Vivienda

La solución a la duda '¿Dónde vivir?' en Bogotá cuando se llega a estudiar

Los universitarios que cambian su ciudad original para vivir en Bogotá muchas veces desertan porque las habitaciones que consiguen no los acogen bien o porque se sienten demasiado solos en sus apartamentos. 

15 de agosto de 2019
CityU es un complejo de residencias para universitarios que hace contratos por 5 meses. (Alejandro Acosta / DINERO)

Llegar a una ciudad como Bogotá no es fácil, el ritmo, los trancones, desplazamientos puede poner a prueba cualquier persona e impedir que se completen sus objetivos, más cuando se trata de propósitos académicos. La capital del país es un eje de atracción para estudiantes del oriente colombiano, de Medellín, la costa caribe y en general para todas las regiones. 

Desde 2017 apareció una opción que busca acaba con el estigma de las pensiones estudiantiles. Se trata de CityU, un complejo universitario que maneja los estándares de la cadena Germán Morales Hoteles, que ofrece servicios de alojamiento universitario en Bogotá. 

“Muchos estudiantes vienen a Bogotá por periodos de 5 meses, desocupan un mes y regresa al siguiente semestre para estudiar otros 5 meses. No encuentran una opción que les permita arrendar ese tiempo, sino que toman apartamentos a un año. En CityU ofrecemos estos contratos a 5 meses y en los periodos de vacancia aprovechamos para hacer mejoras locativas, pintar, reparaciones varias para que cuando alguien regrese a vivir en los apartamentos se encuentre con un lugar para estrenar”, menciona Javier Nieto Téllez, gerente de CityU.

El complejo está situado en la calle 19 #2A-10 muy próximo a la Universidad de los Andes, pero es una ciudadela que ofrece sus servicios a otros centros educativos de la zona de La Candelaria de Bogotá, por ejemplo: Centro Colombo Americano, Universidad del Rosario, Universidad Externado, Universidad Jorge Tadeo Lozano, son 13 instituciones en total. 

Por estar en ese sector es un centro cultural e histórico donde el recién llegado puede conocer lugares como el Museo del Mar, Museo del Oro, Museo Botero, el Teatro Colón, la Plaza de Bolívar, todos pertenecientes al ADN de la cultura colombiana. 

La mayor parte de residentes corresponde a estudiantes que empiezan sus carreras. Actualmente viven allí 800 personas y se maneja una ocupación promedio de 57%. Según Nieto se está ampliando el mercado a estudiantes de posgrado, como aspirantes a doctorado por ejemplo que vienen a Bogotá para hacer sus últimos 5 meses de tesis y graduarse. 

Los precios de un alojamiento van desde $900.000 por una habitación a $2,4 millones para el apartaestudio donde puede vivir una persona. Lo más importante es que el universitario se puede relacionar con otros jóvenes de su entorno y crear la red de contactos de otras universidades las cuales pueden ayudar a potenciar su desarrollo académico y laboral en un futuro. 

"Nuestro modelo se ha desarrollado mucho más rápido que en otros países y nos hemos concentrado en posicionar el concepto de ciudadela universitaria al interior de las universidades”, expresó Nieto Téllez.

La actividad en CityU es febril, igual que la dinámica de los estudiantes que viven allí. Un fuerte esquema de relacionamiento les permite atender universidades, colegios y organizaciones, que han visto en esta ciudadela universitaria una solución. Con las universidades vecinas han desarrollado convenios que favorecen a los estudiantes; uno de arrendamiento con la Universidad de los Andes que tiene rentada una de las torres; el otro modelo es una alianza que les permiten el acceso a todos los servicios de la vivienda universitaria, a estudiantes, profesores, investigadores y directivos de universidades cercanas.

La Universidad del Rosario, la EAN, Jorge Tadeo Lozano, UAN, San Martín y el Externado, fueron las primeras en desarrollar estos convenios. Con los colegios se avanza en la construcción de acuerdos para que comiencen a preparar a sus alumnos para vivir la experiencia de las viviendas universitarias. Una manera diferente de ver la universidad y pensar en las posibilidades de vivir en un lugar que, ante todo, crea comunidad.