LIDERAZGO

10 rasgos de un buen jefe

Un estudio realizado por Google demuestra que para ser un buen líder se requiere más inteligencia emocional que habilidades técnicas. Algunas características de aquellos que en verdad logran sacar lo mejor de sus equipos.

9 de febrero de 2020
| Foto: Getty Images

En 2008 Google lanzó el Proyecto Oxígeno, con la idea de determinar qué hace que un jefe sea excelente en su trabajo y así poder incorporarlo en las capacitaciones internas de liderazgo de la empresa. Una década después, la investigación ha dado sus frutos, pues el gigante de internet ha visto una notable mejora en la rotación de personal, satisfacción y rendimiento de sus empleados.

Como se sabe, una empresa puede gastar millones en reclutamiento y selección de personal para conseguir los mejores talentos, pero si estos se encuentran con un mal jefe, lo más probable es que se vayan en la primera oportunidad que se les presente.

Por eso, la apuesta de compañías como Google es contar con grandes gerentes y líderes de equipo, lo que no solo sirve para atraer a los mejores, sino también para retenerlos.

El resultado del Proyecto Oxigeno fue recopilado por el portal Business Insider y una de sus principales conclusiones está en que para ser un buen jefe pesa menos la habilidad técnica y mucho más las habilidades de inteligencia emocional, en especial la capacidad de comprender y controlar las emociones, tanto las propias como las de su gente.

Según el análisis de Google, con estas características se puede identificar a un buen jefe, es decir, aquel al que sus subordinados siguen no porque tengan que hacerlo, sino porque les nace.

  1. Es un buen coach

En lugar de resolver cada problema tan pronto como surge, los buenos jefes usan los problemas como oportunidades de enseñanza. Guían a sus equipos y comparten ideas cuando es necesario. Esto permite que sus subalternos ganen experiencia y crezcan.

  1. Empodera al equipo y no microgerencia

A ninguna persona le gusta que su jefe le supervise todas sus actividades, pues eso les resta en independencia y en capacidad de decisión. Por eso, los grandes líderes le dan a su gente libertad para explorar sus ideas, asumir riesgos (inteligentes) y cometer errores. También proporcionan las herramientas que su gente necesita y permiten horarios y entornos de trabajo flexibles.

  1. Crea un ambiente de equipo inclusivo, mostrando preocupación por el éxito y el bienestar de todos.

En otro proyecto de investigación, Google descubrió que la clave más importante para el desempeño de un equipo de trabajo consiste en crear un ambiente "psicológicamente seguro".  Esto significa que los miembros del equipo se sienten tranquilos para correr riesgos frente a sus compañeros. Saben que nadie los avergonzará o castigará por admitir un error, hacer una pregunta u ofrecer una nueva idea. En consecuencia, los grandes equipos prosperan gracias a la confianza, y los grandes jefes ayudan a construir esa confianza.

  1. Es productivo y orientado a resultados

Los mejores jefes son mucho más que el jugador estrella. Su misión no es brillar solos, sino con todo el equipo. Para lograrlo tienen que dar ejemplo y remangarse a trabajar cuando sea necesario. Eso motiva al equipo, pues siente que la responsabilidad es de todos.

  1. Es un buen comunicador: escucha y comparte información

Los mejores jefes son grandes oyentes. Esto les ayuda a comprender mejor a sus equipos y a mostrar empatía. Además, saben que el conocimiento es poder y, por eso, son transparentes y están dispuestos a compartir información con su gente, para que tengan claro el "por qué" detrás del "qué".

  1. Apoya el desarrollo profesional y discute el desempeño

Los grandes líderes animan a su gente elogiando su trabajo de forma sincera, así como señalando las cosas que no están bien. Eso sí, se asegura de que hacer los comentarios críticos de manera táctica y constructiva. También invierten en su gente, ayudándoles a alcanzar sus metas profesionales. Así, motivan a sus equipos a retribuir esa ayuda.

  1. Tiene una visión clara para el equipo

Los buenos jefes saben exactamente en qué punto está su equipo, hacia dónde se dirigen y qué deben hacer para llegar allá. A través de una buena comunicación, ayudan a mantener al equipo encaminado. También se aseguran de que cada miembro del equipo comprenda su papel individual en la ejecución de la estrategia.

  1. Tiene habilidades técnicas claves para ayudar al equipo.

Los grandes gerentes comprenden el trabajo de su gente, incluidas sus tareas y desafíos cotidianos. Cuando a un buen jefe lo cambian de área o de departamento, se toma tiempo para conocer cómo se hacen las cosas y trabaja para generar confianza antes de hacer cambios drásticos u ofrecer consejos.

  1. Colabora de manera efectiva

Los malos gerentes ven a su equipo como una fortaleza que trabaja solo para su beneficio así sea a costa o incluso saboteando a otros equipos dentro de la misma compañía. En contraste, los buenos líderes ven el panorama general. Trabajan por el bien de la empresa y alientan a sus equipos a hacer lo mismo.

  1. Es un fuerte tomador de decisiones

Los grandes jefes no son impulsivos, pero sí decididos. Después de conocer los hechos y consideraran las posibilidades y las perspectivas de sus equipos, avanzan. Lo hacen incluso si eso requiere tomar una decisión que no todos aprobarán. Una vez tomada la decisión se comprometen a llevarla hasta el final.