El robot colombiano que quiere conquistar los pasillos de los hoteles

Saca su brazo, presiona el botón del ascensor, ingresa. Al salir es capaz de recorrer un pasillo hasta una habitación, llevando en su interior comida, bebidas o ropa. La escena la domina Thalon, un robot creado en Colombia que está buscando trabajo en hoteles.

Los primeros en integrarlo en sus operaciones serán los hoteles de la cadena GHL Hoteles, que le planteó la necesidad de optimizar ciertos procesos a Millenium BPO, una compañía que ha trascendido de su tradicional negocio de ‘call centers’ a nuevas áreas que exploran tecnologías emergentes.

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Partiendo de la necesidad, un grupo de desarrolladores, entre ellos ingenieros de diferentes especialidades, trabajaron por tres años en el proyecto, al que le han sido invertidos US$250.000.

“Los hoteles están perdiendo conocimiento del cliente, así que se hizo pensando en la experiencia. Su nombre proviene de una piedra que marca el solsticio de verano. Es capaz de mantenerse operando el día entero y hoy hace tres misiones: minibar, servicio a la habitación y entrega de lavandería”, indicó a Dinero Camilo Torres Valencia, gerente de datos no estructurados, el área que desarrolla los nuevos negocios de Millenium BPO.

Thalon es autónomo y funciona con la tecnología Lidar, la misma que usan los carros sin conductor, para no tropezarse con nada ni nadie. Está pensado, según sus desarrolladores, para elementos pequeños no complejos que sean fáciles de transportar.

Con una promesa de valor de hacer entregas entre 3 y 5 minutos, su propósito es abolir lo que las neveras generan en impacto ambiental, inventario y costos.

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Dependiendo del tipo y la dimensión del hotel, un servicio mensual de Thalon podría costar US$5.000. El robot se puede controlar desde un televisor inteligente o desde el celular.

En la firma que lo creó enfatizan que no está pensado para reemplazar personas en sus labores, sino liberarlas de trabajos repetitivos.

De acuerdo con Torres, aunque se repite la frase de que “los datos son el nuevo petróleo”, de nada sirve si no se capturan todo tipo de datos y si no se aprovechan.

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Resalta que cada vez tienen más trascendencia los datos no estructurados; más allá del nombre y el teléfono, las fotografías, los escritos a mano, los objetos o una grabación de voz.

Con esa premisa la empresa con dos décadas en el mercado ha desarrollado otro tipo de soluciones aplicando analítica e inteligencia artificial para diversas industrias: pasando por servicio al cliente, hay una que cuenta las flores en un campo y otra que estima el peso de un animal desde una cámara.

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