La forma correcta de frenar una moto para evitar dañar repuesto que le podría salir costoso

En el mundo del motociclismo, la técnica de frenado adecuada no solo es crucial para la seguridad del conductor, sino también para la longevidad de la moto. Los errores en el frenado pueden llevar al desgaste prematuro de los componentes, resultando en costosas reparaciones.

¿Cómo frenar una moto?

Las motos están equipadas con dos tipos principales de frenos: el freno delantero, generalmente operado por una palanca en el manillar derecho, y el freno trasero, controlado por un pedal en el pie derecho. El freno delantero es responsable de aproximadamente el 70 % de la potencia de frenado debido a la transferencia de peso hacia adelante durante la desaceleración.

Por ejemplo, un frenado progresivo es una técnica esencial para evitar el desgaste prematuro de los componentes de frenado. Consiste en aplicar los frenos de manera gradual y suave en lugar de hacerlo bruscamente. Al utilizar el freno delantero, el conductor debe empezar con una presión ligera y aumentar gradualmente hasta que la moto se detenga por completo. Esto reduce el riesgo de bloqueo de la rueda delantera, lo cual puede causar una pérdida de control y daño en los discos y pastillas de freno.

Por su parte, el freno trasero complementa el delantero y es vital para mantener el equilibrio de la moto, especialmente en superficies resbaladizas. Sin embargo, aplicar demasiada presión en el freno trasero puede causar el bloqueo de la rueda trasera, lo que lleva al deslizamiento y al desgaste excesivo de los neumáticos y componentes de freno. La clave está en usar el freno trasero con moderación y siempre en combinación con el freno delantero.

Adicionalmente, otro error común entre los motociclistas es el uso excesivo del freno, especialmente en pendientes descendentes. En lugar de mantener los frenos continuamente presionados, es más efectivo y menos dañino para los repuestos utilizar técnicas de frenado intermitente. Esto implica alternar entre frenar y soltar, lo cual permite que los frenos se enfríen y evita el sobrecalentamiento, que puede causar el desgaste de los discos y pastillas de freno.

La postura del conductor también influye en la efectividad del frenado y en el desgaste de los componentes de la moto. Mantener una postura erguida y relajada, con las rodillas ligeramente flexionadas y el peso distribuido uniformemente, ayuda a mejorar el control de la moto durante el frenado. Esto no solo aumenta la seguridad, sino que también reduce el esfuerzo sobre los frenos.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.