¿Por qué hace tanto frío en el espacio? La Nasa responde la pregunta

El universo, un lugar en donde se encuentra todo elemento, objeto y sustancia conocida, y desconocida, es un gigantesco lugar el cual la humanidad intenta adentrarse cada vez más para darles repuestas contundentes a preguntas milenarias como el origen del universo, y la vida, la comprobación de vida extraterrestre y la posible destrucción del mundo.

No obstante, existe otra pregunta que varias veces ha pasado desapercibida en los grandes encuentros científicos o portales webs dispuestos a enseñar sobre el espacio exterior y es: ¿por qué el universo el frío? A pesar de la “sencillez” de la pregunta, es un cuestionamiento que los científicos se toman en serio, a tal punto de que la Nasa le ha dado una respuesta.

¿Qué dijo la NASA?

A pesar de que existe una variedad de temperaturas en el universo debido al calor que expulsan las estrellas y demás elementos cósmicos radioactivos, se han descubierto lugares en el espacio que cuentan con temperaturas más frías que otras, por lo que la sensación de frío no es la misma en todo el universo.

Sin embargo, según la NASA, la temperatura de la materia gaseosa es de -270 °C, una medida muy baja comparado con el frío que se acostumbra a percibir en algunas zonas de la Tierra.

La Nasa ha descubierto que en el espacio hace frío debido a que, para que se produzca calor, se necesita de una constante interacción, por lo que al estar, por ejemplo, el Sol tan lejos de otros cuerpos rocosos o gaseosos, el espacio que existe entre la mitad de ellos va a presentar frío, a pesar de que el sol esté constantemente emanando calor.

En el caso de la Tierra, esta interacción sí se da, ya que, al planeta contar con el aire, el agua y varios gases, puede “retener” el calor cuando la radiación solar choca con sus compuestos moleculares, lo que da paso a que se efectúe una trasferencia de calor. Y, debido a que no existen suficientes moléculas retenedoras de calor en el espacio, se presenta frío en ese ambiente.

No obstante, a pesar de que el sol proyecta su radiación térmica a todo objeto que está a su alcance, a través de ondas electromagnéticas, cuando un elemento es alcanzado por estas ondas puede perder el calor rápidamente por la falta de un canal de transferencia del calor, por lo cual la radiación continuará su curso por el espacio.

Las estrellas: una potente fábrica de calor

No hay que ir demasiado lejos para comprender lo calientes que pueden llegar a ser las estrellas del universo. Un ejemplo muy cercano es el sol, en donde los expertos estiman que se presentan temperaturas de más de 15 millones de grados Celsius en su interior, y unos 5.500 °C en su superficie.

No obstante, existen otros cuerpos celestes que cuentan con temperaturas récord registradas por los astrónomos, como es el caso de la enana blanca HD62166H, conocida por ser la estrella más caliente jamás descubierta, ubicada a cerca de 4000 años luz de la Tierra y que cuenta con 200.000 °C en su superficie. Asimismo, suele tener una luminosidad 1.100 veces superior a la del sol.

Sin embargo, si de planetas se habla, a pesar de no ser el más cercano al sol, Venus es el astro más caliente del Sistema Solar, registrando temperaturas del 475 °C en promedio, debido a que presenta una atmósfera muy densa, llena de dióxido de carbono, provocando un enorme efecto invernadero, además de contar con nubes compuestas de ácido sulfúrico, según anotó la Nasa en su portal web, refutando la idea de que Mercurio sea el planeta más caliente del vecindario estelar.