TRABAJO
Procrastinar: el hábito que no nos permite avanzar (y cómo evitarlo)
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos decidido posponer una tarea, un trabajo, hasta una llamada. A esto se le conoce como procrastinación.
Los seres humanos tendemos a aplazar tareas importantes, reemplazándolas por actividades que sean más agradables en el momento. Según economistas conductuales, la procrastinación se debe a que valoramos más el bienestar del presente, que el del futuro; en otras palabras, preferimos tener una recompensa inmediata.
En ese orden de ideas, preferimos aplazar el trabajo que debe entregarse la otra semana, para tener tiempo hoy, sabiendo que, aún así, algún día tenemos que hacerlo y ya no tendremos tanto tiempo para ello.
Además, según académicos, procrastinar no sólo implica aplazar una tarea, sino también, hacerlo sabiendo que es perjudicial para ti, pues perjudica tu bienestar futuro, puede, inclusive, llegar a causar estrés, ansiedad o culpa.
Esta tendencia a aplazar hace que seamos poco productivos, pues al aprovechar todo el tiempo que tenemos disponible, lograríamos hacer más actividades y cumplir metas en periodos más cortos de tiempo.
Lograr controlar el hábito de la procrastinación es importante para aprender a tener el control del tiempo, ser más productivos en el trabajo y sentirnos más cómodos con el cumplimiento de nuestros objetivos. Aquí te damos 5 consejos para evitarlo.
Asegúrate de hacer lo que te gusta
Si no te gusta esa tarea que tienes que hacer, es más probable que procrastines. En el trabajo o en los estudios siempre habrá algo que nos guste más que lo demás, pero en general, es importante que te dediques a hacer aquello que te hace feliz.
Si te gusta lo que haces, te sentirás más animado e inclusive vas a querer hacer cosas con anticipación y hacerlas te dará satisfacción.
Sin embargo, hay tareas que no nos gustan del todo, y esas son las que debemos procurar hacer primero, recordando siempre que cuando las acabemos, tendremos tiempo libre para nosotros.
Además, siempre hay que sacar parte de nuestro tiempo para hacer actividades que nos gustan, como nuestros hobbies. Todo es un balance.
Reconoce que estás procrastinando e identifica el porqué
El primer paso para resolver un problema es aceptarlo, así dejamos de justificarnos y empezamos a pensar en una solución.
Además, es importante que identifiques la razón y reflexiones para saber cómo puedes mejorar en ese aspecto. ¿Es porqué no te gusta? ¿Por qué no tienes claro que tienes que hacer? ¿Por que eres muy perfeccionista? ¿Por miedo al fracaso?
Piensa en la recompensa que obtendrás al terminar
Para que estés más motivado en hacer la tarea, es importante que conozcas los beneficios que obtendrás cuando la completes. No te enfoques en la tarea en sí misma, sino en sus recompensas.
Divide y vencerás
Cuando hay trabajos muy grandes, tendemos a procrastinar. Por ello, un punto clave es dividir las tareas en partes más pequeñas que puedas agendar.
Se recomienda que estas subdivisiones se puedan realizar en periodos cortos de tiempo, de 10 a 30 minutos.
Toma la decisión
Lo más importante en todo este proceso es tomar la decisión de realizar la tarea en el momento. Al enfrentarse a ella siendo conscientes de que tendemos a procrastinar, podemos dar el primer paso, recordando que estamos más cerca de cumplir nuestro objetivo.
Además, es bueno organizar las tareas que debemos hacer en la semana, fijar plazos; evitar las distracciones, como el celular; y darse premios y permitirse descansar cuando se cumpla con el objetivo.