Tecnología
Señales que indican que la nevera está fallando y llegó el momento de cambiarla
Un uso inapropiado de este electrodoméstico puede acelerar su desgaste prematuro.
Cuando se mencionan electrodomésticos, la nevera ocupa un lugar destacado debido a su capacidad para mantener los alimentos frescos, conservar su calidad, sabor y valor nutritivo. Esto ayuda a prevenir el desperdicio alimentario y asegura que los alimentos estén en condiciones óptimas para su consumo final.
Por ejemplo, los huevos, la mantequilla, los vegetales, las frutas frescas, los lácteos y las carnes son alimentos esenciales que deben almacenarse en la nevera. Además de ser parte fundamental de una dieta equilibrada para mantener la salud, es crucial conservarlos correctamente para evitar la descomposición y, por ende, posibles enfermedades asociadas al consumo de alimentos deteriorados.
¿Cuáles son las fallas más comunes de un refrigerador?
Este tipo de electrodomésticos están diseñados para perdurar por mucho tiempo; sin embargo, ocasionalmente puede notar que algo no funciona correctamente con su refrigerador. Una señal de alerta es cuando los alimentos no se mantienen lo suficientemente fríos, lo que indica la posibilidad de un fallo en la nevera y la necesidad de considerar su reemplazo.
Algunas señales clave que pueden indicar un problema son las siguientes:
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1. La nevera no enfría adecuadamente.
2. Se presentan goteras en la parte superior o inferior del refrigerador.
3. El refrigerador no enciende.
4. El refrigerador permanece en funcionamiento constante.
Frente a estas señales, es importante actuar de inmediato. Primero, verifique el tomacorriente y el interruptor para asegurarse de que estén funcionando correctamente. Si es necesario, desconéctelos y vuelva a conectarlos para restablecer la energía. Si está utilizando un cable de extensión, retire y conecte el refrigerador directamente para evitar problemas.
Además, examine el termostato para asegurarse de que el flujo de aire sea adecuado y no haya sobrecalentamiento. Verifique que la puerta esté cerrada correctamente para evitar daños.
Sin embargo, existen señales más graves que indican un mal funcionamiento, como las fugas de gas. Si sospecha una fuga, mida los niveles de gas con un manómetro. Niveles anormalmente bajos pueden confirmar una fuga.
Otra causa podría ser un compresor dañado, una pieza clave para el flujo uniforme de gas. Si el compresor no enciende, es posible que los cables internos estén defectuosos o que no llegue corriente.
Es crucial estar atento a estas señales de alerta para garantizar la seguridad de los alimentos y evitar riesgos de intoxicación alimentaria. Si su refrigerador muestra signos de deterioro, considere reemplazarlo para mantener la frescura y la seguridad de sus alimentos.