Tecnología

Misterioso objeto encontrado en el fondo del Océano Pacífico podría cambiar la vida en la Tierra

Abraham ‘Avi’ Loeb, físico, teórico y profesor, explica la importancia de esto para la humanidad.

Redacción Semana
8 de agosto de 2023
Misterioso objeto encontrado en el fondo del Océano Pacífico podría cambiar la vida en la Tierra.
Misterioso objeto encontrado en el fondo del Océano Pacífico podría cambiar la vida en la Tierra. | Foto: Ilustración creada con la IA de Bing Image Creator

En los últimos días, Abraham ‘Avi’ Loeb, físico teórico y profesor de la Universidad de Harvard, publicó un nuevo descubrimiento, que sería clave dentro de su investigación sobre la vida extraterrestre.

“Desde un punto de vista interestelar, la humanidad está atascada en la Tierra. Físicamente, la culpa es de la gravedad, pero hay algo más en esa postura”, indicó Loeb en su columna en el portal ‘El Confidencial’.

El Cinturón de la dorsal Mesoatlántica, está ubicado a lo largo del Océano Atlántico.
Descubrimiento en el fondo del mar. | Foto: Getty Images / Mike Hill

Avi’ Loeb asegura que muchos científicos creen que es improbable el encuentro con una reliquia de otra civilización tecnológica. Sin embargo, para él es de sentido común buscar basura espacial del tipo que el hombre produce, ya que hay miles de millones de planetas similares a la Tierra en la Vía Láctea.

Cabe destacar, el profesor Loeb se encuentra en la constante búsqueda de los restos del IM1, el cual es conocido en el mundo científico como el primer objeto interestelar reconocido, el cual cayó en la Tierra, puntualmente, en el Océano Pacífico.

Este objeto fue detectado con gran fiabilidad por los sensores del Gobierno Estadounidense el 8 de enero de 2014 y su tamaño es de un metro.

“Que un meteoro interestelar del tamaño de un metro impacte contra la Tierra una vez por década implica que hay un millón de objetos de este tipo ahora mismo dentro de la órbita de la Tierra alrededor del Sol”, explicó ‘Avi’ Loeb.

Cae meteoro en México
Imagen de referencia de un meteoro. | Foto: Redes sociales

No obstante, en la última década solo han observado uno de ellos, que es el IM1. Por tal motivo, el físico decidió dirigir una expedición oceánica para recuperar materiales de IM1 y estudiar su naturaleza.

Asimismo, el profesor contó en su ‘diario’, publicado en la plataforma Medium, que el pasado lunes 19 de junio, junto a su equipo de investigadores, encontró un metal altamente corroído en el lugar “donde se estrelló el IM1 en el Océano Pacífico”; además, tras analizar este elemento, notaron que los fragmentos estaban reforzados para soportar fuertes impactos.

“Pero cuando Ryan Weed pasó la muestra de fragmentos por el analizador de fluorescencia de rayos X (XRF), la aleación más probable que marcó fue el acero S5 con titanio, que también se conoce como acero resistente a los golpes (…). El límite elástico del acero S5, 1,7 GPa, está muy por encima del de los meteoritos de hierro”, añadió el teórico.

Las ondas de calor en el fondo del océano es un tema que preocupa a la comunidad científica.
El profesor contó en su ‘diario’, publicado en la plataforma Medium, que el pasado lunes 19 de junio, junto a su equipo de investigadores, encontró un metal altamente corroído en el lugar “donde se estrelló el IM1 en el Océano Pacífico”. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Una luz de esperanza

Para Loeb, hallar este tipo de materiales ‘es un rayo de esperanza’ en su investigación, ya que no son elementos comunes; por ende, se pueden abrir nuevas líneas de investigación. De igual manera, el físico resalta que este material encontrado es mucho más duro que los otros 272 meteoros que tiene registrados el CNEOS de la Nasa.

“La forma de los fragmentos recuperados es casi plana, como si fueran capas superficiales desprendidas de un objeto tecnológico que experimentó una tensión material extrema”, asegura Abraham ‘Avi’ Loeb. Esto quiere decir que el descubrimiento es de gran importancia porque estos detalles no se ve en los otros restos de meteoros.

“Los meteoritos de hierro se rompen en pequeños pedazos que son derretidos por la bola de fuego en esférulas que llueven y se recuperan en campos esparcidos como fragmentos casi esféricos. Es posible que la bola de fuego de IM1 sea el resultado de la ruptura de las capas superficiales y que el núcleo del objeto haya sobrevivido a la entrada a través de la atmósfera, como se esperaba para las naves espaciales”, explica el profesor en su blog.

Cuestionamientos de Abraham ‘Avi’ Loeb

En la reseña de su hallazgo, al físico le surgieron ciertas dudas: “¿Significa esta coincidencia que hemos recuperado fragmentos de IM1? Y si es así, ¿por qué un objeto interestelar estaría hecho de acero a menos que fuera fabricado tecnológicamente?”.

Por ahora, Loeb continúa trabajando junto a su equipo de científicos para poder avanzar en la investigación de los elementos encontrados. “En los próximos días sabremos más. Es posible que concluyamos que los fragmentos son todos hechos por humanos en función de los resultados del espectrómetro de rayos gamma y el análisis posterior de los datos XRF”, concluyó.