Tecnología
Video | Así sería vivir en Marte: ‘astronautas’ simulan cómo sería la vida en el planeta rojo
La simulación se hace en un desierto israelí como parte de una misión denominada Amadee-20.
El Foro Espacial Austriaco (OeWF), organización privada especializada en investigación y exploración espacial, instaló una “base marciana” sobre un cráter de 500 metros de profundidad ubicado en medio del desierto ocre de Neguev, al sur de Israel. El objetivo de los científicos es simular las condiciones de vida en el planeta Marte.
Se trata del cráter Mitzpé Ramon, el mayor cráter de erosión del mundo con 40 km de longitud, en el que los expertos del OeWF y el centro de investigación israelí D-MARS construyeron la base de simulación. Todo forma parte de una misión denominada Amadee-20, prevista inicialmente el año pasado, pero aplazada debido a la pandemia del coronavirus.
Yiftah Curiel, astronauta análogo y miembro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, compartió en su cuenta de Twitter un breve video en el que se ve a varios “astronautas análogos” (término para describir a las personas que reproducen en la Tierra las condiciones de misiones largas en el espacio) caminar lentamente por el desierto.
Durante casi un mes, hasta finales de octubre, seis de estos astronautas, oriundos de Portugal, España, Alemania, Holanda, Austria e Israel, vivirán aislados del mundo en ese desierto israelí. Solo podrán salir con escafandra, como si estuvieran en el planeta rojo.
Lo más leído
What’s it like to live and work in #Mars? Check out the international analog mission that starts today in Ramon Crater 🇮🇱 ⬇️🧑🚀🚀🟠 @oewf @ILSpaceAgency @DMarsAnalog pic.twitter.com/Trw92AdEf2
— Yiftah Curiel (@yiftahc) October 11, 2021
La locación de la base en el desierto israelí fue elegida debido al gran tamaño del cráter, la superficie rocosa y los colores con tonalidad anaranjada que se asemejan al paisaje marciano. No obstante, los expertos explicaron que la ingravidez y el clima en Neguev no son tan similares a los del planeta rojo.
“Aquí tenemos temperaturas de 25 a 30 ºC, en Marte hace menos 60 ºC y la atmósfera es irrespirable”, explicó el austriaco Gernot Grömer, quien supervisa la misión Amadee-20.
“Es un sueño hecho realidad. (...) Es algo en lo que trabajamos desde hace varios años, estoy muy feliz de estar aquí”, agregó Alon Tenzer, astronauta israelí de 36 años, en diálogo con la agencia AFP.
Todos los miembros de “la tripulación” son voluntarios y tuvieron que pasar pruebas física y psicológicas para poder participar en la misión. “Mi padre me llevaba al museo del espacio cuando era pequeña, él coleccionaba aviones y cuando supe que el foro buscaba a astronautas análogos me dije que tenía que presentarme”, explica la alemana Anika Mehlis.
Durante el mes en el que simularán la vida de Marte, los astronautas análogos tendrán que probar un prototipo de dron que funciona sin GPS y vehículos autónomos propulsados por el viento y energía solar para cartografiar el territorio. En un futuro, sus resultados será útiles para la NASA, agencia espacial estadounidense, en sus planes de enviar una primera misión tripulada a Marte en los años 2030.
Anika Mehlis se encargará de evaluar las posibilidades de contaminación microbiana, es decir, el riesgo de introducir en Marte bacterias terrestres que podrían acabar con cualquier tipo de vida existente en el planeta rojo. “Sería un gran problema”, afirma, señalando lo que se considera uno de los mayores desafíos en la conquista del espacio.
Hace poco también se conoció que la NASA está en búsqueda de voluntarios a quienes remunerará por permanecer durante un año en un ambiente completamente aislado para simular que están en Marte. Vivirán en un módulo de 518 metros cuadrados impreso en 3D, llamado Mars Dune Alpha, construido en Texas.
*Con información de la AFP.