Un televisor inteligente puede convertirse en una seria amenaza para sus usuarios.
Un televisor inteligente puede convertirse en una seria amenaza para sus usuarios. | Foto: Getty Images

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Las señales previas que presenta su televisor, justo antes de que se queme

Hacer caso omiso a este tipo de advertencias provocaría graves daños al hogar.

Redacción Tecnología
5 de septiembre de 2024

Cuando la pantalla del televisor presenta problemas, es común preguntarse si se trata de una falla temporal o si el daño es permanente. La posibilidad de que la pantalla esté quemada puede ser alarmante, pero existen señales claras que ayudan a identificar si es necesario un cambio de dispositivo o una reparación costosa.

Una de las señales más comunes y frustrantes de que la pantalla del televisor está quemada es que el sonido sigue funcionando perfectamente, pero la imagen desaparece. En este caso, el televisor puede encenderse como de costumbre, incluso los canales y el volumen se pueden cambiar, pero la pantalla permanece completamente en negro. Este problema puede estar relacionado con un fallo en el sistema de retroiluminación LED o LCD, lo cual, en algunos casos, significa que la pantalla está dañada de manera irreversible.

El televisor puede presentar fallas con la imagen.
El televisor puede presentar fallas con la imagen. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Otra variante de este problema es cuando la pantalla parpadea brevemente al encenderse, pero luego se apaga por completo. Si bien podría tratarse de un problema con el cableado o el conector de la pantalla, si persiste, lo más probable es que la pantalla esté quemada. En estos casos, la reparación puede ser costosa, y muchos usuarios optan por reemplazar el televisor en lugar de repararlo.

Otro signo claro de que la pantalla del televisor se ha quemado son las líneas horizontales o verticales que aparecen en la imagen. Estas líneas suelen ser de color negro, blanco o de tonos brillantes, y pueden extenderse a lo largo de toda la pantalla. A veces, también se observan manchas oscuras que no desaparecen, incluso al cambiar de canal o desconectar y reconectar el televisor.

Estas anomalías en la pantalla son a menudo un indicativo de daños físicos en los paneles internos de la pantalla, lo que puede ser consecuencia de un golpe, presión excesiva o simplemente el desgaste natural del dispositivo. Si el televisor ha sido sometido a temperaturas extremas, como calor excesivo o exposición prolongada al sol, la pantalla también puede presentar quemaduras que se manifiestan en estas formas. La acumulación de estas fallas con el tiempo puede terminar por inutilizar el televisor por completo.

Además de las líneas y manchas, la aparición de imágenes fantasma es otro indicador. Esto ocurre cuando una imagen anterior queda permanentemente marcada en la pantalla, a pesar de que el televisor está reproduciendo una nueva escena. Este fenómeno, conocido como “burn-in”, es común en los televisores OLED y plasma, donde los píxeles pueden quemarse si se muestra la misma imagen fija durante mucho tiempo.

Los SmartTV pueden sufrir diferentes tipos de fallas en su imagen.
Los SmartTV pueden sufrir diferentes tipos de fallas en su imagen. | Foto: Ilustración generada por IA Bing Image Creator

El descoloramiento o distorsión de la imagen es una señal inequívoca de que la pantalla del televisor podría estar quemada. Los colores pueden aparecer más apagados o completamente alterados, y las imágenes pueden parecer estiradas o deformadas. Si se nota que los colores ya no son uniformes en toda la pantalla y hay áreas donde los tonos parecen irreales, como si estuvieran sobreexpuestos o demasiado saturados, es probable que haya un daño considerable en los píxeles de la pantalla.

En algunos casos, el problema puede estar relacionado con un mal funcionamiento del software o del cableado, pero si el televisor ha estado en uso durante muchos años o ha sufrido golpes, la causa subyacente suele ser el deterioro de la pantalla. Las pantallas LCD, por ejemplo, pueden presentar un tinte rosado o verde cuando los cristales líquidos internos se dañan, mientras que las pantallas OLED son más susceptibles al quemado de píxeles, lo que provoca parches de colores que no desaparecen.

Este tipo de daño puede empezar de manera sutil, pero si no se atiende, tiende a empeorar con el tiempo, lo que afecta la calidad de la imagen hasta que el televisor se vuelve inutilizable. En algunos casos, la distorsión de color puede estar limitada a un área de la pantalla, pero si se expande, es una señal clara de que el televisor requiere un reemplazo.

Una vez identificadas estas señales, la pregunta más importante es si el televisor debe repararse o ser reemplazado. Si la garantía del televisor todavía está vigente, es recomendable contactar al servicio técnico del fabricante para una evaluación. Sin embargo, si el daño es irreversible y el televisor tiene varios años de uso, el costo de la reparación podría superar el precio de un televisor nuevo.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.