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Los científicos no lo esperaban: ¿por qué las temperaturas de 2024 están batiendo récords?
Las temperaturas de 2024 han superado todos los récords, sorprendiendo a los científicos que no esperaban un aumento drástico.
En 2024, las temperaturas globales están alcanzando niveles inéditos, sorprendiendo incluso a los expertos del clima. Según el Instituto Goddard de Investigaciones Espaciales (GISS) de la Nasa, los registros de calor entre junio y agosto de este año superaron los de 2023, posicionándose como los más altos en la historia de la medición moderna de temperaturas.
Este fenómeno ha dejado perplejos a climatólogos, que siguen buscando explicaciones para un aumento tan pronunciado, a pesar de que el calentamiento global impulsado por la actividad humana sigue siendo la principal causa del cambio climático.
Un calor excepcional e inesperado
El año 2024 ha comenzado con temperaturas globales que no solo superan las expectativas, sino que baten récords mensuales. “El calor excepcional también se extendió a otras estaciones del año, con temperaturas globales que batieron récords durante 15 meses consecutivos, desde junio de 2023 hasta agosto de 2024″, señala el GISS.
Gavin Schmidt, director del GISS, ha calificado esta anomalía de “aleccionadora” y “desconcertante”, pues, a pesar de la previsibilidad del cambio climático, el grado de calor registrado en los últimos meses ha sobrepasado las proyecciones más pesimistas.
En un análisis reciente, Schmidt comentó que el aumento de las temperaturas en 2023 fue mucho más grande de lo que cualquier modelo había previsto, y el calor de 2024 está siguiendo una trayectoria similar. “Quisiera saber por qué, pero no lo sé. Todavía estamos en el proceso de evaluar lo que sucedió y si estamos viendo un cambio en la manera en que funciona el sistema climático”, dijo Schmidt, subrayando la incertidumbre en la comunidad científica.
Las proyecciones de calor y el impacto de El Niño
El modelo utilizado por los climatólogos para predecir las temperaturas globales, basado en una ecuación estadística que evalúa las tasas de calentamiento de las últimas dos décadas, había anticipado que las anomalías de la temperatura global alcanzarían un pico hacia principios de 2024, como respuesta tardía al fenómeno de El Niño.
Sin embargo, el calor comenzó a incrementarse mucho antes de lo esperado, con un incremento de hasta 0,5 grados centígrados por encima de los récords previos. Este cambio abrupto en los patrones térmicos ha dejado perplejos a los científicos.
Schmidt había proyectado que las temperaturas de 2023 estarían alrededor de 1,22 grados Celsius por encima de los valores de referencia de 1951 a 1980, lo que lo habría situado entre los tres años más cálidos registrados, pero no como el año récord que terminó siendo. Las mediciones de la temperatura global de 2024, hasta el momento, no solo han continuado con esta tendencia, sino que han superado los máximos históricos de 2023, manteniendo el calor extremo mes tras mes.
Factores climáticos y errores de predicción
Según la investigación, la explicación inicial del fenómeno de 2023 y 2024 se encuentra en el calentamiento global debido a las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, el exceso de calor en estos últimos años no puede ser explicado solo por estos factores. El Sol, por ejemplo, se encontraba en su ciclo de mayor actividad durante 2023, pero el aumento de la radiación solar tampoco justifica los valores de temperatura tan elevados.
El fenómeno de El Niño, que se espera incremente las temperaturas globales debido al calentamiento del océano Pacífico, es otro factor influyente. No obstante, el efecto de El Niño no llegó a explicarse completamente en las anomalías de temperatura de 2023 y 2024. Aunque los científicos pensaban que El Niño alcanzaría su punto máximo a comienzos de 2024, los registros de calor comenzaron antes y con una intensidad mayor.
El impacto de la reducción de contaminación
Uno de los factores que se está considerando como contribuyente al aumento inesperado de las temperaturas es la reducción de la contaminación por aerosoles. Investigaciones recientes han señalado que las regulaciones más estrictas sobre el contenido de azufre en los combustibles del transporte marítimo, junto con la caída de la actividad marítima durante la pandemia, han reducido la cantidad de aerosoles en la atmósfera.
“Las emisiones de aerosoles de azufre promueven la formación de nubes brillantes que reflejan hacia el espacio la luz solar entrante y tienen un efecto de enfriamiento neto”, señala la investigación.
Los aerosoles de azufre tienen un efecto de enfriamiento en la atmósfera, al reflejar la luz solar hacia el espacio, por lo que su disminución ha permitido que más radiación solar llegue a la Tierra, lo que a su vez contribuye al aumento de las temperaturas. Según el investigador Tianle Yuan, este fenómeno ha tenido un impacto directo en el calentamiento global de 2023, aunque la magnitud precisa del efecto sigue siendo tema de debate.