La palabra que nunca se debe decir en una entrevista de trabajo porque evita que lo contraten, según la inteligencia artificial

Hoy en día, conseguir empleo es una tarea ardua que requiere esfuerzo, sacrificio e inteligencia, ya que el mercado laboral es cada vez más competitivo. Por ello, las personas deben mantenerse actualizadas con las nuevas tendencias para lograr obtener el puesto de sus sueños.

Uno de los aspectos clave en este proceso es una buena hoja de vida, en la que se incluyen datos que reflejan el perfil profesional del candidato, como estudios, experiencia y habilidades. Aunque esto es fundamental para dar el primer paso, hay un aspecto que a menudo pasa desapercibido, pero que resulta decisivo: la entrevista de trabajo.

Durante la entrevista, el objetivo principal es evaluar si el candidato es adecuado para el puesto y si se ajusta a la cultura de la organización. Estos momentos son cruciales en la carrera profesional de cualquier individuo. En estos encuentros, los postulantes tienen la oportunidad de impresionar a los reclutadores y demostrar que son la mejor opción para el puesto. Sin embargo, hay ciertas palabras y frases que, al ser pronunciadas, pueden generar una impresión negativa y, en consecuencia, llevar a que el candidato no sea seleccionado. En ese sentido, ChatGPT realizó un análisis profundo y reveló qué es lo que nunca se debe decir durante una entrevista de trabajo.

Las palabras que nunca se deben decir en una entrevista de trabajo

“Dinero”

Si bien es natural que los candidatos estén interesados en la compensación, centrar la conversación en el salario desde el principio puede dar la impresión de que el postulante está más preocupado por lo que ganará que por las responsabilidades del puesto o por la cultura de la empresa. Los reclutadores buscan a personas comprometidas y apasionadas por lo que hacen, por lo que es recomendable esperar hasta que el entrevistador saque el tema de la compensación o plantear la cuestión de manera sutil y en el momento adecuado.

“Desesperado”

Este término puede reflejar una falta de confianza y, al mismo tiempo, hacer que el reclutador piense que el candidato aceptaría cualquier oferta, independientemente de si se ajusta a sus habilidades o intereses. En lugar de mostrar desesperación, es más eficaz expresar interés y entusiasmo por la oportunidad específica. Un enfoque positivo puede ayudar a que el reclutador vea al candidato como alguien con opciones y valor en el mercado laboral.

“Frustrante”

Al hablar sobre experiencias pasadas, un candidato podría mencionar desafíos en trabajos anteriores. Sin embargo, si lo hace de manera negativa, como describiendo una experiencia laboral como “frustrante”, puede transmitir la idea de que no sabe manejar la adversidad. Es importante enmarcar las dificultades en un contexto de aprendizaje, utilizando frases que resalten la resiliencia y la capacidad de encontrar soluciones.

“No sé”

Si bien es importante ser honesto, no saber la respuesta a una pregunta puede ser un momento delicado. En lugar de simplemente aceptar la ignorancia, el candidato podría reformular la respuesta diciendo algo como “No tengo experiencia directa en eso, pero estoy dispuesto a aprender”. Esta respuesta no solo muestra humildad, sino también una actitud abierta y receptiva, lo que es muy valorado por los empleadores.

“Siempre” y “nunca”

Estas palabras pueden parecer absolutas y rígidas, dando la impresión de que el candidato es inflexible. En un entorno laboral, la adaptabilidad es clave. Al responder preguntas, es mejor utilizar un lenguaje que indique disposición para adaptarse y aprender. Expresiones como “he tenido la oportunidad de...” o “en la mayoría de los casos...” son más efectivas para mostrar una actitud positiva y abierta.

Por último, el uso de palabras negativas para describir a empleadores anteriores o compañeros de trabajo puede ser un gran error. Frases que sugieren resentimiento o críticas hacia exjefes o colegas pueden dejar una mala impresión. Los reclutadores buscan candidatos que puedan trabajar en equipo y que tengan una actitud profesional. En lugar de hablar negativamente de experiencias pasadas, es preferible centrar la conversación en las habilidades adquiridas y en cómo se han enfrentado a los desafíos.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.