Manual para jugadores: ¿Qué diferencia hay entre una silla gamer y una silla de oficina tradicional y cómo detectar imitaciones?

En los últimos años, el mundo de los videojuegos ha tenido una importante transformación, la cual ha permitido que aparezcan diferentes tipos de jugadores, quienes tienen persiguen diferentes objetivos o experiencias a la hora pasar su tiempo ante un título.

Esta situación también ha causado que los dispositivos y accesorios para jugar también evolucionen en la medida de las necesidades del usuario, pues un jugador casual no requiere los mismos elementos que un gamer profesional que juega desde un PC.

Gracias a ello han aparecido mouses y teclados con características específicas para sostener partidas online, de igual manera, ahora existen sillas gamer para las personas que pasan varias horas jugando en un computador de escritorio.

Sin embargo, algunos jugadores albergan varias dudas sobre las sillas gamer y las características que poseen. Por ese motivo, SEMANA consultó con expertos para conocer qué diferencias existen entre una silla gamer o las que usualmente se usan en las oficinas.

¿Qué diferencia hay entre una silla gamer y una silla de oficina tradicional?

Una característica clave que una verdadera silla gamer debe ofrecer es una buena capacidad de configuración, con los ajustes necesarios para proveer una brindar postura cómoda y saludable.

Ese elemento ayuda a que el usuario pueda tener largas de sesiones de juego sin que sufra lesiones.

Mientras que algunas sillas de oficina tradicionales, no cuentan con funciones como el respaldo reclinable o los apoyabrazos regulables.

¿Estas sillas están hechas de un material diferente?

Cristhian Leal, gerente de territorio para Colombia, Ecuador y Venezuela de PRIMUS le indicó a SEMANA que las sillas gamers no están fabricadas necesariamente con materiales diferentes a los de las sillas tradicionales.

No obstante, en ambas alternativas se pueden encontrar opciones sencillas o de gama alta, en las que los materiales utilizados pueden variar.

Ciertas sillas pueden tener un marco de metal soldado para el asiento y respaldo, junto a plásticos de alta resistencia que ayudan a soportar mucho peso.

¿Qué características específicas debe tener toda silla gamer?

Leal indicó que es clave verificar que se trata de una silla cómoda y que cuente con varias opciones para reclinar el asiento o apoyar los brazos, para así poder encontrar una postura correcta.

También se debe revisar los cojines lumbares y reposacabezas, pues son componentes esenciales en las mejores sillas de gaming al ser diseñados para mejorar la ergonomía y el confort durante largas sesiones de juego.

Por ejemplo, el cojín lumbar ayuda a brindar un soporte en la parte baja de la espalda y ello ayuda a reducir la tensión en la zona lumbar, previniendo el dolor y la fatiga tras estar sentado por varias horas.

Por su parte, el reposacabezas brinda un punto de descanso para la cabeza y el cuello, lo cual alivia la tensión en esas zonas.

¿Qué factores se deben tener para elegir el tamaño de una silla gamer?

Altura y peso del usuario: las sillas gamer suelen tener límites de peso recomendados, es crucial elegir una opción que se adapte a las medidas corporales del usuario par así tener un soporte adecuado.

Dimensiones del asiento: el ancho y la profundidad del asiento deben permitir que el jugador se siente cómodamente y sin sentirse apretado o con los bordes clavándose en sus piernas. Idealmente, debería poder sentarse con la espalda contra el respaldo y tener un espacio de 2-3 dedos entre el borde del asiento y la parte posterior de tus rodillas.

Altura del respaldo: es ideal tener un respaldo alto que llegue hasta los hombros o la cabeza, para tener un mejor soporte para sesiones largas.

Ajustabilidad: se aconseja considerar sillas con varias opciones de ajuste en altura, inclinación del respaldo y reposabrazos.

¿Cómo detectar una silla gamer de mala calidad?

Materiales: suelen usar materiales más baratos y menos duraderos. En esos casos, el tapizado puede sentirse delgado y propenso a rasgarse fácilmente.

Construcción: hay que examinar las costuras que no estén disparejas ni con hilos sueltos o que las uniones estén mal alineadas. La estructura general debe sentirse sólida, sin crujidos, pues ello es señal de una mala fabricación.

Ajustes y mecanismos: hay que probar todos los ajustes (altura, inclinación, reposabrazos), ellos deben funcionar suavemente y también tienen que mantenerse en su posición.