Turismo
Azafata revela las partes más sucias del avión que no debería tocar durante un vuelo
Es importante que los viajeros tomen medidas de precaución.
Las personas con frecuencia sueñan con recorrer el mundo, conocer nuevos lugares, tomar merecidos descansos y viajar en avión puede ser parte de esa gran experiencia. Sin embargo, en lo que nunca se piensa es en las condiciones de salubridad que pueden tener estos aparatos.
Por tratarse de un espacio cerrado por el que pasan cientos de personas, durante varias horas, no es difícil suponer que la limpieza de todos los rincones no es del todo posible y más, cuando los vuelos llegan, los pasajeros descienden y un nuevo grupo de personas está listo para abordar.
Así las cosas, es posible que haya espacios y partes específicas en las aeronaves que sean las más sucias, por lo que es recomendable evitar tocarlas durante el vuelo. Este tema se puso sobre la mesa luego de que una auxiliar de vuelo revelara las áreas que reciben menos limpieza en los aviones.
Si bien quienes se encargan de asear trabajan contra el tiempo para poner todo en orden entre vuelos, la tarea de limpiar a fondo un avión es muy difícil. El proceso es rápido y no llega a cada rincón, por lo que algunos elementos pueden quedar “a medias”.
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Es importante tener claro que las aeronaves son un medio transporte como cualquier otro, sin embargo, la falta de ventilación natural y el espacio reducido complican la tarea de mantenerlo completamente limpio. Por eso, los pasajeros deben tomar precauciones.
Persianas de las ventanas
La azafata conocida como @cherdallas en Tik Tok, compartió en esta red social detalles de las áreas que, según ella, rara vez se limpian a fondo. Una de ellas es la persiana de la ventana. Cher dijo que este elemento es uno de los más manipulados por los pasajeros, pero no recibe una atención durante la limpieza del avión.
Lo complejo de esto es que muchos viajeros suelen apoyarse en ella o colocar sus manos para ajustarla. “Están sucias”, dijo.
Otra parte es la moqueta o alfombra, que se caracteriza por ser uno de los lugares más sucios del avión, debido a que está expuesta a la caída de todo tipo de elementos, desde bebidas que se riegan hasta restos de alimentos. Si algo cae sobre ella, es mejor no tocarlo, ya que no se limpia adecuadamente entre vuelos. Como es un área que no recibe una limpieza a fondo, esto facilita la acumulación de residuos y bacterias.
Así mismo, el baño es otro de los puntos críticos. Además de los residuos visibles y aquellos que difícilmente se captan, el agua que se usa allí podría no ser tan limpia como se piensa, por lo que es recomendable usar la embotellada siempre que sea posible.
La auxiliar de vuelo también incluye en su lista el cinturón de seguridad. No solo la hebilla, que todos los pasajeros tocan de manera constante al abrocharse o desabrocharse, sino toda la longitud del cinturón, que está expuesto a todo tipo de sustancias, incluidos vómitos. Son partes del avión que no se desinfectan.
Tampoco se salva el portaequipajes. Si bien no se evidencia a simple vista, este es un espacio que es muy susceptible de acumular suciedad, desde pañales sucios hasta otros objetos que podrían no haber sido bien gestionados por los pasajeros anteriores. Es mejor no confiarse y evitar tocarlo si no es necesario.
Con este panorama claro y para evitar contratiempos en materia higiénica, la azafata recomienda lavarse las manos con frecuencia y utilizar desinfectante, especialmente tras manipular áreas que no están correctamente limpias. También es importante ser consciente de las zonas de contacto frecuente y tratar de evitarlas cuando sea posible.