El crecimiento de Netflix ha sido exponencial en Latinoamérica. Su impacto ha sido tal, que se convirtió en el quinto operador de televisión paga, sólo detrás de América Móvil (de Carlos Slim), DirecTV, Grupo Televisa y Grupo Clarín, de acuerdo con estadísticas de la empresa Dataxis.
La pregunta que se hacen en el sector es: ¿Netflix le quitará una buena tajada del mercado a los operadores de televisión tradicionales? El experto de Dataxis Ariel Barlaro, en charla con Semana.com, aseguró que por lo menos en mercados como el colombiano los 'tradicionales' seguirán creciendo, debido a que “por ahora los negocios no son comparables”.
La televisión por demanda revolucionó el mercado como lo conocemos. Como nunca antes, los usuarios eligen qué quieren ver y sobre todo cuándo y dónde quieren verlo. Los consumidores dejaron de estar sujetos a los horarios de programación o a llegar a la casa para ver sus programas y eventos preferidos.
Pero ¿llegará al punto de que los usuarios no adquieran servicios con operadoeres de cable y satelitales? La respuesta, al menos en el contexto latinoamericano, es no. Aunque las costumbres de consumo de miles de usuarios han cambiado, lo cierto es que la poca penetración que tuvo la televisión por suscripción hasta finales del 2007 hace que esta industria proyecte un crecimiento sostenido al menos en la próxima década.
Según la proyección que hacen los expertos, los ingresos de la televisión tradicional por suscripción llegará a facturar más de 1.300 millones de dólares en el 2018, mientras que el número de suscriptores a servicios de video bajo demanda llegará al millón y medio y facturará unos 330 millones de dólares para el mismo año.
Según Barlaro, el crecimiento de la televisión paga es el principal fenómeno en Colombia, ya que pasó de 2,7 millones de suscriptores en el 2008 a más de 7,2 millones en el 2018. Así mismo, el experto advierte que estas proyecciones “no le quitan relevancia a lo que ha conseguido Netflix entre los usuarios”.
Colombia, un mercado dinámico
Para el mes de junio, el país sobrepasó los 260.000 suscriptores de servicios de video bajo demanda (conocidos como S-VOD OTT). Netflix tiene el 46,6 % del mercado; lo sigue Claro Video, con el 25,4 %, mientras Caracol Play tiene el 23,5 %. El 4,5 % de los suscriptores corresponde a la plataforma de Win Sports (DirecTV y RCN), que fue lanzada recientemente.
Para neutralizar el avance de Netflix y defender este negocio, los programadores tradicionales como Fox, ESPN, Disney, HBO y Discovery quieren apoyar a los operadores de TV por suscripción y en Colombia, según le explicó Ariel Barlaro a Semana.com, ESPN Play y Fox Play son las plataformas con mayor cantidad de usuarios potenciales. Ambas tienen acuerdos con Une, DirecTV, Movistar y Claro, que les permiten acceder a más de 4,5 millones de hogares.
Por su parte, el director de la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), Juan Manuel Wilches, explica que la dinámica de la industria de la televisión está en un proceso de cambio sustancial y Colombia no está ajena a esta renovación. “Los consumidores colombianos, por ejemplo, se están acercando con gran fuerza a servicios multipantalla, también conocidos como televisión en cualquier lugar y momento”, comenta el funcionario.
¿Y la legislación?
Es claro que la industria de la televisión se ha ido adaptando a los cambios impuestos por la creciente demanda de video, pero ¿qué tan preparadas están las normativas e instituciones regulatorias para tomar decisiones ante en un mercado tan complejo como versátil?
Colombia tiene varios entes reguladores para la industria de la televisión, en cabeza del MinTic, pasando por la Agencia Nacional de Televisión y la CRC, pero esto no necesariamente significa una buena dinámica. El experto internacional Ariel Barlaro asegura que es mejor “centralizar todas las normativas en una sola institución que tenga los dientes necesarios no sólo para regular, sino también para ordenar y sancionar”.
De acuerdo con Juan Manuel Wilches, más que dejar todo en manos de un solo ente para que decida, es necesario comprometerse a realizar un trabajo coordinado y, sobre todo, actualizado, “para que las dinámicas de un mercado que está cambiando, como el de la televisión, no tomen por sorpresa a las autoridades.
Lo cierto es que propuestas como la de Netflix tocarán, en algún punto, los intereses de empresas multinacionales y las autoridades tienen que estar preparadas para tomar decisiones de fondo para que al final del día los beneficiados sean los televidentes, cualquiera sea la plataforma que usen para ver sus contenidos.