investigadores encontraron una serie de nuevos filamentos en el interior de la Vía Láctea.
Según la universidad, el investigador Farhad Yusef-Zadeh ya había descubierto a principios de los años ochenta unos filamentos enormes y unidimensionales que se repartían verticalmente y colgaban cerca del monumental agujero negro que está en el centro de la Vía Láctea, conocido como Sagitario A*.
No obstante, Yusef-Zadeh y su equipo hallaron nuevos filamentos que, sin embargo, son más cortos y se encuentran repartidos de forma horizontal. Según los hallazgos, estos hilos se extienden como “los rayos de una rueda desde el agujero negro”, puntualizó la Universidad Northwestern.
“Estaba realmente atónito cuando vi esto. Tuvimos que trabajar mucho para establecer que no nos estábamos engañando a nosotros mismos. Y descubrimos que estos filamentos no son aleatorios, sino que parecen estar vinculados a la salida de nuestro agujero negro. Al estudiarlos, podríamos aprender más sobre el giro del agujero negro y la orientación del disco de acreción. Es satisfactorio cuando uno encuentra orden en medio de un campo caótico del núcleo de nuestra galaxia”, señaló el investigador.