Xbox Game Pass: los tres nuevos juegazos que llegan al catálogo

Xbox ha querido empezar el año lanzando varias novedades para los jugadores que cuentan con una suscripción al servicio de Xbox Game Pass. Hace un par de días la compañía realizó el evento Xbox & Bethesda Developer_Direct, en donde se revelaron algunos detalles sobre los próximos lanzamientos que Microsoft prepara para su consola y PC.

De hecho, los jugadores ya pueden acceder a un par de títulos que anteriormente habían sido anunciados como Persona 3 Portable, Persona 4 Golden y Monster Hunter Rise, junto a Hi-Fi RUSH, GoldenEye 007 y RoboQuest.

Ahora han llegado tres nuevos juegos para reforzar el catálogo que posee Xbox Game Pass.

Este servicio cerrará el primer mes del 2023 con tres títulos muy atractivos para sus usuarios, los cuales ofrecerán una experiencia emocionante para los fanáticos de la estrategia y del anime.

Los tres juegos gratis que llegan a Xbox Game Pass

Age of Empires II: Definitive Edition

Uno de los lanzamientos más llamativos es Age of Empires II: Definitive Edition, el clásico del género de estrategia en tiempo real por fin llega a consolas Xbox con una versión que ofrece importantes ajustes en la interfaz y de controles brindar una experiencia divertida sin tener que depender de un mouse.

Inkulinati

Inkulinati, el primer juego de Yaza Games, es otro gran título que también hace parte del género de estrategia el cual cuenta con una trama atractiva que se desarrolla mediante combates tácticos por turnos presentados con un gran apartado artístico, en donde las batallas son animadas como si se tratara de un manuscrito medieval. Esta propuesta se unió a Xbox Game Pass y PC Game Pass en Acceso anticipado.

JoJo’s Bizarre Adventure: All-Star Battle R

Finalmente, está JoJo’s Bizarre Adventure: All-Star Battle R, un juego de pelea que está basado en el popular manga de Hirohiko Araki, cuyo anime está disponible en Netflix. Los fans de las aventuras de los Joestar tendrán la oportunidad de sostener batallas divertidas utilizando las habilidades de los personajes más populares de la franquicia.

Xbox prepara una actualización pensada para cuidar el bolsillo de sus usuarios

Microsoft ha lanzado una actualización de software con la que las consolas Xbox Series X y S cambiarán automáticamente su configuración a la opción de apagado (ahorro de energía) mientras no estén en uso, con lo que se reducirá el consumo de energía en el hogar sin afectar al rendimiento.

Se trata de una apuesta de la compañía tecnológica por la sostenibilidad y el ahorro de costes, además de un impulso para reducir el impacto ambiental de Xbox. De hecho, tal y como refleja Microsoft en su blog, esta iniciativa es un paso más para alcanzar el objetivo de ser “una empresa con emisiones negativas de carbono, agua positiva y cero residuos para el año 2030″.

Asimismo, la empresa del sector de los videojuegos ha insistido en que se hacen responsables de las emisiones en el proceso tanto de producción como de distribución de sus productos, pero también de las emisiones creadas con el uso de sus consolas y productos en los hogares de los usuarios.

En este sentido, Microsoft ha lanzado una actualización que afectará a las consolas Xbox Series X y S y que cambiará el modo de reposo que hay predeterminado cuando la consola no se utiliza. Ahora, con este ajuste la consola no se quedará en modo suspensión, sino que se quedará en modo apagado (ahorro de energía).

Según explica Xbox, este modo reduce el consumo de energía de la consola hasta 20 veces en comparación con el modo suspensión. Además, no afecta ni al rendimiento ni a la capacidad del dispositivo para recibir actualizaciones nocturnas del sistema, los juegos o las aplicaciones, aunque la consola experimentará un tiempo de arranque más lento con respecto al modo suspensión.

Igualmente, Xbox ha subrayado la cantidad de energía que se puede ahorrar. Aunque puede variar según la consola y otros factores, los datos recabados reflejan que por cada dos consolas que cambien al modo apagado durante un año, se ahorrará la cantidad equivalente de carbono eliminada por un árbol durante una década.