Celulares
¿La pantalla de tu celular hace que envejezcas más rápido?
Una nueva consecuencia de la exposición constante a la luz azul ha sido descubierta.
Según un estudio realizado por la Oregon State University, la luz azul de los dispositivos puede causar un deterioro acelerado de las células del cuerpo. Este efecto degenerativo no solo afecta tejidos que están diseñados para la percepción de la luz, sino también en la producción de neurotransmisores y en diferentes vías vitales del metabolismo.
La luz azul artificial puede ser encontrada en casi todos los dispositivos móviles, debido a su capacidad de mostrar imágenes, colores y otros gráficos con increíble precisión y eficiencia. En otras palabras, la luz azul es responsable de la alta definición en los dispositivos. Sin embargo, la prolongada exposición a ella ha sido relacionada con daños en las retinas y con el aumento del riesgo de sufrir glaucoma.
Con este nuevo estudio se ha evidenciado que no solo tiene efectos degenerativos en los ojos sino también en diferentes tejidos como la piel y las neuronas. El experimento constó de exponer un grupo de moscas a las ondas de luz azul, estas mostraron síntomas de envejecimiento acelerado, reducción de su habilidad motora, neurodegeneración cerebral e incluso una reducción en su esperanza de vida.
Estos efectos son causados porque la luz azul interfiere con las vías metabólicas del cuerpo, tras la constante exposición a la luz azul se aumenta el nivel del metabolito succinato y decrece el nivel de glutamato. El primero ayuda a la creación de energía en las células y a su crecimiento; mientras que el segundo ayuda a la comunicación entre neuronas. En otras palabras, la luz azul bombardea a las células de energía, mientras que ‘apaga’ las funciones neuronales.
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¿Y eso es todo?
No, los dispositivos pueden tener muchos más efectos negativos en la salud. Según estudios realizados por Tristan Harris, exdiseñador de Google y fundador del Centro para una Tecnología Humana, revisar el celular a primera hora hace que el cerebro se despierte de manera intranquila y con una sensación de estrés.
Él afirma que este hábito de hecho genera un ‘secuestro mental’ y unos minutos se pueden transformar en horas de revisar cada aplicación. Esto hace que los primeros momentos del día sean poco productivos y que el inicio de la jornada esté lleno de estrés y ansiedad. Es decir, las personas que revisan su celular como primera actividad del día mantienen un alto nivel de cortisol en su organismo. A largo plazo esto puede acarrear enfermedades cardiacas, derrames cerebrales e incluso repercusiones en órganos como el hígado o los ojos. Debido a que el estrés tiene síntomas físicos como el aumento de la presión arterial.
Adicionalmente, usar el celular ya sea justo antes de dormir o luego de despertar puede modificar la producción de melatonina en el cuerpo, esta es la encargada de regular el ciclo circadiano, responsable de las horas de sueño en el organismo. En otras palabras, el celular y otros dispositivos pueden generar cambios en los ciclos de sueño, ya sea insomnio o somnolencia a lo largo del día.
¿Se está haciendo algo desde la fabricación de dispositivos para reducir esto?
Hoy en día muchos celulares vienen con la función para activar el modo oscuro o un filtro de luz azul. De hecho, esta función se puede encontrar tanto en móviles Android y iOS, en tablets con estos sistemas operativos o en computadores Windows y Mac. Además hay aplicaciones que ayudan a cambiar la configuración de la pantalla para reducir el contraste, el brillo y la exposición que más se ajuste a cada persona.
Aplicaciones como Twitter, WhatsApp, Facebook, Telegram, Instagram, entre otras ya pueden ser usadas en modo oscuro. Esto no solo tiene el objetivo de reducir la exposición a la luz azul y también implica un consumo de batería, pues al usar un patrón de color oscuro no se encienden los píxeles que muestran el color negro.
Adicionalmente, se pueden usar gafas con filtro de luz azul o comprar una pantalla protectora para los computadores, estos accesorios desvían las ondas de luz azul para evitar que impacten directamente con los tejidos oculares. Sin embargo, no tienen en cuenta los otros tejidos (como la piel) que pueden ser afectados.
A pesar de esta funcionalidad y accesorios, la luz azul está presente de manera constante en la vida de muchas personas. Está en el celular que acompaña toda la rutina, en el computador en el que se trabaja, incluso en las luces LED que iluminan los hogares; así que la respuesta real es que la exposición a esta luz depende de cada persona y de los hábitos que mantenga. Evitar usar el celular antes y luego de dormir, reducir las horas que se mantiene en exposición constante a una pantalla, salir a recibir luz natural, mantener una alimentación balanceada con antioxidantes, hacer actividad física para mantener la salud de las células; cada una de estas soluciones depende de la persona más que de la tecnología.