Una transformación digital en MinTIC

En el caso del Ministerio de las TIC, entidad encargada de liderar la política y adopción de las tecnologías de la información y las comunicaciones en las diferentes regiones e instancias en el país, esta no ha sido la forma escogida.

No hago referencia al tema político del que mucho se ha hablado y se hablará, sino del técnico y de cómo la entidad se encuentra en un momento clave para avanzar en su propia transformación digital, tema que es uno de los que busca impulsar y que bien lo podría hacer a través del ejemplo propio.

Como debe ser, la entidad ha venido promoviendo diferentes convocatorias para acercar las llamadas tecnologías avanzadas o exponenciales a los ciudadanos y organizaciones en Colombia.

Existe, por ejemplo, un plan para que 2.200 colombianos se certifiquen en ciencias de datos, uno de los conocimientos más importantes y demandados en la actualidad debido al alto impacto que tiene en las diferentes industrias y actividades el obtener inteligencia de los datos mediante soluciones de analítica para tomar mejores decisiones, prever con mayor exactitud posibles escenarios y manejar adecuadamente las diferentes variables que se puedan presentar en el camino.

Así mismo, hay convocatorias de la entidad para impulsar temas relacionados con blockchain, inteligencia artificial, cloud, programación e internet de las cosas. Todas estas, tecnologías fundamentales para que el país avance hacia la Cuarta Revolución Industrial y no quede rezagada en el panorama de la competitividad y la innovación en el mundo.

La intención con estas convocatorias es buena: son útiles y necesarias, pero ¿por qué no complementar la estrategia dando ejemplo y siendo la entidad que más incorpore, adapte y aproveche estás tecnologías en el país?

¿Qué pasaría si además de anunciar una convocatoria en la que la entidad buscara formar a 220 empresas en temas de blockchain y analítica de datos, se dijera que la entidad va a empezar a aplicar directamente estas tecnologías a sus procesos licitatorios y de adjudicación de contratos?

Podría demostrar con su propio ejemplo cómo blockchain se está convirtiendo en una tecnología esencial para el gobierno corporativo y el futuro de las organizaciones al blindar los procesos contractuales y dar transparencia o por lo menos trazabilidad a las diferentes partes de una cadena de definiciones y acciones. ¿Qué habría pasado si procesos como el de Centros Poblados ya hubiera estado impactado por la tecnología blockchain?

Podría incorporar soluciones de analítica y tener inteligencia en los datos de conexiones en el país, saber en dónde están las principales necesidades y así buscar resolverlas de la mejor manera posible o podría hacer un balance de gestión mucho más profundo, detallado y de verdadero impacto que el de basarse únicamente en una encuesta de hogares como la que hace el DANE para mostrar los avances en conectividad de una administración.

Sin ir muy lejos, países como Ecuador tienen un Observatorio de TIC que reúne la información y los datos del sector para ayudar a tomar mejores decisiones. En Colombia un observatorio similar funcionó hasta hace unos años, pero hoy no se cuenta con la información clave del sector actualizada y consolidada (hace unos meses se anunció DataTIC, como una herramienta que podría suplir estas deficiencias de big data e inteligencia analítica en el sector y la entidad, pero aún se desconoce su aplicación y avances en la realidad).

¿Qué pasaría si el MinTIC se convierte en sí mismo en un referente en el uso de inteligencia artificial y de internet de las cosas en el país? ¿No sería más fácil que muchas más entidades del Gobierno sigan su ejemplo, que las empresas aceleren más el uso y aprovechamiento de estas tecnologías, que más colombianos puedan ser impactados por ellas, que haya más participación e interés en las convocatorias?

Es un momento clave para avanzar en la transformación digital del Ministerio de las TIC en Colombia. Se posicionó una nueva ministra y si bien habrá un cambio de presidente en el país en menos de un año, se pueden dejar sentadas bases reales y planes concretos para la incorporación de estas tecnologías en la entidad ahora mismo.

Inspirar con el ejemplo es uno de los mejores caminos para liderar un tema y el de las TIC no es la excepción. Es un camino que funciona en el presente y que también puede ser desarrollado a futuro con mejores resultados que los alcanzados hasta ahora.

Por José Mutis O.