Mitos de los carros eléctricos: cómo cargarlos y qué tan buenos son para viajar por las carreteras de Colombia

La industria de los carros eléctricos en Colombia ha tenido un repunte importante en los últimos años, impulsada por la apuesta del cuidado del medio ambiente y por el ahorro que buscan los usuarios de autos ante el elevado costo de los combustibles en el país.

Pese a esto, hay aspectos que aún no son tan claros para los interesados en adquirir un auto eléctrico, pues existen muchas dudas sobre cómo cargarlo, los lugares para hacerlo, la autonomía de estos aparatos y el comportamiento en la variada geografía colombiana.

Al respecto, Semana habló con Nicolás Becerra, coordinador de producto de Porsche Auoelite Colombia, quien aclaró las dudas que asaltan a quienes aún no se han dejado convencer por el segmento de los carros eléctricos en Colombia.

Mitos sobre los carros eléctricos en Colombia

¿Hasta dónde se puede llegar en Colombia en un carro eléctrico?

La infraestructura en el país ha venido mejorando y de la mano con diferentes empresas se han comenzado a nutrir mucho más la red de electrolineras, espacios donde se pueden cargar estos vehículos; sin embargo, el temor de muchos es quedarse sin batería en medio de un viaje, por lo que Becerra explicó que cada vez más son mayores las distancias que se pueden recorrer en estos autos.

“En un carro eléctrico se puede llegar hasta Santander, el Eje Cafetero; hacia el Pacífico, zonas como Cali. Ya en la red de electromovilidad en Colombia encontramos bombas como Terpel o Terpel voltex que nos permiten llegar a esos destinos que antes no podíamos acceder”, explicó el experto.

Cabe señalar que estos puntos prestan servicios de carga directa o rápida para poder conectar el vehículo mientras se almuerza o descansa en estos espacios.

¿La potencia es suficiente para la dispareja geografía colombiana?

Los carros eléctricos, según Becerra, tiene la cualidad de entregar toda su potencia apenas la requiera el piloto, algo que no sucede con los vehículos que funcionan a gasolina, pues ellos necesitan que el motor trabaje y que alcance ciertas revoluciones para tener una respuesta adecuada.

“Algo muy chévere que tienen los carros eléctricos es que no son como los vehículos a combustión, que entregan la potencia en cierto rango de revoluciones; acá en un vehículo eléctrico tiene toda la potencia y todo el torque, entonces son carros que en terrenos, así sean tan montañosos, son muy chéveres de manejar porque tienes una respuesta en cualquier momento”, indicó Becerra, agregando que es algo que ayuda mucho en cuestiones de seguridad a la hora de intentar adelantar en carretera.

¿Cómo y cuándo se debe cargar un carro eléctrico?

El temor de muchas personas es sobre el procedimiento para cargar el vehículo, por lo que es claro saber que hay algunos modelos que tiene la posibilidad de cargarse de diferente manera; además es clave aprender a entender el momento en el que se debe realizar el proceso para no afectar la vida útil de la batería.

“Lo que recomendamos es usar el vehículo tal cual como se usa un vehículo a combustión; déjelo descargar hasta un cuarto un 20 % y, ahí sí, cárguelo. Es igual que el celular, si el celular está al 70 % no hay necesidad de coger el enchufe y conectarlo porque aún hay batería para usarlo. Lo mismo pasa con los vehículos, si se empiezan a hacer ese tipo de cargas puede generar algunos daños que a futuro se pueden notar”, explicó.

¿La altura los afecta?

Los interesados en estos vehículos dudan si el carro tendrá un mayor consumo de energía en ciudades ubicadas sobre el nivel del mar o en localidades como Bogotá, que está a 2600 metros sobre el nivel del mar. Según indicaron, los eléctricos son carros que no se ven afectados pro este fenómeno.

“Un carro eléctrico tiene la ventaja que no sufre por la altura; funciona igual en cualquier terreno, si estoy a 3.500 metros sobre el nivel del mar, o si estamos a nivel de mar. Ahora, para terrenos destapados funciona exactamente igual, pero depende de las prestaciones de cada vehículo”, concluyó Nicolás Becerra.