Pagos online
Las 7 creencias que lo hacen ver como un viejito en sus pagos online
Gran parte de la población adulta está bancarizada y más allá de eso, evita las filas en los bancos al momento de hacer sus pagos más usuales. Para eso acude a canales como Internet, donde la penetración de este servicio sigue mejorando, gracias que más ciudadanos ya compra un smartphone.
Sin embargo, el reto es grande para otros modelos de negocio donde las aplicaciones están servidas para atraer la atención de adultos y jóvenes. Esa es una oportunidad para cualquier banco que quiere digitalizar procesos. Ya se puede pedir una tarjeta de crédito por canales virtuales, como también abrir cuentas de ahorro, como el caso del Banco de Bogotá y su laboratorio digital.
Otros como el BBVA Colombia ofrecen CDT en línea, como también fondos colectivos de inversión con montos desde $20.000 mensuales, abiertos y con bajas tarifas de administración.
Sin embargo, queda mucha población por atender de personas que siguen teniendo miedo a hacer su migración digital. Las transacciones por internet en Colombia van en constante aumento de acuerdo con las cifras más recientes de ACH Colombia, que aseguran que en el primer semestre del 2018 se realizaron 165 millones de transacciones electrónicas en diferentes formatos. Es así como la confianza y credibilidad de los colombianos frente al comercio electrónico indica un alto crecimiento, que se ve representado en la realización de diferentes tipos de pagos a través del botón PSE.
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Sin embargo gran parte de la población, en su mayoría adulta, aún no confían en la realización de transacciones electrónicas, debido a una serie de mitos o tabúes que existen, identificados por Grupo AVAL y que son descritos a continuación:
Mito 1: Realizar transacción online no es seguro
Realidad: Es tan seguro que durante el primer semestre de 2018 los pagos en línea a través de PSE crecieron 36% respecto al 2017, de acuerdo a un estudio de ACH Colombia, y en lo que va de este año se han realizado más de 77 millones de pagos, lo que demuestra la confianza que cada vez más están depositando las personas en esta alternativa de pago. Esto también gracias a los protocolos de seguridad brindados por las entidades financieras, a través del establecimiento de protocolos como los token y los topes.
¡Recuerde!: Retirar dinero en efectivo en los cajeros te expone a situaciones de peligro tales como robo o asalto, con las transacciones electrónicas te evitas este riesgo.
Mito 2: Es costoso realizar transacciones online
Realidad: Esto depende del tipo de convenio que exista entre la entidad financiera y las diferentes entidades o comercios a los que se realiza el pago. Pero en la mayoría de los casos a los usuarios no les aplica ningún tipo de sobre costo.
Actualmente hay plataformas de pago Online como PayPal, PayU, Google Wallet y Aval Pay Center que permiten realizar el pago de productos y obligaciones financieras de un banco desde cuentas de ahorro, corriente o con tarjeta de crédito de otras entidades financieras sin generar ningún tipo de cobro. Por ejemplo: Si usted tiene un crédito de vehículo del Banco de Occidente, puede realizar el pago de la cuota con recursos de otra entidad financiera (diferente a los bancos de Grupo Aval), y no se genera ningún tipo de cobro por la transacción.
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Mito 3: Se roban la información personal
Para la gran parte de las personas este es el mayor temor a la hora de realizar transacciones por internet, pero hoy día los comercios y plataformas de pago invierten considerablemente tiempo, dinero y esfuerzo para proteger a sus usuarios.
Sin embargo no sobra mencionar que se debe confiar solo en las empresas o entidades reconocidas, con algún tipo de respaldo y posicionadas en esta materia. ACH Colombia es un sistema que permite a las entidades financieras la compensación de fondos a través de transacciones electrónicas por concepto de pagos y transferencias.
Mito 4: Las transacciones online sólo se pueden hacer desde una computadora
Realidad: Todo tipo de transacción electrónica puede hacerse desde cualquier dispositivo móvil que cuente con conexión a internet o datos móviles (teléfonos móviles, computadoras portátiles, tabletas, consolas de videojuego).
Se recomienda siempre hacerlo desde un dispositivo de confianza, que sea de uso personal y evitar realizar este tipo de operaciones en computadores de lugares públicos como café internet.
Mito 5: Es mejor ir al banco a hacer los pagos y las transacciones de manera personal
Realidad: Muchas veces las personas creen que no hay como tener el sello o comprobante de las transacciones en tinta y papelería oficial de la entidad, pero esto ya no es necesario, ya si se trata de tener un control y registro de los pagos; cuando se hacen de manera online el soporte llega al correo electrónico o bien se puede tomar un pantallazo y guardarlo en el teléfono o computador.
De esa manera también se ahorra papel, siendo esta alternativa amigable con el medio ambiente.
Mito 6: Las transacciones no son en tiempo real
Realidad: A veces se considera que al hacer pagos por internet estos no se van a ver reflejados de manera inmediata y pueden tardar varios días en procesarse. Pero hoy la tecnología y los desarrollos en el mundo financiero, permiten que los pagos sean en tiempo real, hasta el punto de verse reflejado en los establecimientos de manera inmediata.
Mito 7: Sin tarjeta de crédito no se pueden hacer transacciones por internet
Realidad: Si bien es cierto que la tarjeta de crédito es una de las maneras más comunes y posicionadas para hacer transacciones electrónicas, no es la única alternativa. También se pueden hacer con tarjeta débito de cuentas de ahorros o corriente.
Es así como las innovaciones tecnológicas están a la orden del día y la Banca no se puede quedar atrás, por lo que de un tiempo para acá ofrece diferentes alternativas electrónicas como: aplicaciones de pago, centros virtuales de pago (Aval Pay Center) o portales transaccionales propios de cada entidad, en procura de la comodidad y la optimización de tiempo para sus clientes. De ellos depende cual se ajusta mejor a sus necesidades.
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