Tecnología
Otro cohete de Space X explotó tras aterrizar en Texas
El cohete SN11 fue lanzado desde las instalaciones de la compañía en el sur de Texas en horas de la tarde y comenzó su ascenso de 10 kilómetros, experimentando algunos fallos de video.
Después de tres intentos sin éxito, el nuevo prototipo del cohete Starship de SpaceX volvió a estrellarse el martes durante su cuarto vuelto de prueba, según confirmó en Twitter el fundador de la empresa, Elon Musk.
“Ocurrió algo importante” al momento del descenso, escribió. “Deberíamos saber qué fue en cuanto podamos examinar los fragmentos más tarde durante el día”, afirmó Musk, que añadió bromeando: “¡Al menos el cráter está en el lugar correcto!”.
El cohete SN11 fue lanzado desde las instalaciones de la compañía en el sur de Texas alrededor de horas de la tarde y comenzó su ascenso de 10 kilómetros, experimentando algunos fallos de video.
Estaba bajando a la superficie cuando la señal de video volvió a perderse.
“Perdimos el reloj en T más cinco minutos, 49 segundos”, afirmó el locutor de SpaceX John Insprucker, refiriéndose a la cantidad de tiempo transcurrida desde el despegue.
“Parece que tuvimos otro emocionante test del Starship Number 11”, añadió secamente.
SN11 es el undécimo prototipo de Starship, que SpaceX espera que sea capaz de volar algún día en misiones tripuladas a la Luna, Marte y más allá.
Fue, además, el cuarto que realizaba una prueba de vuelo que trataba de regresar al suelo para un aterrizaje vertical suave.
El SN8 y SN9, que se lanzaron en diciembre y febrero respectivamente, se estrellaron al aterrizar y explotaron, mientras que el SN10 logró aterrizar con éxito pero explotó pocos minutos después de la prueba el 3 de marzo.
Pese a estos fracasos, los analistas consideran que SpaceX está recogiendo datos muy valiosos que podrán ayudar a acelerar el desarrollo de su programa espacial.
Con el tiempo, SpaceX planea combinar la nave Starship con un cohete Super Heavy, creando un equipo totalmente reutilizable.
Esta versión final tendrá una altura de 120 metros y podrá transportar 100 toneladas métricas a la órbita de la Tierra, el vehículo de lanzamiento más poderoso jamás desarrollado.
El jueves pasado se conoció que la NASA completó con éxito una prueba estática clave de motores del cohete SLS que había tenido problemas, anotando una victoria para la agencia mientras se prepara para regresar a la Luna.
En la segunda prueba de “hot fire”, los cuatro motores RS-25 del cohete -cada uno del tamaño de un automóvil- se encendieron simultáneamente a las 16H40 hora del este de Estados Unidos (19H40 GMT) durante ocho minutos, produciendo un máximo de 1,6 millones de libras de empuje (7,1 millones de newtons).
Produjeron una inmensa nube de humo, bajo un ruido ensordecedor, en el Centro Espacial Stennis, cerca de la Bahía de San Luis, Misisipi.
“Los aplausos dicen mucho sobre cómo se siente el equipo”, dijo Bill Wrobel, un funcionario a cargo de la prueba, durante una transmisión en vivo luego de que los presentes en la sala de control comenzaran a aplaudir. “Se ve bastante bien en este momento”, agregó.
El éxito de la prueba es un alivio para la NASA después de que un test anterior con el cuerpo principal del cohete, de 212 pies (65 metros) de altura, en el Centro Espacial Stennis se interrumpió en enero.
La NASA emitió una declaración después de esa prueba que decía que “no se requerían reparaciones importantes”, luego de que los motores se apagaran solo un minuto después del encendido.
La prueba del pasado jueves era necesaria para recopilar datos sobre cómo se comporta el cuerpo principal del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial) durante operaciones críticas, como acelerar los motores hacia arriba y hacia abajo, moviéndolos en una variedad de patrones.
Los tanques del cohete se llenaron con 2,6 millones de litros de hidrógeno líquido y oxígeno líquido, que cuando se quemaron envió una enorme columna de vapor de agua hacia el cielo.
*Con información de AFP