CURIOSIDAD
¿Por qué nos gusta ver gatos en internet?
No es solo moda que las redes sociales estén inundadas de fotos y videos de gatitos y perritos. Una hormona nos impulsa a verlos y a compartirlos.
¿Siempre han existido tantas mascotas en Colombia o el afán por exhibirlas en redes sociales ha hecho que la gente adquiera perros y gatos? ¿Por qué son tan populares en internet?
Dicen que a la larga, los amos son los que se vuelven esclavos de sus mascotas, pero la realidad es que hoy gatos y perros están a la par que cualquier miembro de una familia y se roban todo el protagonismo de las fotos.
Se toman más fotos de gatos y perros que de abuelitos y abuelitas. Youtube, Instagram y Facebook se han convertido en la plataforma de concurso de quién tiene la mascota más linda y quién logra más 'Me gusta'.
Es casi imposible resistirse a no darle un “Like” a un gatito o a un perrito y, con la facilidad que ofrecen los videos cortos de Instagram y Vine, cualquier gracia merece un video.
Compartir con una mascota es para muchos una actividad más placentera que estar con una persona. Quienes no tienen mascotas igual sienten un placer indescriptible al ver videos y fotos de animales. ¿A qué se debe esa sensación? Hay un libro que parece tener la respuesta.
La española Delia Rodríguez, en su libro “Memecracia, los virales que nos gobiernan” hace un extenso análisis de cómo nos comportamos en internet, cuáles contenidos triunfan, a qué le prestamos más atención y cuándo decidimos compartir un artículo, una foto o un video.
Allí se destaca un estudio de Konrad Lorenz, quien se dedicó al análisis del comportamiento de los animales en los años cuarenta. Dentro de su páginas deja ver que los animales bebés, los más tiernos, los que se nos asemejan a los bebés humanos, son los que nos atraen más y nos despiertan el instinto de protección.
La proporción de una gran cabeza frente a un cuerpo más pequeño, ojos grandes, nariz chata y extremidades cortas, definitivamente hacen que cualquiera desee abrazar, alzar y proteger a ese ser. Las criaturas tiernas estimulan los centros de placer del cerebro.
Los japoneses han sabido explotar ese concepto en sus medios de comunicación y en la publicidad tanto comercial como gubernamental, en la comida, en la moda, en los juguetes, en los videojuegos y hasta en su apariencia personal.
A esto le llaman 'Kawaii'. Es lo que define la ternura en todos estos aspectos, incluso en ambientes formales de negocios o de avisos de gobierno, se basan en este tipo de personajes.
Cuestión de hormonas
Además de los instintos de protección, ver animales tiernos aumentan la producción de dos neurotransmisores: la oxitocina,la hormona de la empatía y la conexión con los demás; y el cortisol, la hormona que potencia la atención.
Incluso, se han hecho experimentos en los que, una persona después de estar expuesta a un video de un bebé, de un gatito o un perrito, está más dispuesta a donar dinero o ayudar a los demás.
De las pruebas se desprende que las conductas y las acciones que ejecutan las personas vienen condicionadas por las moléculas de la emoción: hormonas y neurotransmisores. Las emociones se consideran como una reacción física a lo que se percibe en el entorno.
La oxitocina es intrínseca a los seres humanos. Tanto, que es la que induce el parto y la responsable de los primeros lazos afectivos y de protección entre una madre y un bebé.
Esta hormona se mantiene presente cada vez que se ve el video o la foto de una mascota tierna. Se activa cuando se decide compartir ese contenido y de nuevo se presenta cuando quien publicó la foto de su gato recibe un 'me gusta'.
Es un ciclo que nadie puede controlar y del que todos resultan beneficiados. El dueño de la mascota siente un deseo incontrolable de mostrarle al mundo las gracias de su gato, el espectador no puede evitar dar 'Like', el dueño del gato genera más hormonas al recibir el 'Like' y se repite el cliclo.
Los contenidos de gatos son fácilmente virales y los mismos usuarios de internet se han encargado de crear estrellas felinas como 'Grumpy Cat', la famosa gata que esta semana cumplió dos años y que enloquece a sus admiradores porque siempre tiene cara de gruñona. Por supuesto, le ha generado unos buenos beneficios económicos a sus dueños gracias a que la marca de alimentos Friskies la ha adoptado como su imagen de producto.
Hasta en los medios
La fiebre de los animalitos tiernos ha dejado de ser exclusivo de las redes sociales de sus dueños y se ha convertido en información relevante de primera plana de los medios de comunicación tradicionales de todo el mundo, y compite con las noticias, que se suponen relevantes como las elecciones, una reforma tributaria o el conflicto armado.
Ocurre en internet y en televisión, mientras que las revistas y los periódicos se han mantenido más alejados del tema. La razón es simple: la TV vive del rating día a día, minuto a minuto. Internet vive de los clics segundo a segundo.
Medios como The Huffington Post o BuzzFeed han sabido basar sus estrategias de contenido justamente en lo que despierta más oxitocina que se traduce en un clic asegurado y a la larga en aumentar el tráfico de visitas a sus páginas.
Los resultados son evidentes: una galería de fotos con los gatos más hermosos de la red, o un video con los perros más divertidos del país siempre van a lograr más clics que la noticia de una masacre.
En Colombia hay 8.2 millones de usuarios de internet de los cuales 4.5 millones se conectan desde el celular y se espera que, para el cierre de año, existan 2 millones de clientes con 4G que publicarán con mayor velocidad las gracias de sus gatos.
Más allá de pensar que somos superficiales, hay que entender que se trata de un impulso natural el disfrutar con gatitos o perritos y que instintivamente deseamos consentirlos y amarlos.