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“No escribimos para niños, deliberadamente”

Arcadia habló en exclusiva con los hermanos Duffer, creadores de 'Stranger Things', sobre su exitosa serie, de cara al estreno de la segunda temporada.

Alejandro Pérez
27 de octubre de 2017
Los hermanos Duffer dirigen a los actores de 'Stranger Things'. Cortesía Netflix

Se escucha “¡Corte!”. El reparto se retira y los hermanos Duffer, idénticos, distinguibles solo por su corte de pelo y su timbre de voz, se sientan en un par de butacas en el oscuro estudio donde está armada la casa de los Byers. Hay humo en el ambiente, justo lo necesario para una entrevista oscura con Arcadia por el estreno de la segunda temporada de una serie que crearon, que muchas productoras rechazaron y que tomó al mundo por sorpresa. Ahora, con más presupuesto y muchos más ojos pendientes del estreno de la segunda temporada de Stranger Things (que es hoy, 27 de octubre), van por mucho más.

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¿Esperaban estar aquí, de vuelta?

Matt Duffer: Yo, optimista, pensaba que al menos una temporada más íbamos a hacer. Netflix suele jugársela con una segunda temporada, así que me decía "Haremos otra más, y quizás ahí nos cancelen". Nunca creía que tanta gente iba a estar interesada.

Ross Duffer: Era difícil saberlo pues hay tanto contenido, incluso en Netflix... Todos estábamos contentos con el show, pero la burbuja de quienes lo hacíamos era tan pequeña que existía la posibilidad de que no funcionara. Hay muchas series geniales, así que encontrar una audiencia es complicado. Recuerdo que la segunda temporada de Mr. Robot empezaba una semana antes que nosotros, y pensé “A nadie le va a importar nuestra serie".

¿Cuánto les tomó darse cuenta de que era un éxito?

R.D.: Un par de semanas, pero recuerdo que la primera noche, mirando twitter, fue impactante que mucha gente ya había terminado de verla. Pensamos “Bueno, esto a alguien le va a gustar”.  

M.D.: Es interesante recibir comentarios y retroalimentación. De inmediato pudimos ver una reacción positiva.

R.D.: Y luego vino la avalancha. No habíamos presentado al mundo algo, y mucho menos algo así. Por eso nos tomó un poco darnos cuenta de lo grande que había sido el impacto.

M.D.: Twitter e internet nos distrajeron muchísimo mientras tratábamos de escribir esta segunda temporada. Aún así, fue muy gratificante, pues en la televisión no sucede como en el cine, donde puedes sentir la reacción del público en un teatro. Las redes e internet en general son lo más cercano a eso.



¿Planearon siempre seguir con los mismos personajes? ¿Consideraron borrón y cuenta nueva como lo hace, digamos, American Horror Story?

M.D.: Antes incluso de venderla a Netflix, cuando recién tuvimos la idea de una serie limitada de 8 capítulos, pensamos que podía seguir. Pero aún así, queremos que se sienta como un producto que vive solo, como la primera temporada: con un final abierto, pero que satisface. Dejamos unas cuántas preguntas e hilos, y en esta también, pero ojalá la sientan completa y satisfactoria.

R.D.: Hoy se puede contar una historia en televisión en pocos episodios, y aún si se tiene un éxito, no se tiene que extender siete temporadas. No creo que podamos sostener esto, y no hay presión de parte de Netflix para que lo hagamos. Podemos contar cuantas historias en Hawkins, Indiana, queramos con la posibilidad de dejarlas en una nota positiva y evitar una erosión.

La segunda temporada sale poco antes de Halloween. ¿Por qué?

M.D.: ¡Porque Halloween es lo máximo! (Risas). Mentira. La verdad, evaluamos fechas para terminarla y finales de octubre era una fecha alcanzable y posible que, además, nos dio la posibilidad de tener un episodio Halloween.

¿Algunas referencias específicas que puedan compartir?

M.D.: 1984 fue un año importante para las grandes películas de verano. Pero para nosotros Ghostbusters es la que más prevalece esta temporada

R.D.: Y Gremlins...

M.D.: Ghostbusters y Gremlins. Y también salió Indiana Jones y el templo de la perdición, Karate Kid, Terminator… Fue un año genial. En realidad hay referencias de todas esas producciones.

En la primera temporada, los niños pierden cierta inocencia. ¿Juega con eso la segunda?

R.D.: Las cosas aún pueden empeorar mucho para ellos.

M.D.: Es un poco diferente que la primera temporada, en la que Mike, Will, Nancy, por poner algunos ejemplos, han sufrido tragedias. En esta temporada los vemos lidiar con lo que sucedió. Nos preguntamos ¿cómo respondería uno a eventos de esta naturaleza?

R.D.: Nos preocupaba algo muy importante: mantener vivo ese sentido del asombro que Spielberg logra tan bien. Cuando todos los personajes han vivido los eventos extraordinarios, eso se pierde. Por eso tenemos nuevos personajes, que no los han vivido. También fue interesante explorar la vida de todos luego de lo sucedido en la primera temporada; explorar si, en efecto, es posible seguir con la vida...

¿Plantearon más interacción entre las distintas generaciones?

R.D.: Estamos tratando de entrelazar interacciones entre las distintas generaciones de personajes. Aún así, hay temáticas separadas que se desarrollan paralelamente. No queremos hacer lo que hacen las malas secuelas: tomar lo que funcionó y repetir; queremos ir más lejos, al menos tratando ángulos distintos. Tratamos cosas, mezclamos personajes, ha sido muy divertido.

¿Cuál es el secreto del éxito de su serie?

M.D.: Creo que son los niños. Siempre te dicen que hay que evitar ponerlos al frente del relato, que trabajar con niños y perros es difícil... Yo no había visto nada en televisión protagonizado por niños que no estuviera dirigido a niños. Y cuando presentábamos el proyecto todos nos decían que era imposible por los niños, preguntaban si se podía enfocar en el sheriff Hopper... Así que eso lo hizo distinto.

¿Y no será muy exitosa también por la nostalgia ochentera?

M.D.: Más que por la nostalgia, para nosotros es más por el tipo de narrativa; por poner personajes normales en situaciones de encuentro con lo impensable. Ese fue el imán, más que ser demasiado detallistas con el periodo. Lo mejor fue llegar a nuevas generaciones, que no pueden sentir nostalgia. Eso emociona mucho. Quizás lo de la nostalgia solo podría explicar el éxito entre aquellos que crecieron con las películas que inspiraron esta serie.

¿Qué los llevó a insistir con los niños?

M.D.: Yo solo pensaba en lo que yo quería ver y no había visto.

R.D.: Cuando teníamos 12 años queríamos vernos reflejados en la pantalla, a nuestra familia y amigos, pero no queríamos que se reflejara de forma condescendiente o segura.

M.D: Queríamos lograr esa sensación en los chicos de "Quizás yo no debería estar viendo esto", porque eso siempre hizo todo mucho más fascinante. Así que no escribimos para ellos, deliberadamente. No sé qué les interesa a ellos, a mí realmente me sorprende que les guste lo que hacemos. Sin embargo, por lo visto conectaron con estos chicas del elenco; con Gaten, Millie, Finn: a ellos les debemos el éxito.