Turismo

Cinco de los pueblos coloniales más bonitos de Colombia, imperdibles para incluir en los planes de vacaciones

Estas poblaciones cuentan historias a través de sus culturas y tradiciones.

Redacción Turismo
10 de septiembre de 2024
Barichara
Barichara es uno de los pueblos coloniales más lindos de Colombia. | Foto: Getty Images

Los pueblos en Colombia se han convertido en grandes pilares de su historia. Cada uno de ellos alberga tradiciones, riquezas naturales y gastronómicas y una particularidad que se convierte en uno de sus grandes atractivos: su arquitectura colonial.

Son lugares bellos, acogedores, auténticos y llenos de diversidad de atractivos para ofrecerles a los turistas. Lo mejor es que se hallan por todas las regiones del país. En Boyacá, el Eje Cafetero, Antioquia y Santander, puede disfrutarse de estos lugares mágicos que se deberían visitar al menos una vez en la vida; pero en realidad los hay por todo el territorio nacional. Estos son algunos de los imperdibles.

Barichara

Este pueblo es considerado uno de los más lindos de Colombia. Está ubicado a tres horas de Bucaramanga y destaca por la belleza de sus calles, su arquitectura que se mantiene muy conservada y sus paisajes naturales.

Es un municipio reconocido por ser uno de los Pueblos Patrimonio de Colombia, precisa el portal Travelgrafía. Se trata de un lugar tranquilo en el que los viajeros siempre son bienvenidos y pueden disfrutar de diferentes formas su estadía allí. Se dice que es una población que hace retroceder en el tiempo, pues está llena de historia y tradiciones.

Barichara
Barichara es uno de los pueblos más bonitos de Colombia. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Salento

Salento es otro de esos lugares encantadores y llamativos que se puede visitar en un viaje por el Eje Cafetero. Este pequeño destino se caracteriza por sus casas coloridas, su cultura y la belleza natural de uno de sus principales referentes turísticos: el Valle del Cocora.

Es el pueblo más antiguo de esta región y está adornado con la palma de cera, reconocida como el árbol nacional. El portal Colombia Travel indica que Salento se destaca por el colorido de su arquitectura basada en casas hechas de bahareque, una mezcla de cañas, madera y tierra que recuerda la forma en la que construían los antepasados. La combinación de colores en las construcciones es uno de sus grandes atractivos.

Guatapé

Este municipio antioqueño es uno de los más visitados por los turistas en esta región. A menos de dos horas de Medellín, este pueblo es reconocido por los zócalos de las viviendas, que las adornan con motivos y diseños coloridos como flores, símbolos, animales y escenas cotidianas que representan la vida del pueblo y de la familia. Conocer este municipio es casi que un plan obligado cuando se visita Medellín, pues es un lugar en el que se pueden hacer varias actividades en un solo día.

Guatapé, Antioquia
Guatapé es uno de los municipios más visitados por los viajeros en Antioquia. | Foto: Getty Images

Jardín

Se dice que la arquitectura colorida de este pueblo evoca los años de la colonización antioqueña, de la cual destacan su parque y el templo, declarados monumentos nacionales. Allí los viajeros tienen la posibilidad de visitar y admirar construcciones como la Basílica Menor La inmaculada Concepción, el Convento Hermanas Concepcionistas, la Capilla del Beato y, para disfrutar la naturaleza, está la cascada el Salto del Ángel. La plaza principal está repleta de flores y rodeada de casas blancas con balcones.

Monguí
Monguí es uno de los pueblos patrimonio de Colombia. | Foto: Getty Images/iStockphoto

Monguí

En este municipio boyacense los viajeros encuentran un destino con calles empedradas y casas coloniales, museos y toda una historia cultural que resulta muy atractiva para conocer. Algunos de sus principales encantos coloniales son, entre otros, la Basílica Menor de Nuestra Señora de Monguí, el Puente Colonial de Calicanto hecho de piedra, el Convento de los Franciscanos y la Capilla de San Antonio de Padua, los cuales fueron declarados monumentos nacionales en 1975. Además de su patrimonio arquitectónico, es un pueblo rico en atractivos naturales, que contribuyen a su enorme potencial turístico.