Video | Robot domiciliario no pudo cumplir con la entrega; quedó atorado en la vía del tren y fue arrollado

Una nueva forma de realizar las entregas han encontrado las diferentes compañías de mensajería; se trata de robots autónomos que circulan por las calles de algunas ciudades llevando las encomiendas de los clientes.

Sin embargo, en los últimos días se han conocido videos que dejan al descubierto que estos aparatos no son totalmente confiables, pues las situaciones del mundo real dejan en evidencia algunas de las falencias que aún tienen estos dispositivos.

El último reporte se dio en el cruce de tren que atraviesa por la Universidad de Oregon State en Estados Unidos. Allí no hay una señal que indique o alerte a las personas, o los robots, sobre el paso de las máquinas, razón que ha llevado a determinar este punto como uno de los que más riesgo ofrece a los robots, pues varios ya han sido atropellados en ese cruce.

El punto exacto se encuentra dentro de las instalaciones de la universidad, pero es un paso que no tiene barrera; ante la alta demanda de comida a domicilio de los estudiantes que viven allí, los dispositivos son visitantes frecuentes de las instalaciones, por lo que ese punto se ha convertido en uno bastante peligroso para los dispositivos.

En el video publicado en Twitter, una mujer es la que logra captar la acción con su celular; allí graba segundo a segundo lo sucedido con el robot mientras grita, presa de los nervios.

La duda de quienes analizan estos episodios, es por qué el robot sí puede ver los carros y no puede ver los trenes; sin embargo, algunos testigos de lo que viene sucediendo, han indicado que el problema radica en que las ruedas de los domiciliarios se quedan atascadas en la vía férrea.

Al parecer esto fue lo que le sucedió al último robot siniestrado, que quedó parado en la mitad del camino, mientras esperaba el impacto fatal con el tren.

Pero este no ha sido el único inconveniente. En septiembre, uno de estos aparatos dejó desconcertados a la policía de Los Ángeles, California, pues en medio de las investigaciones que adelantaban por un crimen en la calle, apareció uno de estos curiosos domiciliarios.

Como suele suceder, los policías acordonan la zona con esas cintas amarillas que le indican a la ciudadanía que no debe pasar; sin embargo, el aparato hizo caso omiso de la advertencia e invadió la escena del crimen. Una de las personas que estaba merodeando, tuvo que levantar la cinta para que no la rompiera.

Las dudas que surgieron al ver este episodio, es sobre qué sucedería si uno de estos dispositivos pisa o destruye alguna de las pruebas, pero son situaciones que deben ir sorteando y monitoreando con el fin de mejorar sus conductas y evitar que mueran arrollados por un tren o que interrumpan la escena de un crimen.

Cabe señalar que las personas que se dedican al oficio de entregar domicilios, también sufren accidentes y retrasos por cuenta de trancones, incidentes en las vías o situaciones que no pueden evitar, como lo sucedido en Italia, cuando uno de los mensajeros de Glovo fue despedido por no llegar a tiempo donde su cliente.

Tiempo después se conoció Sebastián Galassi, de 26 años de edad y que trabajaba para esta compañía en Florencia, fue embestido por una camioneta provocándole graves lesiones que finalmente acabaron con su vida.

Según indicó el medio Business Insider, Glovo le envió un correo electrónico a Galassi comunicándole su decisión y aclarándole que por su “incumplimiento” y por no “comportarse adecuadamente” había que “tomar medidas”.

La encargada de hacer público el mensaje, fue la madre del joven de 26 años, quien consideró oportuno dar a conocer la forma como la compañía había tratado a su hijo, pese a haber sufrido un accidente y perdido la vida en su labor de domiciliario.