Cinco consejos para dejar de procrastinar y ser más productivo en su trabajo

“Dejarlo para más tarde”, “hacerlo mañana con más calma” o “en cinco minutos lo hago” son expresiones recurrentes de un hábito nocivo que puede afectar al cerebro a largo plazo tanto como una mala alimentación.

Según expertos de la Fundación Syncronía, procrastinar es común entre personas impulsivas, perfeccionistas y preocupadas en exceso por cumplir las expectativas que los otros tienen de ellas.

“Si bien los momentos de mayor creatividad tienden a aparecer en momentos de distensión, procrastinar en exceso disminuye nuestra función ejecutiva; es decir, las habilidades relacionadas con acción, organización, planificación, adaptación al cambio o memoria online”, afirmó Ana María Reyes, directora de la fundación y especialista en neurociencias.

Esto está directamente relacionado con la productividad laboral, lo cual se ha convertido en un reto para las compañías en Colombia. Según datos de la OCDE la productividad de un colombiano frente a la de un ciudadano de otro país de la organización, es en promedio un 62% menor.

Pero el tema debe ir más allá de los esfuerzos que haga una compañía para mejorar los niveles de productividad de sus empleados, pues estos también deben poner de su parte para mejorar dichos resultados.

Así, Reyes asegura que existen una serie de actividades que le permiten al ser humano dejar de procrastinar y mejorar sus niveles de productividad con pocos esfuerzos. La experta asegura que el cerebro funciona como un lienzo donde cada uno decide qué pintar en él.

De esta manera, brinda las siguientes recomendaciones para no dejar para mañana lo que puede hacer hoy:

¿Por qué evita hacer esa tarea?

Reyes recomienda analizar el por qué se evita ejecutar la acción en cuestión; qué es lo que le da pereza o le parece complicado y por qué. Cuando el cerebro no sabe cómo hacer una tarea, este la evitará y al no entenderla o sentir que es muy difícil, el cerebro procrastinará naturalmente. “Así que no se engañe, asuma la responsabilidad y resuelva estas preguntas”, afirmó.

Divida las tareas

De acuerdo con la experta, cualquier tarea es mucho más fácil si se subdivide y ejecuta en partes. “Convierta la gran tarea en pequeñas acciones, pues el cerebro disfruta lograr metas simples que sumadas se convierten en metas más complejas”, dijo Reyes.

Para que esta actividad se desarrolle, basta con cumplir acciones ordenadas que construyen el camino de un objetivo mayor. Así, en vez de decirse ‘voy a ir al gimnasio’, comience por adquirir la ropa y los accesorios deportivos que lo motivan a hacerlo.

Entrene su cerebro

La atención es el timón del cerebro, y es responsable de que las diferentes áreas se comuniquen de forma armónica y eficiente. “Un cerebro sin atención no planea, no toma decisiones, no ejecuta, así que meditar o hacer neurofeedback son técnicas no invasivas que aumentan la capacidad atencional y cuyos beneficios son ampliamente divulgados por la ciencia”, explicó Reyes.

También hay un origen biológico

En la actualidad se puede conocer y entender el funcionamiento del cerebro en vivo y en directo. Haciéndose un mapeo cerebral, determinará el área de su cerebro que determina esta conducta y cómo puede estar asociada a exceso de ansiedad, dificultades de atención o a la falta de motivación, entre otras. 

No pierda de vista el objetivo

Diferentes investigaciones indican que las personas que se perdonan por procrastinar tienden a no volverlo a hacer en su próxima tarea. Lo importante es no perder de vista el objetivo que está persiguiendo al completar esa tarea “aburrida” o los resultados positivos que tendrá llevarla a buen puerto.