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¿Por qué los corruptos son los más educados?

La corrupción en nuestro país es uno de los problemas más graves, pues han sido tantas las decepciones y los escándalos que han nublado por completo la confianza en los supuestos representantes de una comunidad. Pero por qué se da si se supone que son los más educados. 

19 de agosto de 2016

En Colombia oímos de carteles dedicados a defraudar el sistema de salud, de empresarios que ilegalmente fijaron los precios del papel higiénico, de bandas que se roban la comida de los niños, de corrupción en empresas públicas y privadas.  Y muchos de los implicados son profesionales educados, ¿por qué?   

Expertos consultados por el portal guiaacademica.com concordaron en que un buen proceso formativo reduce las probabilidades de que los actuales estudiantes universitarios terminen en la cárcel. Se debe estudiar para ser un gran profesional, pero no para idear mejores artimañas.  

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Colombia necesita profesionales éticos

 Lina María Téllez, directora nacional de Responsabilidad Social de la Fundación Universitaria del Área Andina, aseguró que las universidades deben mostrar un sólido comportamiento ético, así como tener respuestas y generar reportes hacia sus grupos de interés. 

“El primer paso para enseñar es comportarse a la altura a nivel institucional y personal. Solo el ambiente y la cultura ética harán lo propio fuera de las aulas y es el refuerzo idóneo para la formación académica. Es indispensable contar con campañas que den a entender de forma lúdica y didáctica qué es la ética y por qué vale la pena luchar contra la corrupción”, dijo. 

También desde la academia, Carlos Mario Ramírez, director del programa de Trabajo Social de la Universidad de La Salle, aseveró que quienes se inscriben en un programa de pregrado deben ser formados “contextualizadamente”. Es decir, que los estudiantes conozcan las realidades y el compromiso de su carrera con los demás. 

Por su parte, José Ángel Hernández García, quien dirige el Departamento de Historia y la Escuela de Filosofía y Humanidades de la Universidad Sergio Arboleda, cree que “es vital una proporción obligatoria y reglada de asignaturas humanísticas en cualquier programa académico. No solo por ser la única manera de conseguir un profesional íntegro sino alguien con una moral y una ética sana y solidaria”. 

¿Cómo hacer para evitar la corrupción dentro de las empresas? 

Esta es otra arista de la problemática. Téllez aseguró que desde la alta gerencia debe haber compromiso para prevenirla. Es decir, que exista comunicación entre las áreas de la compañía, así como que se den espacios, mecanismos y procesos para encontrar posibles focos de delito. 

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Por eso, Camilo Rico, team leader consulting & training de Adecco Colombia, afirmó que las instituciones educativas deben esforzarse porque la ética empresarial haga parte de sus programas de pregrado y posgrado. Manifestó que a la par de la formación técnica, profesional y epistemológica, debe acompañarse una sólida formación ética, no como un curso sino como una actitud frente a la vida. 

“Implica asumir una posición determinada respecto a las diferentes vivencias, situaciones y oportunidades que nuestros profesionales enfrentan día a día. Esta actitud es un elemento fundamental que guía nuestro actuar y ha de ser el primer elemento para tomar decisiones, emprender proyectos, para tener un impacto positivo en nuestra sociedad”, sostuvo. 

¿Se hereda la corrupción? 

Generalmente, tanto en el sector público como privado, quienes incurren en temas relacionados con corrupción son empleados con cierto poder de decisión dentro de las empresas. Por eso, expertos en el tema psicológico y clínico apuntan que la falta de desarrollo moral podría ser la causante de que personas que no tienen necesidades económicas actúen de manera fraudulenta, únicamente por individualismo y ambición. 

Así lo explica José Posada, médico psiquiatra y coordinador de la maestría en Salud Mental Comunitaria de la Universidad El Bosque: “no se trata de una enfermedad, pero sí tiene que ver con trastornos de personalidad. Por ejemplo, hay rasgos en estas personas de narcisismo, es decir, que creen que el mundo gira alrededor de ellas, que son importantes y que ellas son todo. El otro, es el antisocial, que se caracteriza porque no le importan las otras personas, diseña su propia moral, no respeta las normas y mucho menos la ética”. 

Posada reiteró que dicho perfil no puede ser considerado como el de un enfermo, ya que casi siempre son perfectamente conscientes de sus actos, lo cual también los hace responsables de sus consecuencias. En otras palabras, si un profesional se roba la comida de los niños de La Guajira no tiene excusa, como tampoco la tendría el Grupo Nule. 

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Sobre el tema, Gustavo Gómez, coordinador del programa de Psicología Organizacional de la Universidad de La Sabana, comentó que las personas corruptas solo tienen desarrollo moral de primer nivel, es decir, prácticamente como cualquier niño que defiende lo propio, no comparten y no ven el impacto de lo que hacen en los otros. Eso, a pesar de que han estudiado y se han formado con buen nivel, pero no han tenido oportunidad de contar con un desarrollo moral mayor. 

Todo lo anterior hace relevante el proceso de formación de las personas incluso antes de entrar a la universidad. Si bien no hay una respuesta exacta sobre el porqué una persona educada se vuelve corrupta, la educación en el hogar, en el colegio y la universidad puede ser determinante para evitar que un individuo sucumba ante la ilegalidad. 

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