REDES SOCIALES
Tras muerte de su hija por un reto viral, madre demandó a TikTok
La madre de la menor fallecida aseguró que la red social no cuenta con un algoritmo para advertir a los menores del peligro de ciertos retos.
Los retos virales se han convertido en tendencia durante los últimos años donde, a través de las redes sociales, las personas se proponen cumplir con ciertas actividades que son aplaudidos por los demás y que se miden realmente por la cantidad de interacciones que se realizan.
Sin embargo, esto se ha convertido en un dolor de cabeza para los padres cuando dichos retos se transforman en un riesgo, especialmente, para los menores de edad, que pueden atentar contra su propia vida con tal de conseguir seguidores.
Esto fue lo que ocurrió precisamente en el estado de Delaware, Estados Unidos, donde la niña de 10 años Nylah Anderson, falleció luego de realizar el llamado Blackout Challenge, el reto del desmayo de TikTok, que consiste en aguantar la respiración hasta perder el conocimiento.
La menor fue encontrada por su madre, Tawainna, sin poder respirar en el suelo de su casa tras haber realizado el reto, contó el canal estadounidense 6abc Action News.
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A pesar de que encontró a su hija con signos vitales, la llevó al hospital, donde duró tres días en cuidados intensivos hasta fallecer.
Por su muerte, ocurrida en diciembre de 2021, la madre instauró una demanda contra TikTok este 12 de mayo por homicidio culposo y negligencia.
De acuerdo con la madre, la red social no cuenta con el algoritmo que expone o advierte a los niños de las situaciones peligrosas a las que se exponen con este tipo de retos.
“Es hora de que estos peligrosos desafíos lleguen a su fin, que otras familias no experimenten la angustia que tenemos nosotros todos los días”, dijo Tawainna al medio local.
Sin embargo, a ese mismo medio local, voceros de TikTok aseguraron que la demanda surgió cuando el reto ya circulaba en las redes sociales desde hace meses y no se convirtió en tendencia dentro de su aplicación.
Los retos mortales entre los niños que tienen encendidas las alarmas en los colegios
Lo sucedido en varios centros educativos de Colombia significa una alarma grande. Gigante, para darle una dimensión apropiada. Varios jovencitos –muchos de ellos entre 13 y 14 años– fueron protagonistas de hechos violentos, que se camuflan en la nueva tendencia de retos expuestos en redes sociales. Básicamente, alguien en cualquier rincón del mundo inventa una práctica violenta y esta, a su vez, es replicada por miles de adolescentes para ganar seguidores y encajar en un escenario virtual que brinda la posibilidad de un estatus de popularidad.
Pero, de vuelta al caso de Colombia, lo sucedido en el Colegio Granadino, uno de los más prestigiosos de Manizales, es solo la punta del iceberg de las muchas prácticas sociales que vienen desarrollando los jóvenes. El reto –o la broma– en este caso era recrear un juego en el que se debe lanzar un balón al aire y tomarlo de nuevo en cuclillas. Hasta ahí todo bien; sin embargo, el aparente inofensivo juego tenía una segunda parte macabra.
La mayoría de participantes la conocían, pero la minoría no. En uno de los turnos de lanzamiento del balón, un jovencito de 13 años realizó el procedimiento como mandaba la norma del juego, sin embargo, cuando descendió, ya uno de sus compañeros había instalado un palo sobre el césped, de modo que pudiera enterrarse en sus partes íntimas. Y así fue: uno de los testículos del menor resultó seriamente afectado. Todo estaba planeado.
La anterior hipótesis la confirmaron los otros implicados, los que debían tener su celular encendido para grabar y, posteriormente, subirlo a redes sociales. Pero la situación se salió de control, el menor afectado debió ser trasladado a un centro asistencial por la gravedad de la herida. Uno de los culpables fue separado de la institución y ya se inició un proceso disciplinario en su contra. El colegio, en un tímido comunicado, explicó: “Es importante aclarar que estamos actuando de manera diligente, prudente y objetiva, como lo exigen este tipo de casos. Hemos atendido y trabajado con las entidades competentes en las instancias correspondientes con total transparencia y diligencia, entregando todos los documentos que nos han requerido”.
El segundo caso también ocurrió la semana pasada en Envigado, Antioquia. El desafío, en un aula de clases, era rociar un líquido inflamable sobre el cabello de algún compañero y luego prender fuego. El hecho ocurrió en el Colegio La Salle. Uno de los menores afectados sufrió quemaduras en el cuero cabelludo, mientras que sus compañeros se carcajeaban al verlo arder en llamas. Al igual que en Manizales, todo fue premeditado, pues la mayoría de alumnos estaban listos para grabar el momento, captar el sufrimiento de la víctima para luego exponerla en redes sociales, donde, seguramente, obtendrían un gran número de vistas a su perfil y, por ende, más seguidores. Así están las cosas.
Sobre este caso, el secretario de Educación de Envigado, Juan Gabriel Vélez, confirmó que los alumnos y el profesor que tenía a cargo el grupo ya recibieron los descargos por las actitudes que asumieron durante la jornada. “Hoy, de la mano de la Secretaría de Educación, todo nuestro apoyo para seguir promoviendo y generando estrategias de acompañamiento a través de una convivencia sana, de un respeto por el otro y que no haya ninguna lesión para afectar la dignidad humana”.