Tecnología
Los cinco lugares de la cocina donde nunca debería poner el microondas
Los microondas necesitan suficiente espacio alrededor para ventilarse adecuadamente.
El horno microondas es un electrodoméstico que ha ganado popularidad con el paso de los años gracias a su versatilidad para calentar comidas y bebidas al instante. Dado que es un dispositivo muy utilizado en los hogares, es importante considerar ciertos aspectos al momento de comprarlo, ya que existe una gran variedad de tamaños y modelos que se adaptan a necesidades individuales.
Por ejemplo, lo primero que se debe considerar es el tamaño, de acuerdo con el espacio disponible en la casa para instalarlo. Una vez que tenga las medidas claras, es importante dejar cinco centímetros libres a los lados, 10 centímetros en la parte superior y 20 centímetros en la parte trasera para asegurar una correcta ventilación del aparato.
Otro punto importante es la capacidad, que se mide en litros. Existen modelos desde 17 hasta 40 litros. Si el uso es para tres personas, lo más recomendable es escoger uno entre 17 y 25 litros. En ese mismo sentido, las funciones que ofrece son clave, ya que muchos electrodomésticos modernos permiten descongelar, gratinar, dorar o cocinar alimentos. Además, algunos cuentan con un panel digital, diseñado para controlar la temperatura y el tiempo de cocción.
Por otro lado, un aspecto que a menudo pasa desapercibido es el lugar donde se ubica el microondas. Es importante elegir una ubicación adecuada, ya que errores en esto pueden no solo afectar el desempeño del electrodoméstico, sino comprometer la seguridad del hogar.
Uno de los lugares de la cocina donde nunca se debe ubicar el microondas es encima de la estufa o el horno a gas. El calor, el humo y la grasa pueden afectar la vida útil del electrodoméstico.
Además, colocar el microondas en un hueco demasiado pequeño tampoco es recomendable. Como se mencionó, el aparato necesita suficiente espacio para su ventilación; de lo contrario, podría sobrecalentarse y causar un cortocircuito. Asimismo, si la parte trasera no encaja correctamente, existe el riesgo de que el electrodoméstico se caiga.
El tercer lugar a evitar es cerca de la nevera. A menudo, para ahorrar espacio, se ubica el microondas al lado o incluso en el techo del refrigerador. Sin embargo, esto añade calor extra, lo que puede afectar los componentes internos de la nevera y provocar daños prematuros.
Colocar el microondas cerca del lavavajillas, donde se limpian verduras y utensilios, también es un error común. Esto expone el electrodoméstico a salpicaduras de agua o jabón, lo que puede entorpecer su funcionamiento e incluso causar un incendio si el cableado se moja.
Finalmente, no es recomendable colocar el microondas a la altura del rostro, dado que esto puede representar un riesgo para la seguridad de la persona que lo utiliza. La ubicación alta dificulta retirar los platos correctamente, lo que podría causar quemaduras u otros accidentes domésticos.