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¿Qué tanta información confidencial recopila Clubhouse de sus usuarios?
Entre el 90 y el 99 por ciento de los usuarios no lee los términos de uso ni las políticas de privacidad de las herramientas que usan, según ProPrivacy.com, y con la llegada de nuevas redes sociales, como el caso de Clubhouse, se plantean a menudo polémicas y confusiones entre la comunidad.
Apostarle al audio como principal medio de comunicación ha sido el atractivo de Clubhouse, la plataforma que sigue creciendo en usuarios y en la presencia de más personas famosas, así como grandes empresarios del mundo.
Sin embargo, una de las preocupaciones que persistía sobre el uso de esta aplicación es el tema de la seguridad de los usuarios. Según gobiernos de algunos países, la plataforma estaría promoviendo la reunión de grupos maliciosos, ya que la información estaba completamente cifrada de extremo a extremo.
Ahora, aunque se mantiene la postura de que los mensajes son encriptados, surge una nueva preocupación con los términos de privacidad que estarían aceptando los usuarios al ser aceptados en el Club social digital. Los términos que aceptan los usuarios son: “Ser un usuario activo, cobrar un máximo de 100 dólares si mueres, ceder tu contenido y revelar secretos” son condiciones que, aunque la mayoría no lo sabe, están aceptando los usuarios de la última red social de moda.
Entre el 90 y el 99 por ciento de los usuarios, según ProPrivacy.com, no lee los términos de uso ni las políticas de privacidad de las herramientas que usan, y con la llegada de nuevas redes sociales, como el caso de Clubhouse, se plantean a menudo polémicas y confusiones entre la comunidad.
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La app de moda ya ha tenido que revisar y actualizar su política de privacidad y condiciones de servicio por las dudas que generaban la forma y el lugar en el que se almacenaban los datos y conversaciones de los usuarios, a las que podía acceder el gobierno de China.
En la Guía de Uso de la Comunidad, la aplicación señala que no se puede transcribir, grabar, reproducir o compartir la información obtenida en Clubhouse sin el correspondiente permiso.
Sin embargo, Clubhouse sí puede usar libremente los contenidos de los usuarios. Al cargar cualquier contenido a Clubhouse el usuario otorga a la compañía y a las empresas afiliadas una licencia mundial, libre de derechos, transferible, sublicenciable, perpetua e irrevocable para hacer cualquier uso del contenido subido a la red sin necesidad de tener que pagar por ello y de forma perpetua para la promoción, publicidad o marketing del servicio en cualquier forma, medio o tecnología actual o que se desarrolle en el futuro.
Por esto, Clubhouse dejará de incluir el requisito de tener acceso a la lista de contactos del teléfono móvil de sus usuarios y permitirá la solicitud de eliminación de los mismos de la aplicación.
La empresa también anunció en su Town Hall semanal del domingo que lanzará una herramienta para que los usuarios borren ellos mismos los contactos de la red social, aunque ya permitirá que los usuarios les pidan su eliminación, como ha recogido el portal The Verge.
Actualmente, la red social almacena los datos de todos los contactos de los usuarios de Clubhouse, un requisito obligatorio para usar la app que incluye los datos de personas que ni siquiera forman parte de la red social.
Asimismo, también modificará la forma de invitar a otras personas, y ahora permitirá también añadirlas a través de su número de teléfono, de manera que también resultará posible invitar a personas que no estén guardadas como contactos.
Paul Davidson, CEO de Clubhouse, notificó también otras novedades como la posibilidad de compartir enlaces a través del perfil y de los clubs, así como el filtro por idioma, de manera que la aplicación detectará a qué salas suele unirse el usuario y filtrará las que se encuentren en otros idiomas.
Además, Clubhouse inicia su primer programa de aceleración para creadores en su plataforma denominado ‘Clubhouse Creator First’, que persigue “ayudar a los aspirantes a creadores de Clubhouse a organizar conversaciones increíbles, generar audiencia y monetizar”, según la app. Cualquier usuario puede aplicar al programa hasta el 31 de marzo de 2021.
Estas novedades se enmarcan en una etapa de transformación en la política de seguridad tras los descubrimientos de que el gobierno chino podría acceder a los datos de los usuarios de Clubhouse, según la Universidad de Stanford. Hasta ahora, además del acceso a estos contactos, los requisitos de Clubhouse para acceder a su servicio incluyen ser un usuario activo, cobrar un máximo de 100 dólares si muere, ceder su contenido, revelar secretos o no dar información falsa.
China, contra la plataforma
Arrestos masivos de uigures, protestas prodemocracia en Hong Kong o la independencia de Taiwán: ningún tema era tabú para los usuarios chinos de la aplicación de audio estadounidense para smartphones Clubhouse, pero Pekín se apresuró a silenciarla.
La fiesta duró apenas alrededor de una semana para esta aplicación que permitía a sus usuarios, habilitados por invitación, escuchar y participar en debates en directo, libremente moderados, en “salas” virtuales.
Nacida en mayo de 2020, Clubhouse logró durante un breve lapso esquivar a los censores y atrajo a multitudes de internautas chinos, sobre todo tras la participación del multimillonario estadounidense Elon Musk en una conversación en torno a la aplicación, a comienzos de este mes.
Sin embargo, los usuarios chinos llenaron sus “salas” para discutir sobre temas por lo general censurados, como el encarcelamiento por parte de Pekín de las comunidades uigures, predominantemente musulmanas que habitan en la región de Xinjiang (noroeste).
Pero, la aplicación publicó en China un mensaje de error para aquellos usuarios que no dispusieran de una VPN que les brindara una conexión segura, una clara señal de que los censores habían llegado.
Los usuarios de Clubhouse han aprovechado una rara grieta de libertad de expresión en un país en que las redes sociales internacionales, como Twitter o Facebook, están prohibidas.
Pese al surgimiento de versiones chinas de estas plataformas, que ahora integran la vida cotidiana de los chinos, todos saben que sus contenidos online son controlados y censurados desde cerca.
*Con información de Europa Press y AFP