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Inteligencia artificial podría afectar a profesión que parecía intocable; es una duda que viene del siglo pasado
La preocupación ya no son las máquinas, como tal, sino las diferentes herramientas de inteligencia artificial.
El avance de la inteligencia artificial ha llevado a diferentes profesionales a pensar sobre el futuro de sus carreras y oficios; sin embargo, esta duda viene asaltando al mundo científico desde que los adelantos informáticos comenzaron a despuntar en la década de los 50.
Para esa época, la preocupación que rodeaba las mentes de los científicos estaban centradas sobre el poder de las máquinas que se venían desarrollando en esos años y la posibilidad de que estas pudieran pensar o hacer las tareas que correspondían a la raza humana y que eran propias de sus capacidades racionales.
Esa pregunta la realizó el matemático británico Alan Turing, quien es conocido por ser uno de los padres de la computación. Ahora, 70 años después, esa misma incógnita vuelve a tener relevancia, pero las protagonistas ya no son las máquinas, sino la poderosa inteligencia artificial.
Y es que, según el portal The Conversation, son diferentes escenarios los que hacen pensar esta nueva herramienta no es infalible, pues en diferentes pruebas se ha detectado su vulnerabilidad, lo que deja sobre la mesa la creencia de que esta nueva era tecnológica no sea tan letal para el mundo laboral como se cree.
Pese a esto, la preocupación sigue latente entre muchos profesionales y en especial entre los matemáticos, pues aunque se cree que de sus capacidades depende el desarrollo de la inteligencia artificial, también hay quienes piensan que en algún momento serán sobrepasados por este invento haciendo peligrar sus empleos.
The Conversation recoge la angustia de algunos expertos, quienes señalan que ya esta tecnología está comenzando a solucionar problemas que antes parecían no tener respuesta y que han puesto sobre la mesa la posibilidad de que en algún momento sean reemplazados.
Para la científica cognitiva e informática del Instituto Santa Fe de Nuevo México, Melanie Mitchell, la labor de los matemáticos estaría a salvo hasta que la inteligencia artificial resuelva los problemas que tiene para extraer conceptos básicos luego de haber recopilado información concreta.
“Aunque los sistemas de inteligencia artificial puedan demostrar teoremas, es mucho más difícil idear abstracciones matemáticas interesantes que den lugar a los teoremas en primer lugar”, explicó la experta en el tema científico.
En este mismo sentido, otras profesiones como la modelización, la criptografía, las finanzas y el análisis de riesgo también podrían verse afectadas con la inteligencia artificial; sin embargo, cuentan con algo a favor y es la poca credibilidad que tiene las soluciones planteadas por modelos de IA, lo que lleva a las personas a abstenerse de implementarlas por falta de garantías.
Gracias a esto, los expertos consideran que las matemáticas no tienen en la inteligencia artificial una competencia, sino que será una forma de aliada que le permitirá a las diferentes industrias sacar el mayor provecho. Si bien es cierto que habrá máquinas que realicen el trabajo de los humanos, seguirán existiendo desafíos que necesitarán de mentes brillantes para ser solucionados por matemáticos.
“Parece probable que el aumento del uso de la inteligencia artificial no se traduzca en una disminución general de las oportunidades laborales para los matemáticos, sino que más bien cree posibilidades más diversas dentro de la profesión”, es una de las conclusiones de Ole Paulson, en su blog sobre inteligencia artificial y empleos.
Asimismo, The Conversation también cita a Chris Budd, de la Universidad de Bath, quien señala que “las matemáticas son una actividad creativa, y quizá sea la falta de creatividad lo que impide a los algoritmos de aprendizaje automático hacer matemáticas profundas”.
Pues bien, ahora, 70 años después, las dudas sobre el futuro de los matemáticos siguen siendo las mismas, pero esta vez las protagonistas no son las máquinas, sino la inteligencia artificial, desarrollo que ha puesto a tambalear a otras profesiones.