OnlyFans: los ‘sucios’ y oscuros secretos del dueño de la red social para adultos

Pese a que se trata de una plataforma digital joven, en comparación a otros servicios online, OnlyFans se ha consolidado como una de las principales opciones para los creadores de contenido que desean ganar dinero a través de los videos y fotos que comparten desde su perfil.

OnlyFans fue creada en 2016 por Timothy Stokely, un empresario británico que implementó el servicio como una forma para que los fanáticos pudieran apoyar económicamente a sus artistas favoritos, pero ha evolucionado para incluir una amplia variedad de creadores de contenido, sobre todo material para adultos.

El factor clave que hace posible ganar dinero en este servicio es que los usuarios deben pagar una tarifa mensual para acceder al contenido exclusivo publicado por los creadores en la plataforma. De manera que es posible compartir fotografías, videos, transmisiones en vivo y mensajes directos.

Debido a este modelo de negocio, OnlyFans se ha convertido en un servicio principalmente empleado por modelos independientes y actores o actrices de cine para adultos, quienes continuamente producen contenido erótico exclusivo que les permite obtener buenos ingresos mensuales.

De hecho, una publicación realizada por la revista económica Business Insider, para el año 2021 OnlyFans logró tener cerca 932 millones de dólares en activos durante el año 2021, esto debido a que el servicio cobra una comisión por cada suscripción que recibe un perfil.

Aunque en sus orígenes OnlyFans no se perfilaba como un servicio con gran potencial para la creación de contenido para adultos, fue Leonid Radvinsky, empresario y productor de cine erótico, quien cambio en el modelo de negocio de la plataforma tras comprar en 2018 el 75 % de la marca.

Piratería y el pasado oscuro del dueño de OnlyFans

Leonid Radvinsky, un ucraniano-americano de 39 años que ―según Forbes― actualmente cuenta con una fortuna que supera los 1.700 millones dólares; antes de convertirse en el dueño de OnlyFans, su principal negocio era Cybertania.

Dicha compañía contaba con más de diez portales web en los que aparentemente se compartían contraseñas piratas u obtenidas ilegalmente que brindaban acceso a páginas para adultos en donde había contenidos sobre abuso y otros delitos.

Según una investigación revelada por Forbes, el sitio web llamado Password Universe, una de las páginas de Radvinsky, contenía pestañas con accesos para obtener una de las miles de contraseñas disponibles para ingresar a portales ilegales con contenidos de adolescentes o menores. La misma situación ocurría con el sitio web Ultra Password, el cual ofrecía claves de acceso efectivas para acceder a contenidos para adultos que involucraban adolescentes y animales.

Aparentemente, Leonid Radvinsky recibía dinero en función del número de clics que se hacían en las pestañas que prometían acceso a los sitios web con contendidos ilícitos. Por esa razón, la compañía Cybertania llegó a enfrentar un pleito judicial, en donde terminó perdiendo uno de los dominios de las páginas que integraban su portafolio.

Fraudes y problemas con Microsoft y Amazon

Para 2004, Radvinsky fue acusado de emplear la marca de Amazon, especializada en comercio electrónico y servicios informáticos, como un recurso para estafar a cibernautas. Un informe de Forbes señala que una gran cantidad de usuarios con Hotmail, servicio de correo electrónico de Microsoft, recibieron mensajes fraudulentos en los que se ofrecía un la oportunidad de obtener “dinero gratis del Gobierno” o acceso a ciertos sitios de contenido para adultos.

Estos señalamientos fueron escalados hasta los judiciales, en donde un juez le prohibió a Leonid Radvinsk usar el nombre de Amazon junto al servicio de Hotmail para enviar correos spam.

Así las cosas, Radvinsky es un hombre que por años ha estado rodeado de polémicas que están asociadas con la industria del entretenimiento para adultos y prácticas ilegales para impulsar sus ingresos. Sin embargo, tras la adquisición de OnlyFans, el empresario ha decidido mantener un perfil bajo y no llamar la atención de la prensa.