Tecnología
¿Sabe cuanto tiempo puede perder aceptando los banners de consentimiento de ‘cookies’?
En solo España utilizan internet 42,3 millones de personas, que dedican 60.04 millones de horas a este proceso.
Los usuarios europeos dedican más de 575 millones de horas en total gestionando los ‘banners’ de consentimiento de ‘cookies’ que exige en Reglamento General de Protección de Datos (RGDP) para acceder a páginas web, según estimaciones recientes de Legiscope.
En Europa, los mensajes publicitarios de este tipo están exigidos por la Directiva sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas 2002/58/CE, que determina que los sitios web deben obtener el consentimiento expreso de los usuarios antes de acceder a su información o almacenarla.
Esta normativa, que comenzó a aplicarse en todos los Estados miembro desde el 25 de mayo de 2018, busca garantizar los derechos y libertades de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de información personal y, en especial, su derecho a la intimidad, tal y como se indica en el documento oficial.
Si bien la intención que hay detrás de estas regulaciones es mejorar la protección de privacidad, el impacto real en esta es “insignificante”, debido a que “la mayoría de los ‘banners’ de ‘cookies’ se utilizan para facilitar el análisis web, comprender el comportamiento del usuario, gestionar la eficiencia de los anuncios o el tráfico de las palabras clave”, según apunta Legiscope.
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La desarrolladora de un ‘software’ basado en el RGPD e impulsado por IA ha matizado en su blog que, según sus cálculos y con base a la obligatoriedad de este sistema, los europeos dedican más de 575 millones de horas en conjunto a acceder a los sitios web.
Para llegar a esta conclusión, ha reunido una serie de datos, como la población total de la Unión Europea (UE), que es de aproximadamente 449,2 millones de personas. Teniendo en cuenta que se da una tasa de penetración de internet de alrededor del 90 por ciento, según datos de Eurostat, ha tomado como referencia a un total de 404,28 millones de usuarios de Internet.
Legiscope también ha indicado que, de media, un usuario visita unos 100 sitios web al mes, lo que se traduce en 1.200 páginas al año. Debido a que alrededor del 85 por ciento de estos sitios muestran un ‘banner’ de consentimiento de ‘cookies’, un usuario encontrará unos 1.020 de ellos al año.
Suponiendo que un usuario necesita un promedio de 5 segundos por interacción con un ‘banner’, equivale a que dedica 5.100 segundos al año en esta acción, lo que se traduce en 1,42 horas por año según sus estimaciones. El resultado de multiplicar el número de europeos que utilizan internet con este número es de 575 millones de horas al año invertidas en este proceso.
Legiscope también ha centrado sus resultados por país, indicando que uno de los países que más pierden el tiempo en sortear los ‘banners’ de consentimiento de ‘cookies’ es Alemania, con 75,6 millones de usuarios que dedican a esto 107.35 millones de horas anuales. En España utilizan internet 42,3 millones de personas, que dedican 60.04 millones de horas a este proceso.
La firma también ha puesto en relieve cómo los ‘banners’ también pueden suponer una pérdida en términos de productividad y ha indicado que el coste total de hacer clic en los carteles de ‘cookies’ equivale a que una empresa de 287.500 empleados pase una jornada laboral de 8 horas haciendo clic en ellos.
En este sentido, Legiscope ha señalado que para los usuarios estas interacciones con los anuncios de consentimiento provocan “una frustración significativa y una pérdida total de vigilancia”. Esta fatiga resulta en la aceptación de términos de uso “sin pensar y sin la debida consideración”, lo cual socava la intención de la regulación comentada.
Por ese motivo, el análisis concluye que este “aluvión de solicitudes” no solo reduce la productividad, sino que también disminuye la satisfacción del usuario y afecta a su confianza en las plataformas ‘online’. Esta situación exige una revisión “urgente” de la directiva sobre la privacidad y las comunicaciones electrónicas, que la transforme en un reglamento que garantice una adopción rápida.