Aire acondicionado
El aire acondicionado puede consumir mucha energía. | Foto: Getty Images

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La forma en que se puede usar el aire acondicionado para evitar que se suba la factura de la luz

El aire acondicionado es una herramienta esencial para sobrellevar las altas temperaturas, pero su uso indebido puede impactar negativamente en la economía del hogar.

Redacción Tecnología
14 de agosto de 2024

El verano trae consigo días soleados y temperaturas elevadas, lo que convierte al aire acondicionado en un aliado indispensable para mantener el hogar fresco y cómodo. Sin embargo, el uso continuo de este aparato puede elevar significativamente la factura de la luz. Afortunadamente, existen estrategias efectivas para aprovechar este aparato sin comprometer el bolsillo.

Ajuste de la temperatura

El ajuste adecuado de la temperatura del aire acondicionado es uno de los factores más importantes para controlar el consumo de energía. Según expertos, la temperatura óptima para mantener un ambiente fresco sin un gasto excesivo es de 24 a 26 grados Celsius. Esta configuración permite que el aparato funcione de manera eficiente sin sobrecargar el sistema ni generar un consumo innecesario.

El aire acondicionado sirve para regular la temperatura de los espacios.
El aire acondicionado sirve para regular la temperatura de los espacios. | Foto: Getty Images

Además, es recomendable no bajar la temperatura de manera drástica cuando se enciende el aire acondicionado, ya que esto no enfría el espacio más rápido y solo incrementa el consumo energético. Es preferible ajustar la temperatura gradualmente para alcanzar el nivel deseado.

También, es conveniente utilizar la función de modo nocturno o “sleep”, que reduce la potencia del aparato durante las horas de sueño, cuando el cuerpo necesita menos frescor para estar cómodo.

Mantenimiento regular del equipo

Un aire acondicionado en buen estado consume menos energía, por lo que el mantenimiento regular es crucial. La limpieza de los filtros es una tarea sencilla pero fundamental, ya que si están sucios obligan al sistema a trabajar más para enfriar el aire, lo que aumenta el consumo eléctrico. Se recomienda limpiarlos cada dos semanas durante los meses de uso intensivo.

Asimismo, es importante revisar que no haya obstrucciones en las rejillas de ventilación y que el serpentín del evaporador esté limpio. Estas tareas pueden realizarse con la ayuda de un técnico especializado, quien también puede verificar el nivel de refrigerante y asegurarse de que no haya fugas en el sistema. Un equipo bien mantenido no solo consume menos energía, sino que también tiene una vida útil más larga, lo que representa un ahorro a largo plazo.

Aprovechar la tecnología y la ventilación natural

Aire acondicionado
Este aparato eléctrico puede llegar a consumir mucha energía. | Foto: Getty Images

La tecnología ha avanzado significativamente, ofreciendo opciones inteligentes para el uso del aire acondicionado. Hoy en día, estos aparatos permiten programar el encendido y apagado en función de la rutina diaria, lo que evita que el aire acondicionado esté funcionando innecesariamente cuando no hay nadie en casa. Estos dispositivos también pueden aprender las preferencias del usuario y ajustar la temperatura automáticamente para optimizar el consumo energético.

Otra estrategia efectiva es combinar el uso del aire acondicionado con la ventilación natural. Durante las primeras horas de la mañana y las noches, cuando la temperatura exterior es más baja, es posible apagar el aire acondicionado y ventilar el hogar abriendo ventanas y puertas. Este simple acto permite refrescar los ambientes sin gastar electricidad.

También se pueden utilizar ventiladores de techo o de pie para mantener el aire en movimiento, lo que ayuda a mantener una sensación de frescor sin necesidad de bajar la temperatura del aire acondicionado.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.