Televisión
Siete series imperdibles de 2015
Desde el drama de una familia en los cayos de Florida hasta las tribulaciones de un asesor de Enrique VIII, pasando por la cotidianidad de un estadounidense de familia india en Nueva York, Arcadia recomienda estos programas estrenados en los últimos 12 meses.
Better Call Saul
Es una regla que las secuelas –y las precuelas– decepcionan. Sin embargo, hay excepciones: unas tan conocidas como las de El padrino y otras tan recientes como Better Call Saul, el nuevo programa de AMC que transcurre en el universo de Breaking Bad. El show, ambientado antes de la metamorfosis del profesor de química Walter White (Bryan Cranston), ha decepcionado a sus detractores. Por no ir muy lejos, unos críticos consideraron su debut superior al de Breaking Bad y después de una temporada la serie tiene una aprobación de cien por ciento en la página web de cine Rotten Tomatoes. Better Call Saul explora la transformación del poco fiable abogado James “Jimmy” McGill (Bob Odenkirk) desde sus días como un jurista de poca monta hasta su consolidación como el representante legal de los criminales de Albuquerque, Nuevo México. Aunque todo parece indicar que Cranston no volverá a interpretar a White, sí dirigió uno de los episodios.
Bloodline
Netflix lo hizo de nuevo. Luego de las intrigas en las más altas esferas de la política estadounidense con House of Cards, el gigante de la televisión por internet regresa con una serie original dedicada a un íntimo drama familiar: Bloodline. La historia sigue a los Rayburn, una familia prestante de los cayos de la Florida cuyos miembros reciben de nuevo a regañadientes al hermano mayor, a la oveja negra del clan. A lo largo de 13 episodios (por ahora solo hay una temporada, aunque ya se confirmó que habrá una segunda) las aguas aparentemente perfectas de la vida de los Rayburn se enturbian y todos los demonios de la vida familiar salen a flote. “No somos malas personas, pero hicimos una cosa mala” repite una y otra vez la serie. Y desde el primer capítulo es fácil saber qué hicieron los hermanos Rayburn. Ellos mismos lo saben, uno lo sabe, pero la serie genialmente deja que la mala sangre, las mentiras y los rencores se cocinen a fuego lento en el calor de los cayos. No se trata del qué sino del cómo y ese cómo no es más que una honestidad descarnada y brutal, en formato TV, sobre la naturaleza humana porque los Rayburns (abusadores, cobardes, mártires, mentirosos, vengativos), al fin y al cabo, somos todos.
Wolf Hall
Un Juego de tronos con raíces en la realidad histórica. Así podría catalogarse Wolf Hall, la más reciente miniserie de la BBC. La historia gira en torno a Thomas Cromwell (Mark Rylance), enigmático y hábil consejero de Enrique VIII y figura decisiva en el curso de la historia inglesa. La miniserie de seis capítulos ha recibido críticas muy positivas, alcanzando para algunos el estatus de “obra maestra”. Con un promedio de 4 millones de espectadores en el Reino Unido, la producción ha gozado del mayor favor de la audiencia para un drama histórico en una década. Wolf Hall cuenta las tensiones surgidas entre la corona inglesa y el vaticano por la negativa de Roma de conceder la anulación del matrimonio entre Enrique VIII y Catalina de Aragón, y las intrigas, luchas de poder y traiciones que acompañan la separación de Inglaterra de la autoridad papal. La miniserie, una adaptación de los dos libros de Hilary Mantel, ganadores del Booker Price, ya ha sido llevada al teatro en Londres y Broadway con gran éxito.
Show Me a Hero
No es poca la expectativa que generó Show Me a Hero, la nueva miniserie de seis capítulos de HBO. No solo a causa de los nombres que reúne, como el escritor David Simon (The Wire), el director Paul Haggis (Crash) y el actor Óscar Isaac (Inside Llewyn Davis), sino porque gira en torno a una delicada coyuntura estadounidense: la segregación racial. Basada en un libro de no ficción de la reportera de The New York Times Lisa Belkin, la serie transcurre en el pueblo de Yonkers, Nueva York, donde un nuevo alcalde (Isaac) se debe enfrentar a la polémica decisión de un juez federal de construir 200 viviendas de interés social en la zona más afluente de la ciudad. El programa, que se estrenó el 16 de agosto, pone en evidencia los dilemas de clase, raza y vivienda que aquejan las ciudades en Estados Unidos y, según Simon, funciona como una alegoría para denotar nuestra reticencia a compartir y el colapso del comportamiento civilizado.
Club de Cuervos
Los protagonistas de la comedia mexicana Club de Cuervos, la primera serie en español de Netflix, solo tienen tiempo para ellos mismos. Son egoístas, erráticos, caprichosos y, sobre todo, millonarios. Después de la muerte de Salvador Iglesias, el patriarca de la familia, sus herederos (incluida su moza embarazada) se enfrascan en una disputa por el principal activo de su empresa: el equipo de fútbol de su pueblo, Los Cuervos de Nuevo Toledo. Así, el infantil Salvador “Chava” Iglesias Jr. (Luis Gerardo Méndez) y su neurótica hermana Isabel (Mariana Treviño) inician una guerra mediática que termina por involucrar a toda el pueblo. El éxito de la serie, cuya primera temporada de 13 episodios ya se encuentra disponible, radica en cómo sus creadores Gary Alazraki y Michael Lam estabilizan y dan sentido a un guion un tanto absurdo: no rige el narcotráfico ni la violencia, sino la mezquindad absoluta de una clase alta mimada e incapaz de preocuparse por los demás.
Mr. Robot
Elliot Alderson, el protagonista de Mr. Robot, sufre de fobia social y depresión. Ensimismado, vive a solas en un apartamento en Nueva York y evita establecer contacto personal con la mayoría de la gente. Prefiere, en cambio, hackearlos: investiga los comportamientos en línea de las personas que le rodean con el fin de crear, así sea efímeramente, un vínculo con ellos. Pero Elliot, que trabaja en una empresa de seguridad informática, también utiliza su método de comunicación para realizar ‘hacktivismo’. En el primer episodio de la serie, emitido el 24 de junio, el neoyorquino desmantela una red de pornografía infantil soterrada en la deep web. En ese capítulo, Elliot además entra en contacto con una organización ilegal que le ofrece la oportunidad de hackear al principal cliente de la compañía donde trabaja. Parte El club de la pelea, parte Citizenfour, la serie creada por Sam Esmail, cuya segunda temporada ya se confirmó, es considerada por muchos como uno de las mejores programas del año.
Master of None
Entre la cantidad de series que Netflix ha producido este año, ninguna (a excepción de Bloodline) ha resultado tan interesante y bien ejecutada como la comedia con tintes dramáticos Master of none. El programa, cuya primera temporada de diez episodios salió el mes pasado, gira en torno a Dev (Aziz Ansari), un neoyorquino de ascendencia india que actúa en comerciales de televisión y que, a sus 32 años, se debate entre seguir con su vida de soltero o asentarse y formar una familia. Y aunque la vida romántica del protagonista da continuidad e hila la historia, en especial su relación con la representante de bandas Rachel (Noël Wells), Master of none va más allá de ser otra acartonada comedia romántica. Su valor de encuentra en los matices del la vida en pareja, pero también en los diálogos, en el humor, en los personajes secundarios, en su excepcional banda sonora, que incluye clásicos franceses como Il Est Cinq Heures, Paris S‘éveille y clásicos de rap ochentero como They Reminisce Over You, y en el hecho de que no fue filmada en un estudio, sino en las calles de Nueva York.