Turismo
‘Cascada de los Caballeros’, un tesoro natural en San José de Suaita, Santander
La impresionante caída natural de 120 metros de altura, permite a sus visitantes explorar el paisaje santandereano desde tres niveles diferentes.
Santander, un departamento reconocido por su riqueza natural y cultural, es hogar de destinos turísticos únicos que invitan a conectarse con la naturaleza.
Uno de esos lugares es San José de Suaita, donde se encuentra la majestuosa Cascada de los Caballeros, una caída de agua de 120 metros que cautiva a turistas y aventureros por igual.
La Cascada de los Caballeros sobresale no solo por su imponente altura, sino también por su estructura natural, que cuenta con tres niveles o pisos desde los cuales se puede apreciar el paisaje desde diferentes perspectivas.
Cada nivel ofrece una experiencia distinta, el nivel más bajo es accesible y brinda la posibilidad de disfrutar de una piscina natural formada por el agua de la cascada, mientras que los niveles superiores revelan vistas panorámicas inigualables.
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Según la gestora de turismo, Jenny Maryú Chacón, uno de los mayores atractivos es la posibilidad de pasar por detrás del manto de agua en los niveles superiores, una experiencia que muchos visitantes esperan vivir y si tienen fortuna, pueden encontrarse con la formación de arcoíris.
En el último nivel, pequeños pozos naturales, que Chacón describe como “jacuzzis naturales”, permiten a los visitantes relajarse en aguas cristalinas rodeadas de vegetación. La aventura y tranquilidad que ofrece esta maravilla natural, la convierte en un destino turístico que ha ganado popularidad en los últimos años.
El nombre de la cascada tiene un trasfondo histórico que conecta con la región. Según Chacón, fue bautizada en honor a la familia Caballero, antiguos propietarios de una fábrica de hilados y tejidos que operaba en la zona.
Esta fábrica formó parte del desarrollo industrial de Suaita, añadiendo un valor histórico interesante al lugar. Los restos de esta industria pueden ser observados aún en la zona, otro atractivo de la visita a este pedacito de Santander.
El acceso a la cascada no es complicado, pero es importante estar preparado para las condiciones del terreno. Desde Suaita, el camino hasta San José de Suaita implica recorrer una vía que pasa por áreas pavimentadas y tramos destapados, con desniveles y pendientes pronunciadas.
Según los visitantes, se recomienda conducir con precaución debido a la naturaleza accidentada del terreno. Una vez cerca de la cascada, es posible estacionar en casas locales, donde se cobra una pequeña tarifa de $4.000 pesos por espacio de parqueo. La señora Fabiola, una habitante local, ofrece indicaciones y permite el acceso a las cascadas desde su propiedad.
Para aquellos que solo desean disfrutar del nivel inferior de la cascada, no es necesario contar con un guía. Sin embargo, si su intención es ascender a los niveles superiores, se recomienda contactar a un guía local para garantizar la seguridad y aprovechar al máximo la experiencia.
Si bien la experiencia es completamente natural, es recomendable ir bien preparado. Es importante llevar ropa cómoda y zapatos con buen agarre para transitar por los caminos resbaladizos.
Además, dado que no hay puestos de comida en la zona, es preferible llevar algo ligero para picar y bebidas, ya que solo es posible encontrar algunos comestibles en los pueblos cercanos. Otro consejo es no ir solo, pues el terreno puede presentar algunos riesgos, especialmente en las zonas más altas, además de la experiencia de disfrutar en grupo la belleza natural de la cascada.
Si usted viaja desde Bogotá, deberá disponer de casi cinco horas en carretera para recorrer los 257 km que separan la cascada de la capital colombiana. Si decide tomar un bus, desde Bogotá a Barbosa tiene un costo de $32.000 pesos y desde Barbosa, Santander es posible tomar un bus hasta Suaita por un valor máximo de $15.000 pesos.
La visita a la Cascada de los Caballeros puede complementarse con otro destino turístico cercano y cada vez más popular en Santander: la quebrada Las Gachas, conocida como el Caño Cristales Santandereano.