CRIPTOMONEDAS

¿El coronavirus dio un nuevo aire a las criptomonedas?

Hasta el momento estos activos digitales han pasado con pocos golpes la primera crisis económica de su existencia. ¿Hasta cuándo durará?

30 de abril de 2020
Las búsquedas en Google sobre el bitcóin se dispararon una vez inició la pandemia. Pero en los últimos días se han estabilizado.

Parece que las predicciones del Foro Económico Mundial sobre blockchain, la tecnología del bitcóin, se están cumpliendo. Para el organismo, en 2019 esta tecnología de bloques pasó de ser un boom a tener bases más sólidas y de calidad. Pronosticó que en 2020 se realizarían mayores experimentos con blockchain y se vería su gran potencial para resolver problemas de carácter social.

Y hoy por hoy, gracias a la pandemia parece que esa predicción se está cumpliendo. Nadie tiene duda de que ese fenómeno puso el pie en el acelerador para adoptar nuevas tecnologías. Y blockchain no fue la excepción.

En el mundo ya han nacido iniciativas basadas en esta tecnología para luchar contra el virus. A finales de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) se unió con los gigantes tecnológicos IBM, Oracle y Microsoft para crear un centro de datos basados en tecnología blockchain. MiPasa, nombre del proyecto, recopilará y verificará datos sobre la pandemia sin necesidad de contar con información personal de los ciudadanos del mundo. Se espera que la plataforma alerte a los usuarios si estuvieron cerca de una persona infectada y ver en tiempo real y de manera precisa la propagación el virus.

Pero más allá de esa aplicación, muchos tocan por estos días un tema relacionado con uno de los productos del blockchain: las criptomonedas. Algunos expertos consideran que este año, a pesar de la incertidumbre, podrían consolidarse, en especial el bitcóin.

A principios de año, el valor de esta criptomoneda oscilaba entre US$8.000 y US$12.000. Pero cuando la OMS declaró la pandemia el 11 de marzo, su valor se desplomó más de 70%.

Sin embargo, logró levantarse un poco y, pese a las dificultades a nivel mundial, fue regulando su precio, para cotizarse en los últimos días alrededor de US$6.000. Un escenario similar presentaron criptomonedas como Ethereum, Theter y XRS.

Los promotores de las criptomonedas han destacado su capacidad de recuperación. “El bitcóin nació en una crisis pero nunca la había vivido en carne propia hasta hoy, y pasó la prueba”, afirma Marcelo Granada, CEO de Criptopi.com, una plataforma de negociación de bitcóin. En su concepto, las actuales circunstancias van a despertar interés por estos activos digitales.

Las autoridades han tenido que adoptar decisiones drásticas para enfrentar la crisis, como recortar tasas de interés, adoptar políticas monetarias expansivas basadas en el “dinero helicóptero” y hacer fuertes devaluaciones que afectan la mayoría de mercados. Mientras tanto, las criptomonedas mantienen su elevado nivel de volatilidad.

Para Magdiela Rivas, gerente para América Latina de Paxful, otra plataforma de negociación de bitcóin, que las criptomonedas se desvaloricen menos que las monedas reales podría convertirlas en un activo de refugio. “La gente ve que su dinero pierde valor, lo que los lleva a buscar otras inversiones y las criptomonedas, pese a su alta volatilidad, están más estables en este momento. Esto lleva a que el interés por esa alternativa aumente”, dice.

Sin embargo, otra opinión tienen los expertos en finanzas, para quienes las criptomonedas siguen siendo una inversión de alto riesgo, que no tiene respaldo ni vigilancia de las autoridades. Para ellos solo son recomendables para quienes entienden su funcionamiento, saben cómo se pueden salir y, sobre todo, tienen la capacidad para aguantar grandes desvalorizaciones y fluctuaciones del mercado. Porque los activos más rentables son siempre los más riesgosos.

Pese a esto, crece el interés por este tema. Las búsquedas en Google sobre criptomonedas han aumentado casi al doble en el mundo, y en Colombia ha crecido hasta 400%. Al mismo tiempo creció el intercambio de bitcoines y otras criptomonedas, con más usuarios y mayores volúmenes de negociación.

Ante esto, Rivas señala que las criptomonedas son atractivas, dado que son un bien finito y no las emite un banco central. Esto, según Granada, ha servido para que estos activos tengan una recuperación más rápida, pues no las afectan las medidas de política monetaria o las decisiones de un gobierno.

“Hasta el día de hoy hemos visto al bitcóin como un medio de pago, como un instrumento de especulación. Pero cada vez más la gente está viendo en estos activos características similares a las del oro o la plata, que valen por sí mismos y no dependen de las decisiones de nadie. Es un activo de refugio que es increíblemente volátil”, reitera Granada.

La mirada a estos activos, en especial en este momento, trae un gran reto: su regulación. Los expertos aseguraron que será indispensable plantear una normatividad alrededor de su actividad, no solo para poner límites a los precios, sino también para proteger los inversionistas que confían en las criptomonedas. Y en esto los bancos centrales tendrán un papel crucial.

Así mismo, señalaron que el uso de criptomonedas no puede limitar la implementación y el potencial del blockchain. Para Silvana López, CEO de The Blockchain Challenge, habrá que mirar más allá de estos activos para sacar provecho a las herramientas que pueden tener efectos positivos en la inclusión financiera, en la digitalización y automatización de procesos, y en prevenir los efectos de una crisis aún mayor.

¿Hacia el pago digital?

Se espera que este auge también impulse los pagos digitales. Dado el temor de contagio por el uso de dinero en efectivo, es probable que los gobiernos aceleren hacia implementar los pagos digitales, proceso que llegaría de la mano del blockchain.

Y ya están dando luces al respecto. A principios de abril, el Deutsche Bank aseguró que la covid-19 podría acelerar el interés por las monedas digitales del banco central (CBDC, por su sigla en inglés). En el mundo ya han aparecido varias iniciativas.

Esto dependerá de la implementación de la tecnología y también de la cultura, los cambios de hábito y el acceso a la tecnología. En caso de usar criptomonedas, será necesario evaluar aspectos como la protección al consumidor y las garantías que tendrá al hacer ciertas transacciones.

También habrá que buscar métodos para convertir ese dinero digital en efectivo y luchar contra el uso indebido de las monedas digitales, en especial para pagar por cometer delitos. Justamente una de las razones por las que muchas autoridades económicas no respaldan a las criptomonedas radica en el anonimato que acompaña a sus operaciones, lo que impide hacerles seguimiento.