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Bjorn Borg, el campeón de la ropa interior

Bjorn Borg fue un ícono sexual para muchas adolescentes en los 70. Ahora tiene una vida nueva dedicada a su compañía de ropa interior. ¿Cómo cambió la raqueta por la moda?

Alianza BBC
6 de julio de 2012

La primera vez que jugó en Wimbledon, en 1973, su temple frío y su melena rubia despertaron tanta atención como los cinco títulos consecutivos que llegaría a ganar entre 1976 y 1980.

La imagen de aficionadas excitadas ondeando piezas de ropa interior ante el rompecorazones sueco hizo a más de uno de los miembros del público –mayoritariamente de clase media- atragantarse con sus tragos de Pimms –una bebida refrescante británica- o con sus fresas, la fruta típica del evento.

Pero todo aquello acabó siendo algo bueno para el tenis.

El interés mediático por las adolescentes histéricas dio a conocer el deporte a una nueva generación de espectadores e inspiró a futuros campeones.

Considerado uno de los grandes tenistas de todos los tiempos, a Bjorn Borg se le reconoce haber creado un estilo de juego que aún es ampliamente copiado y que le llevó a ganar 11 títulos de Grand Slam.

Un revés inesperado

Quizá por eso, su retiro a los 26 años convulsionó el mundo del tenis en 1983.

A esa decisión siguieron años anodinos, dominados por relaciones fallidas, regresos frustrados a la pista y negocios fracasados.

"Me llevó muchos años reconciliarme conmigo mismo y descubrir lo que realmente quería hacer", dice.

"Tenía muchas opciones y probé muchas cosas, algunas buenas y otras malas", reflexiona.

"Lo más decepcionante de todo fue que la gente abusara de mí. Pensaba que esas personas eran mis amigos. Pero sólo estaban allí para aprovecharse", lamenta.

Entonces, Borg dio un paso atrás para reevaluar su vida y empezar a relacionarse con un grupo de personas diferente.

Vida nueva, ropa nueva

Ahora vive a las afueras de Estocolmo con su esposa Patricia y su hijo.

El renacimiento de su marca de ropa también le ayudó a reconstruir su vida.

La Compañía Bjorn Borg produce ropa deportiva, bolsos, perfumes y accesorios de moda, aunque es conocida sobre todo por su gama de diseños de ropa interior masculina y femenina.

La empresa ya había empezado a extenderse más allá de los países nórdicos, pero desde que Arthur Engel tomó las riendas en 2008 está alcanzando nuevas metas, con un volumen de negocio en 2011 de más de US$80 millones.

"Construir una marca lleva tiempo", dice Engel, quien asegura que el excampeón es un "emblema fantástico".

"En esencia, lo que estamos intentando conseguir con la compañía tiene en cuenta dos aspectos de Bjorn: el del tenista conservador con sangre fía y el del joven amante de la diversión y con un gran sentido del humor", indica.

Y verdaderamente, el humor y un don especial para despertar admiración, resultaron rentables, con campañas publicitarias en Suecia que harían sonrojar de rubor a muchos de los espectadores presente en la cancha central de Wimbledon.

Hoy la empresa tiene tiendas en todo el mundo y en septiembre de 2012 abrirá una nueva en unos grandes almacenes de lujo en Londres.

De la cancha a la tienda

Pero con el éxito también llegó el sentido de responsabilidad.

"Creemos que una empresa tiene que ser un buen ciudadano", afirma Engel.

Y esa responsabilidad se extiende al uso de materiales reciclados y producidos de forma sustentable.

"El algodón es un material muy usado en la fabricación de ropa interior, pero conlleva una gran cantidad de desafíos medioambientales por la gran cantidad de agua y productos químicos necesarios para transformarlo en tejido", señala.

"Nuestra política es supervisar el proceso y encontrar materiales alternativos con menos impacto ambiental", agrega.

La empresa también asegura que las personas que producen sus productos trabajen en un ambiente seguro y con condiciones laborales razonables.

"Los requisitos que exigimos a nuestros fabricantes están puestos por escrito en una guía", comenta.

Además, la compañía gestiona la Asociación Deportiva Juvenil Mathare en Kenya, que ayuda a jóvenes a desarrollar su potencial y a mejorar sus vidas y las de sus comunidades a través del deporte.

A la gente le llamó la atención cuando las fans ondeaban su ropa interior ante Borg en Wimbledon.

Ahora, tres décadas después, sus diseños de ropa interior son los segundos más vendidos en Suecia.