Tecnología
¿Odia las impresoras? Puede visitar este lugar y dejar salir toda su furia contra esos dispositivos
Se trata de varias salas de ira que han tomado popularidad en Estados Unidos.
Las impresoras son esos dispositivos que dividen el corazón; mientras hay usuarios que creen necesario tenerlas en casa, hay otras personas que prefieren no comprarlas y evitar su interacción con ellas.
Hay diferentes razones para amarlas y otras tantas para odiarlas, como por ejemplo, que cuando se necesita imprimir algo con urgencia no funcionan o las dificultades que hay para configurarlas y tener imágenes en el papel de buena calidad.
Debido a este y otros motivos, en los hogares es cada vez más raro ver estos aparatos, caso contrario a lo que sucede en el mundo corporativo, pues en las empresas siguen siendo más que necesarias y allí también suelen ofrecer algunos problemas.
Debido a todo este panorama y al odio que despiertan este tipo de dispositivos en algunas personas, un grupo de emprendedores en Estados Unidos vio allí una opción de negocio y decidió echar a andar su imaginación.
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Para calmar esa frustración que se siente al no poder operar una impresora, fue diseñado un lugar al que los clientes pueden ir para dejar salir toda esa ira y romper cuanta impresora quieran con martillos, palos y otras herramientas.
La reseña, publicada por The Washington Post, indica que quienes lleguen a este lugar tienen determinada cantidad de tiempo para desahogarse y destruir no solo impresoras, sino pantallas y teclados.
Y es que este concepto ha venido teniendo auge en el país del norte, donde son cada vez más populares las llamadas smash rooms o salas de ira. Los precios varían según la sala que se visite y el tiempo que se quiera permanecer allí.
Un ejemplo es un negocio de estos, instalado en Iowa, donde una sesión de 20 minutos para dos personas cuesta 80 dólares, mientras que si son cuatro los interesados en dejar salir su rabia, pueden pagar 160 dólares por 30 minutos.
Otros lugares ofrecen elementos adicionales para que la experiencia sea mucho más llamativa, como arena de colores y espuma en aerosol.
En todos los casos, los proveedores aseguran que brindan la protección necesaria a sus clientes para evitar lesiones o golpes en los ojos o en otras partes del cuerpo, además, ofrecen guantes, overoles, cascos y gafas para que se disfrute de una sesión con todas las características de seguridad.
Además de todo esto, ofrecen la posibilidad de, por unos dólares de más, grabar un video donde se registre el minuto a minuto de su visita a las salas de ira.
Para varios especialistas, esta alternativa es una salida a corto plazo para aliviar el estrés y canalizar algunas sensaciones; sin embargo, recomiendan otro tipo de acciones o planes para que estos problemas de conducta tengan una solución permanente en el tiempo.
Estos son los daños internos que provocan la ira y el estrés
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riesgo del Gobierno de Perú señala que muchas emociones no controladas pueden ser perjudiciales para la salud, entre ellas, la ira, que tal y como la describe la Real Academia Española (RAE), es la “pasión del alma, que causa indignación y enojo”.
Al igual que el enojo, el estrés es una amenaza para el cuerpo, y más exactamente para el corazón, cuando este no se sabe controlar. De acuerdo, con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (Medline Plus) la presión arterial alta y la taquicardia se encuentran relacionadas con las emociones.
- La presiona arterial alta: es la fuerza que ejercer la sangre a través de las arterias, explica la Clínica Mayo, que puede provocar otras complicaciones en el músculo cardíaco.
- La taquicardia: es el incremento de la frecuencia cardíaca -precisa- causado por presión arterial alta, fiebre, consumo de medicamentos, entre otros.
Por tal razón, es importante aprender a manejar la ira y a controlar el estrés, ¿cómo? El Centro Especializado en Salud revela algunos hábitos que pueden contrarrestarlo, como:
- Hacer ejercicio para la salud no solo física sino mental.
- Realizar los hobbies que más gusten, ya sea leer libros, o ir al cine.