Tecnología
¿Su teléfono no funciona bien? Estos son los casos en los que la garantía no cubre el arreglo del celular
Hay prácticas que son muy comunes y que pueden dañar el dispositivo, sin que la garantía pueda hacer algo.
Uno de los aspectos que determina la compra de un dispositivo tecnológico, en especial de un celular, es la garantía, pues no se puede descartar que estos aparatos presenten fallas o que algo que no funcione correctamente obligue a llevarlo a los fabricantes para que encuentren una solución y sea reparado.
Sin embargo, a la hora de realizar la compra, los proveedores de los equipos suelen decir que la garantía no cubre daños por ‘mal uso’, un terreno bastante amplio en el que no es del todo claro los daños que podrían ser atendidos por el servicio de soporte técnico de los fabricantes.
Este campo hace referencia a usos para los que no ha sido diseñado el dispositivo móvil, ya que las consecuencias que pudiera llegar a tener el aparato no están contempladas dentro de los daños usuales que puede sufrir una terminal de estas.
Pese a esto, hay otros aspectos que la garantía no cubre, por lo que hay que tener un extremo cuidado para evitar sorpresas cuando se requiera el soporte técnico para solucionar algún problema.
- Agua o problemas con líquidos: Hay quienes no pueden estar ni un minuto sin el celular, por lo que lo llevan al baño mientras se duchan; así mismo, cuando se van de paseo, lo dejan cerca de la piscina, exponiendo el dispositivo, en ambos casos, a salpicaduras o a que caiga dentro del agua. Aunque los fabricantes adviertan que son resistentes, hay ciertas condiciones para que esto sea así, como la profundidad, la temperatura y el tipo de agua (ducha, piscina, mar). En todo caso, es mejor no querer comprobar si el dispositivo funciona al sumergirlo y si la idea es hacerlo, hay fundas especiales para ese fin.
- Caídas y daños físicos: Los fabricantes entienden que una peladura, un rayón o una grieta en la pantalla no son su culpa, pues hubo algún elemento externo que lo pudo haber causado o que pueden ser producto de un golpe o una caída. Acá, la garantía tampoco se puede hacer efectiva y tendrá que comprar los repuestos por su cuenta.
- Intervención del teléfono: Si el teléfono tiene algún daño y necesita ser reparado y se decide llevarlo a un técnico no autorizado y luego recurrir al servicio especializado del fabricante, se estará perdiendo el tiempo, pues habrá perdido la oportunidad de que la garantía lo repare. Siempre hay que acudir, en primera instancia, a las tiendas del proveedor.
- Cambios en el flujo de energía: los apagones o cambios repentinos en la intensidad de la corriente que llega al terminal mientras se está cargando, puede ocasionar fallas en el dispositivo, pero es un tema que está fuera de las manos de los fabricantes, por lo que la garantía no los obliga a responder.
- Software maligno: si se decide descargar aplicaciones maliciosas o programas que puedan poner en riesgo la vida del celular, el riesgo lo asume el dueño del dispositivo, pues los fabricantes tienen ciertos protocolos y recomiendan tiendas especializadas para que solo se puedan descargar aplicaciones verificadas.
- Modelos viejos: Cualquier aparato tiene un desgaste propio de su uso y más un teléfono celular que se ve sometido a un ‘abuso’ diario por cuenta de que son aparatos que están diseñados para ello; sin embargo, con el paso de los días y los años, es normal que falle alguna parte del hardware o del software falle, algo que se califica como envejecimiento y lo cual tampoco está incluido dentro de la garantía.
- Falta de cuidado: Un celular es un dispositivo bastante costoso, por lo que es necesario velar por su cuidado con algunos elementos de protección como fundas o vidrios que aíslen los golpes; así mismo, le corresponde al usuario mantenerlo actualizado, protegerlo de la lluvia y evitar que esté expuesto a condiciones climáticas extremas. Si esto no se hace, el dueño será el encargado de asumir los costos de reparación.