Cinco lugares imperdibles para admirar el arte rupestre en Colombia

En Colombia hay destinos para todos los gustos. Con frecuencia se habla de playa, brisa y mar; así como de naturaleza y en el territorio nacional abundan los lugares en los que los viajeros tienen la posibilidad de disfrutar de esos encantos.

Sin embargo, no es tan común escuchar hablar de los destinos que son ideales para los amantes de la historia y la cultura, a quienes les gusta conocer los secretos de los antepasados. Se trata de sitios en los que es posible admirar el arte rupestre, que es una manifestación cultural ancestral de quienes habitaron el territorio de lo que hoy se conoce como Colombia.

Esas manifestaciones culturales fueron producidas sobre piedra o tierra, ya se trate de pinturas (pictografías), grabados (petroglifos), relieves escultóricos o geoglifos. El portal Señal Memoria indica que este tipo de imágenes han sido calificadas por la historiografía tradicional como prehistóricas, al haber sido elaboradas por sociedades que no contaban con una forma de escritura compleja o de un lenguaje fonético.

Chiribiquete

Como ya se mencionó, en el territorio nacional hay varios lugares en los que es posible apreciar el arte rupestre. Uno de esos sitios emblemáticos es el Parque Nacional Natural Chiribiquete, en donde se encuentran cientos de representaciones de guerreros, cazadores, animales y figuras geométricas.

Están plasmadas sobre las paredes de las majestuosas rocas que sobrepasan las copas de los árboles. El portal Colombia Travel indica que estas pinturas rupestres datan de hace aproximadamente 20.000 años, y aunque fueron descubiertas a finales de la década de los años 40, fue hasta mediados de junio de 2015 que tomaron relevancia a nivel internacional gracias al cineasta inglés Mike Slee.

Este sitio web refiere una publicación de The Guardian, en la que se explica que el ambientalista Francisco Forero Bonell, llegó a Chiribiquete buscando locaciones para la película ‘Colombia, magia salvaje’. Luego de sobrevolar la zona de Cerro Campana, a la cual solo se puede llegar por helicóptero, se encontró con una serie de pinturas rupestres que nunca antes habían sido fotografiadas.

San Jacinto y San Nepomuceno

Sin embargo, este no es el único lugar. En los municipios de San Jacinto y San Juan Nepomuceno, en el departamento de Bolívar, también es posible observar una serie de grabados en roca, llamados también petroglifos, que fueron elaborados por los indígenas de la cultura Zenú.

En este lugar se encuentran vasijas de barro y otros tesoros arqueológicos que datan del año 4000 antes de Cristo y son considerados las piezas de cerámica más antiguas de América.

Piedras del Tunjo

Muy cerca de Bogotá, también están las Piedras del Tunjo, ubicadas en el municipio de Facatativá. Se dice que este sitio alberga alrededor de sesenta murales de arte rupestre elaborados hace más de 3.000 años a. C.

Información de la Gobernación de Cundinamarca, en su página web, indica que allí los viajeros pueden encontrar abrigos rocosos, importantes petroglifos, jeroglíficos y pictogramas del arte rupestre que conforman los paisajes ancestrales donde vivían los indígenas Muiscas y los Panches. Es uno de los cinco Parques Arqueológicos Nacionales y el único que se encuentra dentro de un casco urbano.

Los petroglifos de Angosturas I y II

Esteos petroglifos están ubicados a 16 kilómetros del casco urbano del municipio de La Macarena, en el departamento de Meta. Se trata de representaciones antropomorfas de gran tamaño y son grabados que brindan un espectáculo de gran belleza a quienes practican kayak y rafting en el raudal de Angosturas del río Guayabero.

Los Santos y el Cañón de Chicamocha

En Santander estos dos sitios destacan por su riqueza arqueológica y cultural. Colombia Travel indica que las pinturas rupestres de esta zona fueron elaboradas por la cultura Guane y, en su mayoría, representan símbolos de animales y el sol, los cuales eran considerados sagrados.