Tecnología

Viaje desde su sofá y conozca los 5 lugares más curiosos de Google maps; hay una isla fantasma y una calle de palomas ‘humanas’ en Tokio

La tecnología permite recorrer el mundo y lugares maravillosos a través de diferentes aplicaciones.

24 de octubre de 2022
Calle de las palomas en Tokio, Japón.
Calle de las palomas en Tokio, Japón. | Foto: Google Maps

Las diferentes herramientas que Google ha lanzado al mercado van encaminadas a hacer mucho más fácil la vida diaria de las personas; sin embargo, hay otras que se muestran como alternativas educativas o para ampliar el conocimiento de la humanidad frente a ciertos temas.

Una de ellas es Google Maps, alternativa que muchos usuarios, al rededor del mundo, utilizan con diferentes fines. Calcular tiempos de desplazamiento, conocer rutas para ir más rápido de un lado a otro, saber sobre lugares de interés en puntos turísticos y, una de las más utilizadas, conocer y viajar por el mundo desde la comodidad del sofá.

Esta última función ha llevado a que los curiosos internautas recorran calles, paisajes, lugares icónicos y sitios emblemáticos sin tener que moverse de su casa; sin embargo, gracias a los poderosos satélites y a la necesidad de conocer siempre más, los usuarios se han topado con curiosas imágenes captadas desde el exterior y con lugares que se ganan un cupo entre los más extraños del mundo.

Google Maps va de la mano con Google Steet View y Google Earth, herramientas que le permiten al usuario conocer el mundo y explorar por lugares inhóspitos, como los reseñados por el portal Business Insider, que se tomó la tarea de detectar cuáles son los espacios más curiosos que las personas pueden visitar a través de estas plataformas.

El primero al que hacen referencia es La estrella roja soviética, formación que se puede ver desde el espacio y que, como su nombre lo indica, obedece a un pentagrama de 5 puntas que realmente es un parque con senderos y caminos delimitados por árboles. Está situado a orillas del embalse de Alto Tobol y hay muchos mitos a su alrededor, debido a su forma.

Otro de los puntos que resultan ser bastante llamativos para disfrutar a través de esta herramienta es la Calle de las palomas en Tokio, Japón. Allí un grupo de personas que se percató de la presencia de los trabajadores de Google, quiso llamar la atención y decidieron ponerse sus máscaras, razón que ha llevado a esta calle a convertirse en una de las más famosas del mundo.

Otro punto que ha captado la atención de los usuarios es la Isla fantasma, la cual desapareció en 2012 y fue descubierta por investigadores australianos que analizaron en detalle los mapas logrados por Google. Sandy Island, según la herramienta, se ubica al noreste de Caledonia, pero en el momento en el que los cartógrafos viajaron allí para detallarla, no encontraron más que agua.

Según The Sun, esta masa de tierra fue incorporada por Google gracias a información que había sido levantada hace más de un siglo, pero que nunca se pudo confirmar; así mismo, algunos expertos creen que se trataba de una formación de piedra pómez que con el paso de los años se desgastó.

Para los enamorados que navegan por Google Earth se encuentra la Isla del amor, ubicada en Croacia, en el mar Adriático. Tiene forma de corazón y por ello es que ha recibido este nombre. Sus dueños han querido impulsarla como un lugar turístico, pero sus condiciones no la han permitido lograr convertirse en un punto de referencia para los viajeros.

Se dice que es un paraje desolado que no tiene edificación alguna y que no cuenta con agua potable.

Para los amantes de aviación y qué se preguntan a dónde van a parar las naves que ya han dejado de funcionar, Google Earth les permite visitar un cementerio de aviones en Arizona, Estados Unidos, en el que se pueden identificar, claramente, los tipos de aeronaves que están allí abandonadas.

El punto exacto es la base de la Fuerza Aérea Davis Monthan de Tucson, que por razones de seguridad está cerrada al público, pero que gracias a Google se puede ver desde el espacio. Hay aviones que fueron utilizados en la Segunda Guerra Mundial y también algunos más modernos que ya están fuera de circulación.