¿Qué tan buena es la televisión para los niños?

Antes de sentar a su hijo a ver televisión, intente buscar programas que lo eduquen y averigüe cuáles son las series que él está viendo; para después analizar si la información que recibe es la adecuada.

En un estudio de la universidad de Pensilvania se detectaron algunas razones por las cuales puede ser dañino usar la televisión como niñera. Aquí recopilamos las más importantes para que usted analice.

1. Muchos programas que son especialmente hechos para niños suelen venderles la idea de que en el mundo los niños son los que mandan y los padres suelen ser seres estúpidos que se dejan manipular y engañar fácilmente.

2. En la televisión se muestra a la mujer delgada y bella como modelo a seguir, lo que las pequeñas van a tender a imitar, ya que ven como sinónimo de éxito la belleza y la figura, por encima de otras cosas más importantes.

3. Muchos de los niños no entienden que la televisión es un mundo irreal y fantástico y que la mayoría de cosas que se muestran allí son mentira. Entonces en el momento de ver violencia o visualizar alguien golpear a otra persona ellos no saben realmente que los seres que ven ahí están actuando.

4. Constantemente les están llegando mensajes publicitarios que les hacen creer que tener algún juguete u objeto los llevará a la felicidad y que si por el contrario, no lo tienen, dejaran de ser importantes y su vida se verá afectada de forma negativa. La frustración viene cuando reciban el tan esperado juguete y se den cuenta que no es nada del otro mundo y que su vida sigue igual.

5. La imaginación también se puede ver afectada, ya que los niños no hacen esfuerzo por pensar e imaginar mundos irreales, pues la televisión ofrece ya los mundos pensados en imágenes.

¿Qué pueden hacer los padres al respecto? Victoria Barrera, psicóloga de la Universidad de Los Andes, nos explicó algunos trucos:

1. comenzar a regular los horarios de televisión. Si el niño, por ejemplo, veía más de 7 horas diarias, cambiar este horario y poner un tiempo limite que no sobrepase las 2 horas al día.

2. Sentarse con él y mirar los programas que les gustan, analizar si la información que le brindan estos es la adecuada y con esto restringirle los programas que para usted no sean los adecuados.

3. Buscar programas que le enseñen y al mimo tiempo sean divertidos. Canales como ‘Discovery Kids’, ‘Disney Junior’ tienen una parrilla con programación que educa y entretiene.

4. Explicarle que muchas de las cosas que ve en la televisión son irreales e intentar hacerlo captar la diferencia entre el mundo real y la televisión.

5. Diane Levin en su artículo ‘Remote Control Childhood?’ explicaba que es bueno sentarse y hacerle las siguientes preguntas al menor: “¿Por qué creen que pasó esto?” “¿Cómo se sienten por lo que pasó?” “¿Qué harían ustedes?”.