Ciencia
¿Qué causa el color azul que rodea a la Tierra y solo se puede ver desde el espacio?
Investigadores resuelven un enigma que por años inquietó a la comunidad científica.
Desde que el hombre tuvo la oportunidad de ver a la Tierra desde el espacio exterior surgieron varias interrogantes sobre el brillo que emiten sus dos hemisferios (septentrional y meridional), pues ambas zonas parecen tener una luminosidad muy similar.
Esta situación es sumamente curiosa si se tiene en cuenta que el hemisferio sur está lleno de océanos oscuros y el hemisferio norte posee una gran superficie terrestre brillante. Pese a esa notable diferencia, ambos hemisferios reflejan la misma cantidad de luz solar, fenómeno denominado como científicamente como “albedo”.
Pese a que ambos hemisferios poseen varias similitudes, también hay grandes diferencias entre ellos. Por el ejemplo, el clima del hemisferio norte sufre de más variaciones en comparación con el de hemisferio sur, esto debido a que hay más tierra en el norte del planeta y eso contribuye a que se presenten climas en los territorios.
Mientras tanto, en el hemisferio sur hay una mayor presencia de agua y gracias a ese factor en esa zona hay un clima es más uniforme.
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Esta situación también ha permitido que en el hemisferio norte se concentren la mayoría de las poblaciones humanas, Europa, América del Norte y Asia, cosa que no ocurre en hemisferio sur, donde hay una población mucho menor especialmente en América del Sur, África, Australia y la Antártida.
A raíz de las diferencias que hay en ambos hemisferios, los científicos creían que esas regiones tendrían albedos con una intensidad diferente, teniendo en cuenta que la cantidad de luz que podrían reflejar. Pero las imágenes de la Tierra, captadas desde el espacio exterior, evidencian que los dos hemisferios brillan de manera similar.
¿Por qué brillan igual desde el espacio exterior?
Para resolver este enigma, un grupo de científicos del Instituto Weizmann de Ciencias desarrolló un estudio que intenta explicar ese fenómeno. Según una publicación en el portal ‘Muy Interesante’, la investigación se basó en datos recopilados por varias décadas a través de satélites de la Nasa (CERES) y documentos de ERA5, para así tener información meteorológica precisa sobre diferentes zonas del planeta Tierra.
Posteriormente se hizo un análisis de la información en donde se logró establecer una correlación entre los datos, la presencia e intensidad de huracanes, anticiclones y tormentas que se han presentado en los últimos 50 años.
A partir de ese trabajo se logró descubrir una relación directa entre la intensidad de una tormenta y la cantidad de nubes que se forman alrededor de ella. Dicha situación evidencia que la cobertura de nubes entre los hemisferios es producto de esos fenómenos meteorológicos.
De manera que, las nubes que se forman durante fuertes tormentas serían la razón por la que el hemisferio sur y el norte tienen una concentración de nubes similar, pese a que en ambas zonas no cuentan con la misma terrestre. Los investigadores estiman que las tormentas son el factor que conecta el brillo de la superficie terrestre y el de las nubes y por ello ambos hemisferios emiten un brillo idéntico.
De acuerdo con el estudio, ambos hemisferios de la Tierra reciben la misma cantidad de rayos del sol durante el equinoccio y esa condición permite que el mediodía solar visto desde el Ecuador, genere la impresión de que noche y el día poseen una luminosidad relativamente parecida.
Finalmente, el trabajo desarrollado por el equipo del Instituto Weizmann de Ciencias lanzó una advertencia en torno al efecto que el cambio climático podría tener en reflexión en un futuro próximo. Los modelos predictivos generados por los investigadores indican que el calentamiento global cambiará la frecuencia de las tormentas en ambos hemisferios, lo cual podría alterar la reflectividad entre los las dos zonas.