Vida Moderna
Así se puede disfrutar de un día sin usar efectivo
Obtener promociones especiales y contar con diversos métodos de pago son algunas de las ventajas que ya están disfrutando las personas que han entrado en la tendencia de pagar todo sin efectivo. Quienes buscan agilidad, mejores costos y practicidad también pueden verse beneficiados con esta práctica.
Obtener promociones especiales y contar con diversos métodos de pago son algunas de las ventajas que ya están disfrutando las personas que han entrado en la tendencia de pagar todo sin efectivo.
Desde billeteras digitales, hasta códigos QR que se pueden escanear con el celular, pasando por el uso de tarjetas débito y crédito para transacciones online, así como usar una app o un ecommerce con su propio sistema de pago, son múltiples las opciones con las que cuentan las personas hoy en día, para pagar online.
A continuación, a través de la experiencia de Andrés, un joven de 35 años, se pueden ver las opciones que presenta el mundo digital para vivir todo un día sin usar efectivo.
Empieza leyendo las noticias exclusivas, que llegan a su app favorita. Es momento de disfrutar el contenido pago que se ha adquirido para el mes y comenzar el día bien informado.
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Camino a la oficina, toma el taxi que paga con la billetera digital que mantiene ahora entre sus documentos, sabe que es mucho más práctico escanear un código QR que tener que disgustarse comenzando el día porque no tienen las vueltas o le cobran de más.
En SITP, también se moviliza de forma ocasional, pero para no tener que esperar en la fila, sabe que puede hacer la recarga también online.
Consulta por Internet los impuestos del carro que se le vencen ese día; los paga en 5 minutos sin salir de la oficina. Usa el botón de pago PSE.
Pide el almuerzo, escoge entre todos los marketplaces de comida árabe que encuentra y finalmente al decidirse pide en el restaurante que le permite hacer todo el pago online con la tarjeta de crédito que ya tiene registrada. Le llega el pedido caliente en 15 minutos.
Después de almorzar, ir al banco es una rutina de muchas personas que cumplen con sus obligaciones. Pero esto no es problema, Andrés ya no va a llegar tarde a su reunión de las 2:00 p.m., como cuando va a una sucursal y no lo han atendido. Esta vez, simplemente saca del bolsillo el celular para realizar todo desde la nueva app del banco. En 10 minutos hizo lo que tenía que hacer y le quedó tiempo para tomarse un capuchino antes de reunirse con su jefe.
Se reúne con su jefe, concluyen el proyecto y entre conversación y conversación, Andrés puede explicarle la manera para pagar los recibos públicos desde el celular. Al final, la sonrisa de agradecimiento mutua, de compañerismo, así como de transferencia de conocimiento, fue el mejor regalo de ese día de trabajo. Era la primera vez que su jefe usa Internet para pagar el agua y la luz.
Es momento de regresar a casa, quiere llegar temprano para poder hacer el pedido del regalo de su sobrino por la tienda online que siempre usa. Para gastos familiares, prefiere pagar con la tarjeta débito y lo hace de forma segura por la pasarela de pago. En menos de 24 horas tendrá el regalo en el domicilio donde celebrarán el amigo secreto.
Hora de cenar, así que se dirige al restaurante que ama, no solo porque le sirven su plato favorito, lomillo asado, sino porque además reciben su método de pago favorito: la manilla que pasa por el lector láser, en vez de la tarjeta.
Entre el restaurante y la casa, decide pasar por el supermercado. Va entonces a un nuevo smartmarket, toma la leche, los huevos y el pan para el desayuno. Antes de salir, basta con escanear el código QR e identificarse por medio del lector de sonrisa o Smile ID. En tres minutos, realizó el pago y estaba de regreso antes de lo previsto.
Prende su consola favorita para jugar en línea con la cuenta que ha recargado con la tarjeta prepago e-card. O si está muy cansado decide ver, antes de dormir, una película por suscripción mensual. Y así, Andrés logra pasar todo el día sin utilizar una sola moneda. Dejando de lado los riesgos de andar con efectivo, ya sea por pérdida o robo.