¿Se acerca el fin del mundo? Esta es la probabilidad de que la Tierra choque con otro planeta, según la inteligencia artificial

El universo, vasto y enigmático, siempre ha despertado interrogantes sobre el destino del planeta Tierra. Desde antiguas profecías hasta los modelos científicos más avanzados, la idea de una colisión catastrófica con otro cuerpo celeste ha sido motivo de especulación.

En ese contexto, SEMANA consultó con ChatGPT, el chatbot de la inteligencia artificial, sobre la probabilidad de que este escenario apocalíptico se convierta en realidad, al tener en cuenta que la idea de un apocalipsis inminente, desencadenado por la colisión de la Tierra con otro cuerpo celeste, ha sido un tema recurrente en la cultura popular y en las especulaciones de algunos teóricos.

La Tierra, al igual que otros planetas del sistema solar, se encuentra en una danza cósmica perfectamente sincronizada. Sin embargo, la historia del universo está marcada por colisiones monumentales. De hecho, la teoría más aceptada, según la IA, sobre la formación de la Luna sugiere que el satélite natural se originó tras el impacto de un protoplaneta llamado Theia con la Tierra, hace unos 4.500 millones de años.

Actualmente, la inteligencia artificial señaló que las órbitas de los planetas en el sistema solar son estables, gracias a la fuerza gravitatoria del Sol y la interacción entre los propios planetas. Sin embargo, el caos puede surgir en escalas de tiempo extremadamente largas. Estudios recientes han utilizado simulaciones computacionales para evaluar cómo podrían cambiar las órbitas planetarias en los próximos mil millones de años debido a pequeñas perturbaciones gravitacionales.

Según los algoritmos de la IA, la probabilidad de que la Tierra choque con otro planeta en el sistema solar dentro de los próximos miles de millones de años es extremadamente baja. Sin embargo, no se descartan eventos que podrían alterar la estabilidad orbital, como el paso cercano de una estrella o la intrusión de un objeto masivo desde el exterior del sistema solar.

Adicionalmente, las nuevas tecnologías señalaron que las posibilidades de que un planeta, incluido la Tierra, experimente un choque directo en el futuro previsible son prácticamente inexistentes. Más bien, los eventos más probables serían encuentros cercanos o colisiones entre cuerpos más pequeños, como asteroides, que podrían representar un riesgo local pero no planetario.

Por ejemplo, en 2022, la misión DART de la NASA demostró que es posible desviar asteroides mediante el impacto controlado de una nave espacial, un logro que podría ser crucial en caso de que se detecte un objeto en rumbo de colisión con la Tierra.

Además, estos modelos también ofrecen lecciones valiosas sobre la naturaleza del sistema solar y su evolución. Al comprender cómo las órbitas planetarias han cambiado en el pasado y cómo podrían hacerlo en el futuro, los científicos pueden construir teorías más sólidas sobre la dinámica cósmica y la formación de sistemas planetarios en otros rincones del universo.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de SEMANA.