“Las freidoras de aire son mentira”, según doctor. ¿Por qué?

La búsqueda de alternativas más saludables en la cocina ha llevado a una revolución en la forma en que las personas preparan sus platos favoritos. En este contexto, las freidoras de aire se han convertido en una innovación culinaria que permite disfrutar de alimentos crujientes y deliciosos con menos aceite y grasa.

Estos electrodomésticos inteligentes han capturado la atención de cocineros aficionados y profesionales por igual, transformando la forma en que se abordan las recetas clásicas. Las freidoras de aire funcionan utilizando tecnología de convección y radiación infrarroja.

Ante su evidente auge, las airfryer han causado todo tipo de controversia, muchos aseguran que han llevado la cocina a un nuevo nivel al ofrecer una alternativa más saludable y conveniente para cocinar alimentos crujientes y sabrosos.

Sin embargo, otros no creen que sean del todo convenientes para sostener una buena salud, y su mal uso podría tener graves consecuencias. Como lo expuso el Doctor Julio, a través de sus redes sociales, “las freidoras de aire son mentiras porque primero no son freidoras, cocinas por convección”.

El profesional de la salud indicó que su funcionamiento se trata de una resistencia eléctrica que produce calor y un ventilador que riega todo ese calor en el recipiente. Así mismo, aclaró que las freidoras son tan saludables según lo que la persona vaya a cocinar.

“Si cocina sus carbohidratos como papás por encima de 170 grados, se producen acrilamidas que son fuertes oxidantes y están vinculadas al cáncer”, manifestó el doctor.

Así las cosas, el doctor Julio invitó a las personas que quieren darle buen uso a su freidora de aire, a cocinar alimentos naturales como verduras sin grasa, pescados azules como el salmón, sin agregar aceite, igualmente con las papas y se deben cocinar por debajo de 170 grados.

Es importante tener en cuenta que la controversia en torno a las freidoras de aire a menudo depende del contexto en el que se utilicen y de la elección de los alimentos que se cocinen. Este electrodoméstico puede ser una herramienta valiosa en una dieta equilibrada cuando se utilizan de manera consciente y se combinan con ingredientes nutritivos. No obstante, si se usan como una excusa para consumir grandes cantidades de alimentos fritos de manera regular, los beneficios potenciales pueden verse minimizados.

La moderación y la educación son clave

En última instancia, la controversia en torno a las freidoras de aire subraya la importancia de la educación y la moderación en la cocina. Las airfryer pueden ser una herramienta útil para aquellos que buscan reducir el consumo de grasas y calorías, siempre y cuando se elijan ingredientes saludables y se sigan pautas de preparación sensatas.

La clave está en comprender las implicaciones nutricionales de los alimentos que se cocinan y tomar decisiones informadas que se alineen con los objetivos individuales de salud y bienestar.

Al final del día, las freidoras de aire son una herramienta más en la cocina moderna, y su lugar en la mesa dependerá de cómo se integren en un enfoque equilibrado de la alimentación.

¿Cuál es la forma correcta de limpiar una freidora de aire sin dañarla?

• Se debe desconectar la freidora de aire de la toma de corriente y dejarla enfriar durante al menos 30 minutos antes de comenzar la limpieza.

• Retirar con cuidado la bandeja y la cesta de la freidora, dichas partes son las que tienden a acumular la mayor cantidad de residuos de alimentos y grasa.

• Sacudir suavemente los residuos de alimentos sueltos de la bandeja y la cesta en el bote de basura. Evitar usar utensilios afilados o abrasivos para retirar la suciedad porque se podría dañar el revestimiento antiadherente.

• La mayoría de las bandejas y cestas de las freidoras de aire son aptas para lavavajillas, lo que facilita la limpieza. Sin embargo, también puede lavarlas a mano con agua caliente y detergente suave. La clave es asegurarse de secarlas completamente antes de volver a colocarlas en el electrodoméstico.

• Utilizar un paño suave y húmedo o una esponja no abrasiva para limpiar el interior de la freidora. Evitar rociar agua directamente en el interior o sumergirla en agua. También es importante prestarle atención a las áreas donde se acumula la grasa, como la parte superior y la base del cajón de la freidora.