Tecnología
Los enemigos ocultos en el hogar que hacen que el recibo de la luz llegue carísimo; hay varios que parecen inofensivos
Hay algunos que se pueden desconectar para evitar el impacto en el consumo.
Si bien es cierto que los electrodomésticos hacen la vida más fácil, también lo es que su uso incremente el recibo de energía a final de mes; sin embargo, hay unos aparatos que consumen mucho más que otros, incluso estando apagados, lo que muchos expertos denominan los dispositivos vampiros.
Aunque se cree que apagarlos evitará el consumo de energía, la realidad es que esas pequeñas luces led rojas que indican que no se están usando, también requieren de electricidad para encenderse, algo que se ve reflejado en las cuentas mensuales.
El tiempo de uso, las veces que se enciendan a la semana y lo necesarios que resulten, son variables que definen qué tanto consumen; sin embargo, un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios de España (OCU) incorporó a este listado algunos electrodomésticos y gadgets que parecen inofensivos, pero que pueden estar ayudando a elevar el gasto de energía en el hogar.
Según esa organización, estos son los cuatro electrodomésticos que más consumen:
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— Impresora: 52,6 kWh/año
— Router: 35,0 kWh/ año
— Equipo de sonido: 35,0 kWh /año
— Altavoces tipo Alexa o Google: 26,3 kWh/ año
Lo llamativo de este listado es que aparecen dispositivos como los asistentes de voz o parlantes inalámbricos, electrodomésticos que pareciera que no representan un gran consumo, pero que, según la OCU, si parecen estar desangrando el bolsillo de los usuarios. Una de las razones que esbozan, es que para lograr aprovecharlos, deben mantenerse conectados, de lo contrario no podrían automatizar las tareas que los usuarios les encargan.
En contraste, hay otros dispositivos que pueden permaneces desconectados, como los equipos de sonido y la impresora, electrodomésticos que no necesariamente deben estar enchufados a la pared cuando se está fuera de casa o cuando no se están utilizando.
Una de las soluciones que plantean para ahorrar energía y contribuir al cuidado del planeta, es utilizar dispositivos inteligentes que regulen la corriente y que apaguen estos aparatos después de cierto tiempo de inactividad, lo que podría aliviar el bolsillo de sus dueños.
Su horno microondas tiene una peligrosa función que al usarla hará que se dispare la factura de la luz
Es clave reconocer qué funcionalidades de ciertos equipos pueden contribuir a incrementar el gasto de energía, para así adoptar medidas que ayuden a impedir esa situación.
Ese es el caso del horno microondas, uno de los electrodomésticos más empleados en miles de hogares al ser un equipo que permite calentar los alimentos o preparar recetas en cuestión de minutos.
Sin embargo, ese equipo eléctrico cuenta con una funcionalidad que puede ser de gran utilidad, pero que es poco recomendable porque genera un impacto considerable en el recibo de luz si se utiliza constantemente.
Se trata de la opción que permite descongelar la carne y otros alimentos a través del horno. Aunque es una gran ventaja eliminar el hielo de la comida en tan solo un par de minutos ese beneficio representa un importante gasto energético.
De manera que es recomendable usar el botón de descongelar alimentos de horno microondas en casos especiales en donde es realmente urgente tener la carne, el pollo u otro alimento listo para prepararlo con otros productos.
Por otra parte, tampoco se aconseja acudir a otros equipos eléctricos como la freidora de aire (AirFryer) como una herramienta para descongelar alimentos rápidamente, puesto que esa alternativa también puede producir innecesario gasto de energía.
El método más recomendable para descongelar alimentos sin tener que acudir al horno microondas es llevar la comida que está en el congelador al interior de la nevera. De esta manera ese producto sufrirá una reducción en su temperatura y gradualmente comenzará a perder el hielo.
Aunque este método demanda de más tiempo para poder lograr descongelar totalmente un trozo de carne o pollo, es una alternativa que elimina al 100 % el riesgo de que se presente un consumo innecesario de energía eléctrica.
Otra opción es sacar la comida fuera del refrigerador y esperar a que pasen varias horas, sin embargo, es importante tener cuidado para que el alimento no sufra un daño que pueda producir una intoxicación tras su consumo.